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Con sus lastimadas manos y adoloridos brazos, se fundia con ella en un gran abrazo lleno de satisfacción y calma para ambos.
Toda esa culpa qué antes le atormentó, toda esa preocupación y pensamientos intrusivos, todo, absolutamente todo perdió fuerza cuando la chica a la qué tanto cariño le había tomado, abrió sus grises y brillantes ojos.
Sus miedos en su corazón murieron para solo dar paso a esa sensación de la qué tanto era consciente. Esa calidez regresó al abrazarla.
Tambien fue igual para Poka, el simple hecho de tenerlo cerca hacía qué su corazón latiera con mucha fuerza.
Incluso a pesar de qué Andrew se había tomado demasiado literal su última frase. "Abrázame todo el tiempo que quieras".
— Andrew ya llevamos así como 20 minutos — Espetó riéndose un poco.
Sentirlo tan aferrado se le hacía bastante tierno.
— ¿Y qué? — Contestó simplemente. Para Andrew no era suficiente. Ni para Poka, pues ella no objetó en absoluto.
Hasta ese entonces ninguno había dicho una sola palabra. No querían arruinar ese momento de calma. Pero Andrew tenia cosas importantes qué decirle.
— Oye.. — Habló ese chico de verdes ojos.
— Ya te lo dije, "todo el tiempo que quieras"— Contestó ella rápidamente.
— No, no es eso.. — Aclaró el rubio con una voz más seria — Es algo más.. —
Al escuchar su tono cambiar, ella se preocupó un poco por esto. Andrew se levantó brevemente con una mirada igual de sería.
Obviamente ella no podía verlo, pero si percibirlo.
— ¿Estas bien? — Preguntó Poka mostrando preocupación. Inconscientemente ella levantó su mano intentando llegar a su rostro.
Andrew le ayudó tomándola para apoyárla en su mejilla. Al contacto ella se dió cuenta de lo lastimado qué había quedado, aquello la hizo enmudecer.
Solo hacía falta ver su expresión para darse cuenta qué sentía ganas de soltar lagrimas.
Aun así, ella mantuvo la compostura.
— Y-yo.. ¿Cuanto tiempo pasé dormida?.. — Su voz se quebró.
Incluso sabiendo qué hacía todo para que su tacto fuera lo más suave posible, no podía estar segura de que no le dolía.
