El más apto [YunGi][COMPLETA]

Epílogo

Narra NamJoon

Durante algún tiempo me he lamentado por mis acciones pasadas, nadie nos ha enseñado nunca lo difícil que es ser un monstruo encubierto bajo la piel de un humano. Piensan que es algo fácil, que es solo una fachada, un cascarón vacío que no afecta directamente en nuestra naturaleza, pero, nadie nunca será capaz de comprender lo que se siente ser un monstruo atrapado en un cuerpo humano, uno que es capaz de aprender y llevarse a uno consigo en el proceso.

Matar es mucho más fácil que enfrentar que seres como nosotros somos capaces de sentir miedo, capaces de ser débiles, capaces de llorar... Nunca he podido aceptar que fui débil, pero ser débil no es lo peor de todo, lo peor de todo es no hacer nada para convertir esa debilidad en algo que podamos usar. Cuando mi último conjunto de huevos nació, supe que había llegado a un límite, para ese entonces mi cuerpo y mi mente estaban muy cansados; era agotador pretender que mi lado humano no me asfixiaba porque estaba enamorado de quién no debía, eso me martirizaba día y noche mientras mis hijos crecían. Tuve que tomar una de las decisiones más difíciles para mi, para mi especie y para todo lo que alguna vez juré mantener a flote.

Me molesté tanto con MinGi cuando se fue de casa, él era mi hijo más apto, el que iba a seguir mis pasos e iba a poblar esta tierra mortecina, y sus hijos iban, a su vez, a seguir de forma indefinida, o al menos ese era el plan que tenía. Sin embargo, él nunca quiso esta vida y Bobby solo era un inepto que traía incubadoras deficientes e hijos poco viables. Me sentí desesperado cuando pude localizar a MinGi y supe que estaba gestando, pero no sabía cómo acercarme a él para pedirle que fuera parte de nosotros nuevamente, no sabía cómo decirle que le necesitaba porque él era el mejor. No supe manejar las cosas como padre y solo actué por un impulso, le arrebaté a sus hijos porque me di cuenta que estaba metido en el mismo problema que yo a su edad; si, él estaba enamorado del enemigo, pero existía una pequeña diferencia: ese pajarraco asqueroso también lo amaba. Aun así, he criado a sus hijos lejos de él, debía velar por mi descendencia, debía hacer cumplir nuestro único objetivo.

Realmente pensé que esto le haría entender la gravedad de estar al lado de algo como eso, pero él siguió metido ahí, y parecía que conforme los años pasaban, más enredado estaba bajo aquellas estúpidas alas blancas, bajo el efecto de esos hermosos ojos amarillos que tienen el poder divino en la pupila. Intenté seguir con mi vida junto a mis nietos, junto a Hwasa y junto a mi pequeño grupo de monstruos que eran productivos, quizás yo no podía hacerlo más, pero ellos estaban viviendo como debía ser. 

Cuando pensaba en MinGi me recordaba a mi corriendo por el bosque tras el hombre más bella que yo haya conocido, él llevaba el cabello negro y lacio, suave, brillante y con aroma a flores silvestres. Cuando pensaba en MinGi me veía a mi embelesado por unas grandes alas blancas y unos ojos amarillos intensos, me veía a mi enamorado de Oófago como si mi vida o la de mis allegados no valiera nada, y eso era exactamente lo que mi hijo estaba sintiendo.