Capítulo 55 -Epílogo-

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Cinco años después

-¿A quién se le ha ocurrido la brillante idea de que sería divertido montar en un barco a seis niños hiperactivos y a cuatro madres emprendedoras para irse de vacaciones? -gruñó Jennie mientras iba detrás de su hija Ella de doce meses que corría a gatas por el piso del barco.

Mami protestó inmediatamente al ver su libertad cortada.

Rosé sonrió y alzó la cabeza para recibir el sol.

-¿Tú crees que hubiéramos podido impedírselo a Lisa y a Jisoo después de haber comprado juntas este barco por el que llevaban babeando más de un año?

Jennie se sentó a lado de su hermana Rosé con su pequeña Ella en el regazo.

-Es un pequeño barco es precioso, pero no puedo pegar ojo pensando que uno de los niños se tire por la borda por diversión.

-Jisoo me ha asegurado que es imposible. La interrogué lo suficientemente durante tres horas antes de acceder a traer a todos los pequeños.

Lily, de tres años, alzó la cabeza al oír que estaban hablando de ellos y sonrió mientras chapoteaba en la piscina con Leo y Lego sus hermanos mayores, el primer par de gemelos Manoban Kim.

Jennie besó la cabeza de su hija y lanzó un suspiro de felicidad.

-Está bien que se relajen, ¿Verdad? Pero me gustaría que no lo hicieran con tanta frecuencia. No se desde cuando se hicieron esas dos amigas.

-Jisoo me contó que cuándo tu desapareciste, Lisa no paro de buscarte por todos los lados posibles.

Jisoo sabía que si Lisa la encontraba tendría respuestas y la encontro en su tienda de informática.

Pero con los números de teléfono que le dió, fué suficiente, y un día después se fue a despedirse con un abrazo.

Rosé se rio y vio pasar dos bicicletas en la parte de la tierra al lado del barco acompañadas de gritos infantiles.

Lisa llegó miró a su pequeña Ella con tanto amor que Jennie se quedó sin aliento.

Se tocó los labios, que aún le cosquilleaban de cuando habían hecho el amor horas antes.

Después se acarició el vientre y pensó en la sorpresa que iba a dar a su esposa.

-Como Lisa no ha dicho nada, supongo que todavía no lo sabe -apuntó Rosé mirándole el vientre.

-No, no lo sabe. Pero ¿cómo....?

-Por favor hermana... Desde ayer que te ví, estás más resplandeciente de lo normal.

Supongo que no has tenido tiempo de decírselo a Lisa porque Jisoo ahora monopoliza su atención con nuevos programas informáticos que creo ella sola.

Jennie lanzó un bufido.
-Lisa si llegó temprano, pero se acostó a las cinco de la mañana -Se acordó que la había despertado y le había hecho el amor hasta dejarla exhausta.

Cuando volvió a despertarse, Lisa ya se había levantado y estaba con los pequeños-. Se lo diré esta noche Rosé sin falta.

-¿Decirme que mi vida?

Jennie se sobresaltó al oír la voz de su esposa a su lado.

-Si te lo digo ahora, no será una sorpresa Lisa.

Después de haber bajado de la bicicleta a su hijo e hija menor, Jisoo se inclinó sobre la silla en que estaba Rosé y la abrazo.

Se fundieron en un abrazo con sus pequeños.

Jennie miró a su hermana pero solo tenía ojos para Lisa, que la miraba con una intensidad que no había disminuido desde el día en que se habían conocido.

-¿Hay algún motivo para que haya que esperar hasta esta noche Jennie?

Ella no pudo encontrarlo.
-No.

Lisa le tendió la mano.
-Ven.

Jennie, protestó.
-Los niños.....

-Rosé y Jisoo se ocupará de ellos.

Fueron a su pequeña casita de la aldea y cerraron la puerta.

Con sorpresa o sin ella, Lisa se las hubiera arreglado para conducirla allí a la menor oportunidad.

No se cansaba de Jennie, de su amor, de su amor por ella y por su familia.
Se abrazaron.

—Te amo -murmuró Jennie.

—Te amo más -contestó Lisa — Te estoy muy agradecida por haber formado parte de nuestro nuevo comienzo.

—Se que me hubieras seguido buscado más si no aparecía. Solo necesitabas dejar descansar todo por allá, estar lejos de tu familia.

Lisa asintió. Todo ya había terminado, por fin. Su padre y hermano habían sido declarados culpables de muchos crímenes y condenados a unos veinte años en prisión.

El resto de su familia se había dispersado en la gran manzana, lejos de todos los problemas, su hermana vivía bien con sus hijos.

A Lisa le entregaron la única propiedad que tenía en poder su familia y había decidido donar la mansión de su padre al orfanato local.

Sentía un gran amor por Jennie cada día más y era tan feliz.

—¿Y la sorpresa? -preguntó Lisa mientras le desataba la ropa.

Jennie le tomó de la mano, se la besó y la puso en su vientre.

-¿Otro bebé? -preguntó Lisa, muy feliz.

Jennie asintió con lágrimas en los ojos.

Lisa se puso de rodillas y le besó el vientre.

—Estoy tan feliz que nazcan otra linda niña que se parezca a tí.

-¿Estás segura de que otra vez será niña?

-Estoy muy segura, y será tan hermosa como su mami Nini.

Jennie se rio mientras Lisa la tomaba en brazos y la tumbaba en la cama.

Horas después, se vistieron y se reunieron con los niños, también con Rosé y Jisoo para cenar.

La noticia fue recibida con besos y abrazos.

Jisoo levantó la copa.
—Por la familia -brindó mirando a todos alrededor de la mesa hasta llegar a su esposa-. Y por el amor.

—Por la familia y la felicidad –Repitió Lisa. Después miró a Jennie-. Y por mi linda y bella esposa, y que nuestro amor dure para siempre -le murmuró al oído en voz baja.

Fin✨

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Gracias por leer ✨

Derritiendo el Frío Corazón de Hielo (Adaptación Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora