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El tiempo pasaba muy lentamente para Yunho, tenía pequeñas lagunas mentales cuando volvía a su percepción humana que iban desde creer que hizo algo a no tener noción de absolutamente nada

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El tiempo pasaba muy lentamente para Yunho, tenía pequeñas lagunas mentales cuando volvía a su percepción humana que iban desde creer que hizo algo a no tener noción de absolutamente nada. Perturbó la calma de su compañero de patrullas, que más de una vez tuvo que interceder en el recorrido porque él no era capaz de mantenerse presente en ninguna de las acciones que realizaba, se comportaba muy errático; primero se mostraba preocupado y consternado por un futuro que no compartía con sus allegados y segundo; todo le importaba poco, era temerario y se acercaba demasiado a personas peligrosas sin ningún motivo.

Jongho  estaba preocupado, lejos de ignorar la situación se metía cada día dentro de ella, observando a Yunho sin creerse que él fuera quién solía ser. No podía sacarle mayores explicaciones, al menos no en aquellos momentos en los que parecía ser un hombre desgraciado que solo buscaba que los días pasen con rapidez. Sin embargo, cuando su contra parte le dominaba, llenaba sus espacios juntos de disparates o al menos él los percibía como disparates, porque no podía creerse que un hombre adulto hablase de fecundación de huevos, nidos y supervivencia del más apto cuando el contexto de la conversación no lo requería.

El hombre decidió hablar con MinGi, ya que, en algunas de las charlas frecuente su nombre acompañado de la palabra deseo y odio eran constantes. No se trataba ya percepciones ordinarias, cada palabra que salía de la boca de Yunho llegaba a los oídos de su compañero con mucha carga emocional preocupante. Ya habían pasado por esto antes, Jeong había decaído hace años atrás por MinGi y todo se había salido de control y no quería que pase de nuevo.

No estaba seguro de si debía entrometerse o no, pero sentía mucho afecto por Yunho como para no ayudarlo como tal vez tuvo que hacerlo en aquel entonces. Quizás su idea era llegar y golpear a Song por bastardo y desconsiderado, pero optó por usar el diálogo, antes que nada, confiando profundamente en que el otro sería un ser receptivo y centrado como tantas veces Yunho le dijo que era. MinGi se sorprendió bastante al escuchar al portero del edificio diciendo que un oficial de policía que cumplía con las características del compañero de patrulla de Jeong estaba a la espera por el permiso para poder subir a su departamento. No se imaginaba la razón de su visita a menos que viniera con noticias desagradables. Su monstruo no quería que le dejara entrar, en primer lugar, porque tenía un cuerpo deshaciéndose en el centro del nido y en segundo; el hombre como tal nunca le había caído especialmente bien.

— No le robaré mucho tiempo, señor Song.

— Bien, pasa...—se hizo a un lado y le dejó pasar, el oficial comenzó a mirar todo a su alrededor, todo estaba perfectamente ordenado, ni siquiera un cuadro estaba inclinado, no había polvo y cubría el entorno un leve aroma que lo hacía sentir cómodo—¿Pasó algo con Yunho?—le preguntó preocupado.

Había pasado algún tiempo desde que decidió olvidar a su pareja, cuando decidió que estos huevos iban a nacer, tuvo que dejar a Yunho lejos, ahora no solo por una posible amenaza, ahora por ser una amenaza en su totalidad. Aun así, no podía evitar pensar en él porque lo extrañaba, le amaba con locura a pesar de todo porque cumplir con sus obligaciones de especie no tenían que ver con los sentimientos que tenía.

El más apto [YunGi][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora