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Aquel rostro sonriente era algo que ella no podía observar, sin embargo sabía qué esas palabras eran acompañadas de una sonrisa por el tono positivo en su voz.
En el camino Andrew intentaría mantener una conversación fluida con la chica francesa, está a pesar de saber qué sólo se tomaban de la mano para guiarse, no podía ignorar el simple hecho qué eso le hacía sentir muy nerviosa. A causa de eso respondía con respuestas cortas, mientras se odiaba por ello, púes sentía qué estaba desperdiciando ese importante momento.
- ¿Cuánto tiempo llevas viviendo aquí? - Preguntó Andrew para sacar conversación. Eligió esa pregunta pues era obvio qué poka no era japonesa.
- Desde los 11 años, me adoptó una familia italiana - Respondió un poco decaída por alguna razón.
Andrew al notarlo no se atrevió a preguntar más sobre eso porqué ya sabía un poco de lo que ella tenía que soportar viviendo ahí. A cambio prefirió cambiar el tema.
- Lamento llegar tarde, no pude evitar que te golpearan hace un rato - Dijo algo triste mientras observaba el labio un poco partido de ésta.
-!Eso no cambia el hecho de qué me ayúdaste, así que por favor.. No te culpes por eso! - Expresó con una sonrisa para levantarle el ánimo, y éste se dío cuenta de ello. No pudo evitar dejar escapar una sonrisa, pero al mismo tiempo se sentía sorprendido al darse cuenta de lo fuerte qué ella era mentalmente.
- Te curare eso antes de despedirnos, ¿ok? - Respondió tranquilamente, mientras qué sin pensar acarició suavemente el cabello de poka.
Está dejó de caminar por la impresión mientras sus mejillas tomaban un tono carmesí, Andrew sintió que la había cagado en grande, púes había sido muy confianzudo a su pensar.
Los ojos de poka estaban mirando arriba directo a Andrew, algo confundida por aquella acción de éste. "L- Lo sie-" Fue lo único que andrew alcanzó a modular, cuando la voz de poka lo interrumpió.
- ..¿Puedes hacerlo otra vez?.. - Preguntó tímidamente con una mirada tierna. Aunque no lo pareciera, el simple hecho de pedir qué lo volviera hacer le causaba mucha vergüenza.
Andrew la miró unos momentos, un poco incrédulo por lo que le había pedido, por alguna razón se sentía feliz de qué ella le dijera eso, pero no quería hacerlo notar.
- Vaya, qué remedio - Dijo sarcásticamente con una pequeña risa. Suavemente acaricio su cabeza aún más haciendo que poka cerrara los ojos y sonriera tiernamente.
