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Muchas de las cosas que no se había atrevido a pensar o decir cuando aun creía que Yunho era humano, son las que por fin estaba preparado para expresar

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Muchas de las cosas que no se había atrevido a pensar o decir cuando aun creía que Yunho era humano, son las que por fin estaba preparado para expresar. No eran las formas en la que había contemplado seguir luego de conseguir otra incubadora, pero incluso su lado humano comprendía que esto era algo de sumo cuidado tanto para el nido como para Yunho. No podía dormir con él, claro que quería, pero el tiempo que una relación como la que llevaban le demandaba, no era el que tenía. Cuidar de su nido, mantener limpia la incubadora y estar alerta en caso de que algo pueda pasar, le consumía día y noche. Ya no podía amar a Yunho, no podía cuidarlo porque esencialmente ya no le servía y era una amenaza latente, algo que podría estallar cuando menos se lo esperaba. MinGi no podía mantener una relación humana con un Oófago a pesar de estar enamorado, porque había elegido o había sido obligado a elegir su descendencia por encima de cualquier otra cosa. El último día que Yunho tocó su lecho y gozó de amor sobre esas sábanas fue el mismo día en que Song le dijo la verdad por vez primera.

— Soy un monstruo y puedo hacerte daño, no podemos seguir juntos.

Yunho no entendía nada, aquella declaración había sido un balde de agua helada que bajó el calor de su cuerpo de 10 a 0 en un sólo parpadeo. Solo atinó a reír, naturalmente por los nervios que la sorpresa le había causado, pero MinGi se veía tan serio, casi tan serio como en los momentos que le juró amor.

—¿Por qué? ¿Qué pasa?— preguntó confundido, se sentó en la cama y esperó poco paciente a por respuestas claras.

Era la primera vez que Jeong tenía una relación sana, un hogar al que le gustaba regresar luego del trabajo, y por sobre todo, ese sentimiento de compañía que durante mucho tiempo estuvo buscando. El hombre frente a él se convirtió en una persona importante que no podía solo salir de su vida como multas de tránsito en la calle. Esta nueva actitud le desconcertaba por completo y no le hallaba el sentido, él, ni en sus más remotos sueños sabía lo que era, ni lo que era MinGi, ni el peligro que se aproximaba.

—Es toda la verdad que soy capaz de darte.

—¿Verdad?— molesto salió de la cama—¿De qué verdad me estás hablando?

— No puedo estar contigo...

—Eso puedo entenderlo, pero no las razones que estas dándome.

— Yunho, no hagas esto más difícil...

—No soy el que lo hace difícil— caminó por la habitación en busca de su ropa y comenzó a vestirse— Pensé que teníamos algo sólido.

—¿Acaso no entiendes la gravedad del asunto?—Se irritó un poco.

—¿Qué asunto?— Sacudió su ropa en el aire y se puso la remera.

— Soy un monstruo...

—MinGi, nunca podrías ser un monstruo. ¿De qué hablas?—Rodeó la cama y se sentó al lado. MinGi se acercó y bajó la mirada, no soportaba verlo, no se animaba.

El más apto [YunGi][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora