¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Cálida" fue esa sensación qué le hizo sentir poner un paso adentro de su nuevo hogar. Algo qué para todos era lo más común del mundo.
Para ella era algo completamente nuevo.
Ya no existía esa pesadez, ese miedo a dar paso al frente y terminar envuelta en el torbellino de gritos de siempre.
Ya no existía ese olor a nicotina inundando la sala, ahora eso había sido cambiado por un olor fresco a lavanda.
Los gritos y vidrios rompiendose contra el húmedo piso fueron reemplazados con un silencio relajante.
Sus oídos hiperdesarrollados ya no eran torturados, eso había terminado, terminaron gracias a aquella persona qué le dijo — Parece que volvieron a salir a cenar— Andrew comentó.
— ¿Acaso están celebrando algo? — Preguntaba Poka.
— Tal parece, sería bueno saber para comprarles un regalo —
— ¿Qué sería bueno? — Se preguntaba la chica pensando limitadamente. — ¡Chocolates! — Exclamó.
Andrew negó con la cabeza riéndose un poco. — Ni que fuera san Valentin — Expresó: — En realidad debería ser algo que no sea comida. — Espetó y de pronto entró en razón — ¿Tienes hambre? —
Recordando los acontecimientos recientes, Andrew prestaba especial atención en su amiga. Había recordado qué siempre que tiene hambre, metía la comida en cualquier tema.
Por esa razón preguntó, ella no pudo evitar agachar la mirada con leve sonrojo, pues el estaba en lo correcto.
Una suave caricia rozó su suave cabello.
— Vayamos a la cocina — Le escuchó decir una vez más, a este punto ella ya sabía que significaba.
UN RATO DESPUÉS . .
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
