¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Me preguntaba cuando nos veríamos las caras "Black reaper" ~ —
Aquellos ojos azules como el hielo se dirigieron a mi directamente.
Una piel tan blanquecina y limpia a la vez, poseía unos rasgos tan finos como los de una chica.
Consigo portaba una sonrisa qué mostraba su alta confianza.
Sin piedad o preocupación alguna, Ignoró los restos de aquél sangriento espectáculo qué había cometido antes de su llegada.
— ¿Quién carajos eres tú? — Demandaba saber con una actitud pesada como el plomo.
La persona apartó su mirada, revisó su entorno para colmo, parecía no haberse percatado antes de el.
Quizás.
Miró con claridad a todos ellos, cada uno de los sujetos golpeados con tanto sadismo, gimiendo en agonía a causa de mi arrebato de ira.
El chico suspiró — ¿Qué demonios importa? — Bostezó alzando sus brazos para estirarse. — Primero quiero hablar contigo— Declaró clavandome la mirada mas fría qué en mi vida me había topado.
Sentí mis huesos como si los hubieran metido en una heladera por horas, sus ojos me provocaban disgusto.
Su aura cambió al instante una vez más, podía verlo claramente en esta ocasión.
Mis instintos gritaban en mi cabeza qué hiciera algo rápido. El había comenzado a caminar lentamente en mi dirección.
Sus manos estaban abajo, no parecía ser hostil, pero un extraño contraste sucumbió mi cuerpo llena de una sensación desgarradora.
Por un momento sentí ese escalofrío recorrer toda mi espalda con total fiermeza, y de pronto el estaba ahí.
Al frente mio sonriendo como un amigo de toda la vida. Irónico para el bastardo qué acababa de concierne hace menos de 3 minutos.
— ¿Por qué no me dices tu nombre primero? — Cuestionó en un tono tratando de ser "amigable".
Sus pasos comenzaban a hacerse más pesados. El agua de los charcos empezó a sonar cada vez peor.