27

311 71 25
                                    

Pudo haber roto las rejas, pudo haber perseguido al niño y cazarlo con sus patas y llevárselo lo suficientemente lejos como para preguntarle en calma qué significaba que papá vendría pronto, pero no lo hizo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pudo haber roto las rejas, pudo haber perseguido al niño y cazarlo con sus patas y llevárselo lo suficientemente lejos como para preguntarle en calma qué significaba que papá vendría pronto, pero no lo hizo. Se recostó sobre la pared, estaba un poco aturdido y sin dudas confundido, pero no podía confiar en un niñito, no podía dejar en sus pequeñas manos toda su ilusión. Tenía que ser coherente, era un hombre adulto y como tal debía actuar. Aguardó al menos una hora más hasta que los guardias le abrieron la celda y lo condujeron a la oficina del papá de MinGi. Ahí estaba el hombre, con el cabello blanquecino y un cuerpo muy fuerte, estaba de espaldas a su escritorio mirando por la ventana con ambas manos detrás.

—Te dije que no te acercaras a los niños—murmuró.

—No...

—Calla, odio escucharte—se giró lentamente—¿Sabes por qué te he dejado aquí?—Yunho negó—Me recuerdas mucho a alguien—movió una silla y se sentó— Y porque quería ver de qué eres capaz, si eres una amenaza o no...

—No lo soy, no le haría daño a los niños ni a nadie.

—Se lo hiciste a MinGi—se recostó sobre el respaldo y se cruzó de piernas mientras miraba a Yunho con cierto desprecio.

—No necesito que me lo recuerde todo el tiempo.

—¡Si que lo necesitas!—golpeó con fuerza la mesa, todo lo que había en ella se movió de lugar por las vibraciones y la lamparita cayó al piso, uno de los guardias abrió la puerta sin anunciarse para ver lo que pasaba—¡VETE!—le gritó.

—Señor, yo amaba a su hijo y aun lo amo, si pudiera devolver el tiempo...—bajó la mirada y se tocó las manos—Le daría un golpe en la cara por maldito—dijo sorprendiendo al hombre—¿Por qué me obligó a hacerlo? No tuve opción... MinGi fue egoísta, no pensó en sus hijos...

—Pensó en ti—dijo el hombre—Vete y no vuelvas, olvídate de todo, haz tu vida de nuevo—se puso de pie y le señaló la puerta.

Yunho asintió sin decir nada y salió de la oficina, pasó por delante de los guardias y continuó a paso lento hacia la salida, antes de que pisara fuera de la casa uno de los niños le pateó el tobillo y salió corriendo y luego otro apareció frente a él mirándolo con mucho disgusto.

—Lo siento, niños—les dijo.

—Lo entenderán con el tiempo—dijo Hwasa—Te acompaño hasta los portones.

—No hace falta—negó.

—Si hace—sonrió y le hizo señas con la cabeza—¿Hablaste con Chin Hwa?

—Él vino a verme...

—No te estoy recriminando, él es un niño muy sociable y creo que será el primero en poner huevos—rio y acomodó su largo cabello castaño—Su deformidad solo atraerá miradas, pero su sonrisa conquistará el mundo, no digo que los demás no puedan, pero Chul Moo es muy sensible e inseguro y Min Ki piensa demasiado las cosas antes de hacerlas y el tiempo se le pasa.

El más apto [YunGi][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora