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"¡¡Solo olvida ese dolor y sigue adelante!!"
Fueron las últimas palabras con las qué el encendió en llamas su voluntad. Todo el castigo recibido hasta este momento, junto al daño acumulado con la pelea más intensa qué hasta ahora tuvo en su vida hace apenas unas dos semanas, le sobrecargaba el cuerpo con muchísimo dolor y fatiga.
Sus brazos se sentían como el plomo, al igual que su cuerpo entero. No contento el destino con ello, el dolor había empezado a regresar.
Ni siquiera los analgésicos eran capaces de minimizarlo más, simplemente Andrew seguía de pie justo como Hori lo hacía hace un rato. Con puro orgullo y adrenalina recorriendo sus venas.
Sus nudillos estaban pendiendo de un hilo en este momento, pero eso no le importaba en lo absoluto, aún así apretó fuertemente su puño derecho, el dolor era tal qué le costó muchísimo hacer ese simple acto.
Por su parte Yuu haría lo mismo, listo para el último intercambio de golpes. Su estado estaba casi a la par de Andrew, ninguno de los dos podría soportar un segundo más después de esto.
Definitivamente terminaría ahora.
Fue por ello qué ambos se lanzaron con todo, con su mejor carta posible en ese crítico momento. Yuu con un gancho descendente con su izquierda, tenia en claro qué era lo que tenia que hacer.
Sin embargo el rubio no. No podía imaginar un golpe realmente efectivo, tenia que ser más veloz de lo normal para conectar primero. La genética no jugaba a su favor, pero si para Yuu con ese largo alcance de sus brazos.
Hasta qué de golpe se le ocurrió una idea.
Andrew aflojó su brazo de manera rápida y Yuu contempló esto con gran confusión.
— "¿¡Qué diablos estas haciendo!? ¿!Acaso ya te diste por vencido!?" — Le cuestionó en su mente.
El puño qué había hecho Andrew se desvaneció de repente. Era como si se hubiese resignado en el último suspiro, pero definitivamente no era eso.
El puño de Yuu ya iba a tocar la cien del rubio, esta pelea sería suya. Sin embargo Andrew lanzó lo qué sonó como un ¿látigo?.
Un latigazo se escuchó y el brazo de Andrew se dirigió al costado de Yuu a una velocidad anormal, nadie había sido capaz de ver el simple movimiento de desplazamiento.
