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Se paseaba en una ronda nocturna mirando las afueras de la central de policía, Yunho había sido rotado al turno noche luego de haber pasado satisfactoriamente el vespertino

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Se paseaba en una ronda nocturna mirando las afueras de la central de policía, Yunho había sido rotado al turno noche luego de haber pasado satisfactoriamente el vespertino. A nadie le agradaba ese horario, pero era parte de la ruleta de opciones para los recién llegados al departamento y los hombres de rangos más altos solían aprovecharse de ello. Pero poco le interesaba aquello, ya que amaba su trabajo y estaba muy entusiasmado con él. 

Se devolvió dentro de la estación y observó algunas cámaras de seguridad que daban a unas celdas en dónde solo había un detenido por causar disturbios en la vía pública, lo habían traído alrededor de las diez de la noche y le tocó ficharlo y encerrarlo hasta que algún superior decida su futuro. El hombre tenía el aspecto de un alcohólico de libro: panzón, mal afeitado con la ropa sucia y la mirada perdida en un punto fijo; un pobre diablo sin rumbo, pero un poco privilegiado, ya que iba a pasar la noche bajo el resguardo de un techo y no en las calles a merced del peligro.

Las horas pasaban con lentitud, eran las dos de la mañana cuando decidió apartar la vista de la pantalla de la computadora para ponerla sobre su teléfono, MinGi le había escrito pidiéndole permiso de aguardar por él en la mañana fuera de la estación y llevarlo a desayunar. A él encantaba la idea de comenzar el día con aquel hombre, ya que no solo adoraba pasar tiempo comiendo mientras le miraba, sino que sabía que iban a terminar en la cama y las últimas veces que lo hicieron, se sintió renovado, nada sería mejor que terminar el turno y entregar como ofrenda. Cuando estuvo por escribir que lo esperaba por la mañana, las sirenas de la patrulla lo alarmaron, solo significaba que otro dormiría en celda, así que se acercó hasta la puerta de cristal y la abrió, vio que sacaban a un tipo esposado del asiento trasero, vestía de cuero de pies a cabezas, no se divisaba muy bien por la oscuridad, pero parecía tener el cabello negro y una actitud bastante hostil con los policías que le sujetaban.

—Te trajimos compañía—dijo YoonGi

—Te recomiendo que estés atento Jeong, este imbécil me golpeó el rostro— Comentó Taehyung.

—¡Porque eres un marica!—Dijo el tipo.

YoonGi lo tironeó del brazo, lo empujó contra una banqueta para sentarlo con brusquedad, y Taehyung le golpeó el rostro con el dorso de la mano.

—¡No te quedes ahí parado, Jeong!—le gritó—Ve a traer las llaves de la celda, este imbécil se quedará aquí varios días—rio y el tipo sentado solo se quedó en silencio.

Yunho se fue tras el escritorio y trajo las llaves, pero Taehyung puso de pie al extraño y se lo lanzó encima, este atinó a tomarlo del brazo mirando a sus compañeros con preocupación.

—Mételo y cierra, iremos a seguir con las rondas— YoonGi le ordenó.

—Bien—lo encaminó hacia las celdas.

—¿Cuánto tardará en golpearlo?—preguntó Taehyung en voz baja.

—Seguro ni bien este tonto le abra—rió—Sabes como es Mao, ¿quieres apostar?

El más apto [YunGi][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora