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El periodo de incubación dura aproximadamente tres meses, es un lapso en el que MinGi participa de forma activa, ya que los huevos que deposita en el estómago del humano, tienen que ser fecundados con cierta frecuencia durante ese tiempo, y la for...

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El periodo de incubación dura aproximadamente tres meses, es un lapso en el que MinGi participa de forma activa, ya que los huevos que deposita en el estómago del humano, tienen que ser fecundados con cierta frecuencia durante ese tiempo, y la forma de hacerlo no es otra que empujar con uno de sus tentáculos por el ombligo, ejerciendo presión hacia arriba hasta dar con las bolsas de esperma que pone para que liberen pequeñas y controladas cantidades.

Tres meses eran justamente el tiempo que había pasado desde que conoció a Yunho, sin embargo, quién estaba cargando a sus huevos era otra persona. Cierto era que mantener a los humanos sanos hasta el final era un poco engorroso, alimentar y asear podía llegar a ser casi un fastidio, pero MinGi entendía que era algo necesario; su modo de alimentarlos mientras estaban en ese estado de suspensión era casi el mismo que los pacientes en coma reciben, solo que usaba el nido provisto de nutritivas membranas que constantemente segregaba nutrientes sobre el cuerpo que posteriormente entraban en el organismo. Las heces y orina solo eran absorbidas por las membranas que acunaban el cuerpo humano, Song se limitaba a bañarla para evitar complicaciones e infecciones, y se mantenía muy cerca para socorrer en caso de que un peligro repentino ponga en jaque a su incubadora.

Después de haber dejado ir a Yunho, se sumió en cierta calma que le duró una semana, sin embargo, no podía esperar a un chico para copular, él necesitaba resolver sus asuntos muy a pesar de saber que aquel era todo lo que necesitaba, al menos en un sentido de conservación. Decidió volver a salir de caza una noche, al mismo lugar que siempre frecuentaba. Consiguió una hermosa mujer, atlética y de excelente anatomía. Ciertamente las mujeres eran mucho mejor para los asuntos de incubadora, ya que sus cuerpos son más resistentes, dado el proceso natural que son capaces de soportar con el propio embarazo humano.

No le costó seducirla, de hecho, fue muy sencillo sacarla de allí sin siquiera haberle ofrecido una copa, las cosas se habían puesto por demás calientes cuando MinGi sonrió saboreando en sus papilas gustativas la sanidad, y al parecer, la mujer perdió la cabeza al ver a un hombre tan apuesto coqueteando con ella entrada la noche de un viernes en el que tal vez fue desastroso. En la casa, siguió los mismos pasos que ya había aprendido, la cautela y la paciencia eran sus amigos, sin embargo, ella se desnudó frente a él tan rápido como la luz en su cuarto se había encendido. Las extremidades en la espalda ansiaban con ferocidad envolverse a la piel blanca de su acompañante, su cuerpo había crecido intimidante al igual que sus genitales.

Se desnudó entonces, mostrándose de pecho y piernas fuerte. MinGi era el partido perfecto para cualquier mujer que quisiese tener hijos, alto, atlético, fuerte y protector, no obstante, su esperma era estéril para los óvulos. Aunque no era del tipo que tal vez una mujer deseaba como padre de su embrión, y cómo podría eso cambiar, si cuando sus tentáculos atravesaban sus espalda para enredarse en su incubadora, mostraba quien realmente era. No existió en ese cuarto un hombre seductor o cariñoso, al menos no en un sentido humano.

Cuando ella se retorcía sin vergüenzas bajo el cuerpo de él, con sus ojos completamente idos por el placer, ya era muy tarde para poder salir de allí de la misma forma en la que había entrado, de hecho, no había forma de que ella fuera a salir de allí nunca o al menos no si las cosas salían como MinGi las había estado planeando desde siempre. Sus órganos sexuales estaban juntos en un vaivén completo de fluidos que escurrían sobre la cama, humedeciéndolo todo. Ella dio un grito indescifrable de placer o dolor cuando MinGi la penetró de manera anal sin más ayuda que su propio lubricante excretado del pene, tuvo algo de miedo, no quiso herirla, no era la intención, pero su lado humano estaba tomando cada vez más protagonismo en sus encuentros sexuales y este no era la excepción.

El más apto [YunGi][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora