Derritiendo el Frío Corazón de Hielo (Adaptación Jenlisa G!P)

Capítulo 32

Marco no llegó solo.....

La llamada lo había sorprendido todavía en la fiesta de Lisa y aunque esta no tenía mucho interés en ver cómo estaba su hermano, en cuanto su padre le dijo que Jennie estaba con Nick en el hospital se despidió de los invitados que todavía quedaban en la fiesta y fue con su papá hasta la clínica privada en la que la habían tratado desde que nació.

―¿Estás bien? ―le preguntó Lisa a Jennie nada más entrar en la sala de espera.

Ella estaba sentada en una de las sillas, junto a la máquina de bebidas.

Llevaba el mismo vestido rojo de escándalo con el cuál la había visto en la fiesta, pero su apariencia no era la mejor...

Iba despeinada y sin casi maquillaje.

Para su alivio, por todo lo demás parecía intacta.

Su padre no había sabido decirle si ella también había salido herida del accidente o no.

―Sí, sí Lisa estoy perfecta. Nick está dentro ―añadió mirando a Marco―, aún no han salido a decirme nada.

―¿Pero qué ha ocurrido Jennie? ¿Qué le ha pasado?

Jennie había estado pensando en qué historia contar mientras esperaba a su jefe, así que no tuvo que improvisar cuando dijo:
―Me llevaba a casa, ha dado un frenazo brusco por otro carro y justo ha coincidido que no llevaba cinturón porque estábamos ya casi delante de mi casa, y se ha golpeado el rostro con el volante.

Creo que se ha roto la nariz...

Quizá no debería haber dado tantos detalles antes de hablar con Nick, pero estaba segura de que él también recurriría a la excusa de que se había dado contra el volante.

Era lo más lógico y lo que más podía acercarse a la realidad.

Dudaba mucho de que fuera a admitir delante de nadie que una mujer le había roto la nariz de un cabezazo.

No se habían sentado todavía cuando salió un médico preguntando por los familiares de Nick.

Su padre siguió rápidamente al doctor, ansioso  por tener noticias de su hijo.

Les confirmó lo que Jennie ya sospechaba, que se había roto la nariz, y les informó de que tras haberle hecho unas radiografías, habían optado por una reducción cerrada de la nariz, es decir, que le habían recolocado los huesos manualmente.

Había tenido suerte y todo parecía indicar que no necesitaría ninguna operación posterior, ni siquiera estética, aunque debían esperar a que bajara la hinchazón.

Nick estaba ahora mismo anestesiado y querían que pasara la noche allí para comprobar su evolución.

―Puede entrar una persona a verlo ―anunció el médico, y de forma unánime decidieron que fuera Marco el que entrara.

―¿Qué ha pasado realmente? ―preguntó Lisa cuando Jennie y ella se quedaron a solas en la sala de espera.

―Ya te lo he dicho Lisa, se ha golpeado con el volante.

―Diría que mañana amanecerás con un morado aquí, ¿Sabes?

Jennie se llevó la mano a la frente, en el mismo punto en que Lisa se señalaba a sí misma, e hizo una mueca al notar un agudo dolor pese al ibuprofeno que se había tomado hace ya un rato.

―Yo también me he golpeado con la guantera del carro.

―¿Con la guantera? Vaya por Dios, yo que ya iba a darte un premio por haber mandado a mi hermano al hospital. Te imaginaba dándole un cabezazo a lo película de acción.