Capítulo 25

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Desde que llegaron del avión solo llevaba unas dos horas y diez minutos esperando.

Justo a la hora de cenar, su padre lo tenía ya todo planificado y había reservado mesa en un elegante restaurante del centro que permanecía abierto hasta las once de la noche para dar respuesta a los turistas.

La cena fue muy entretenida. Demasiado...

Todos hablaban felices y contentos sobre un montón de temas: trabajos, viajes, proyectos de futuro, anécdotas…

Lisa, era la única que se mantenía al margen, recordó una frase que su hermana le había dicho cuando le confesó lo que estaba ocurriendo en su vida.

Allí todos sentados, parecían una linda familia feliz.

Era imposible adivinar que llevaran vidas separadas.

Cualquier persona que viera a su familia no sabría que ocurría de puertas para adentro, pensaría que eran una familia normal.

¿Por qué fingían, si estaban en familia?

¿Y Jennie qué? Reía, bebía, escuchaba, hablaba y comía como si estar allí fuera lo más agradable del mundo.

Sabía que no le gustaba el tema de sacar dinero ilícito, pero aun así ahí estaba, feliz.

No entendía a Jennie.
El día anterior había tenido que consolarla mientras lloraba sentada en la taza de un baño porque su padre se había quitado la vida a causa de unas deudas contraídas con un banco, y ahí estaba, tan tranquila, tan sonriente, tan amigable, cenando con su jefe y la familia de este, que sacaban dinero ilegalmente con un par de viajecitos en avión.

No la entendía y toda la situación la estaba poniendo de mal humor.

Su familia notaba su estado de ánimo y, por suerte o por desgracia, la dejaron de lado en la conversación, sin intentar que se uniera a ella después de que les hubiera contestado en un par de ocasiones de forma fría.

Después de la cena, todos decidieron irse a un local a seguir con la velada.

Lisa rechazó la oferta de unirse a ellos y, solo por cortesía, le insistieron un poco para que fuera.

Jennie fue la única que parecía de verdad interesada en que Lisa la acompañara.

―Vamos Lisa, anda ―le pidió Jennie muy aparte de su familia.

―Estoy cansada.

―Me gustaría que vinieras.

―Verás ―replicó Lisa aún molesta―. No me gusta nada el porqué estamos aquí y no soy tan hipócrita como para fingir lo contrario.

Jennie la miró molesta, visiblemente dolida.

Lisa no se arrepintió de sus palabras.

―Buenas noches, pues ―dijo Jennie, y se alejó, yendo hasta donde estaban las demás personas.

Nick se pegó a Jennie en cuanto llegó al grupo y Lisa, molesta, se dirigió al ascensor, pues por suerte se alojaban en el mismo hotel en el que habían cenado.

Subió Lisa hasta la sexta planta maldiciendo en silencio todo lo que se le cruzaba por la mente: Maldijo a su padre, al dinero que recibía del Banco, a su hermana, a su vida… Todo lo que creía tener era pura falsedad.

Al llegar a su habitación individual, no tenía ni pizca de sueño, así que se dejó caer en la cama y encendió la tele.

Cambió de canal una y otra vez, hundiendo con rabia los botones del control y sin prestar mucha atención a las imágenes que aparecían, pues su mente estaba en otro lado.

Derritiendo el Frío Corazón de Hielo (Adaptación Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora