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Bajo la lluvia debajo de una recién y aparecida luna qué adornaba levemente la noche, siendo un poco opacada por las nubes qué eran testigas directa de los innumerables intentos de Andrew por golpear al menos una sola vez a su tutor Koutaro.
— "!!!Maldición, ni siquiera puedo quebrantar su guardia!!!" — Se decía para sus adentros el propio chico de cabello rubio.
Al parecer llevaba varios minutos intentando conectar un fuerte golpe, pero todos ellos serían esquivados y desviados fácilmente. Sabía que no estaba a la par con el.
Disgustado por eso chasqueó la lengua ante la idea qué pasó en su mente fugazmente. "Tendré qué ir con todo" se dijo claramente a su vez que observaba a un indiferente koutaro a la espera de su ataque.
Este último notaría el semblante mucho más serio en sus ojos, aquél despertar de algo sembró la curiosidad en el, tanto que lo hizo pensar "¿Qué vas a mostrar ahora?" mientras subía su guardia nuevamente, en la espera de ese "algo" por demostrar.
Las pisadas de Andrew parecían generar un eco de lo fuerte que habían sido, terminando en un salto para perderse en el aire. Su velocidad había mejorado con creces al nivel de sorprenderlo con el siguiente movimiento, parecía solo haber parpadeando un instante, solo un momento se había perdido la vista de el, pero ese simple instante bastó para ser sorprendido con lo siguiente.
Andrew estaba a la altura de su cabeza debido al impulso, sus ojos verdes brillantes como el neón le advertían qué koutaro levantase la guardia para lo que se aproximaba. Pareció haber una pausa como si una zoga reteniera el momento, después de aquello lo inevitable sucedió.
UNO, DOS, TRES patadas estallaron en koutaro sucesivamente, con una fuerza bestial y una velocidad descomunal habían roto la zoga freneticamente, por suerte los años de experiencia de koutaro lo salvarían de recibir aquéllo pues había logrado contenerlos con sus antebrazos antes de que pudieran tocar las zonas qué eran destinadas a impactar.
Andrew cayó al suelo y al ver esto se arrodillaria decepcionado de sí sabiendo qué todas sus fuerzas empleadas en su último movimiento habían sido en vano, con su aliento ardiendo y tosiendo del esfuerzo se dió por vencido pensando qué lo había decepcionado también a él.
Sin embargo koutaro se encontraba en silencio paralizado y pensando en una sola cosa. "Están temblando.. !Mis brazos están temblando! " se dijo a el mismo a su vez que miraba sorprendido sus brazos temblar levemente por lo duro de esas patadas, ahora tenía aclarado una cosa sobre el, y para el mismo koutaro eso era mucho más que suficiente para saber qué el chico al qué había optado por cuidar, era un jodido genio.
