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La paciencia se había terminado. La última gota había incluso destrozado la misma copa de vino. Desde hace un momento y sin aviso, una patada triple, rápida, veloz y furiosa habían dejado sin duda alguna, inconsciente a un tipo armado con una tijeras, junto a la mirada perpleja de su compañero de 1.80.
Todo por cortesía del propio Andrew.
ESE MISMO DÍA DE CLASES
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Luego de 3 semanas un ya y aun más qué integrado Andrew Dettmer viviría como ahora de costumbre su estadía en la escuela de forma relajada y dolorosamente.
Relajada porqué no había tenido ni un problema durante todo ese tiempo, es más cada vez se llevaba mejor con sus amigos, aunque de un forma muy particular y propia de el.
Dolorosa, porqué en ese tiempo fue testigo del infierno qué tenía que vivir su compañera de clases, poka. Había visto mucha cosas, desde tropiezos "accidentales", empujones cerca de escaleras que casi terminaban en tragedias, incluso derramamiento de comida sobre ella de forma "accidental".
Andrew simplemente no se había quedado de brazos cruzados, indirectamente hacía todo lo que podía para ayudarla, cómo darle discretamente sus materiales de clases cuando a esta se los robaban, ponerse "casualmente" en el camino de muchos qué se le acercaban con malas intenciones, entre otras discretas cosas más.
Sin embargo aquél dia parecía diferente, no sólo por el mal estar en de Andrew, que indicaba qué tenía que estar pendiente de algo, pero ese algo era desconocido para el, por el momento.
— ¡Oye, Andrew reacciona!, ¿estas ahí? — Hinami le llamaba a un Andrew perdido en sus pensamiento qué miraba a través de la ventana.
— ¿Ah?, ¿Dime? — Reaccionó algo desconectado, Hinami le reclamaria y diría.
— Es hora de comer, vamonos, kazutora y saiko nos están esperando en la entrada —Exclamó mientras apuntaba detrás de ella, justo donde estaban kazutora y saiko con una expresión normal de ellos.