El lunes por la mañana, Jennie madrugó para poder dejarle el carro a Nick en su cochera antes de ir a trabajar.
El día anterior al final había limpiado ella misma el carro, pues todos los negocios de limpieza de vehículos estaban cerrados.
Por suerte, como la tapicería era de piel, la sangre saltó bastante bien.
No sabía nada de la evolución de Nick, pues no se había atrevido a llamarlo por si se ponía a insultarla a través del teléfono, pero estaba segura de que aquella mañana sabría algo en cuanto él o Marco aparecieran en la oficina.
Al final fue su jefe el que llegó primero, muy temprano para tratarse de él.
―Pasa a mi despacho, Jennie, necesito hablar contigo.
Aquellas palabras bastaron para hacerle un nudo en la garganta que consiguió tragar no sin dificultad.
Lo siguió al despacho interior y se sentó frente a él.
―¿Ocurre algo, Señor?―Ayer le dieron el alta a Nick y me lo llevé a casa.
―Me alegro.
―Me ha contado algo muy….. curioso.
Marco no se había sentado en su silla sino que estaba de pie, apoyado en el borde de la mesa, lo que le permitía mirarla desde arriba.
―¿Qué le ha contado?
―Me ha dicho que antes de su percance le contaste que eras….. homosexual. ―La palabra salió con dificultad de su boca―. ¿Es eso cierto?
―Se lo dije, para que me dejara en paz.
―¿Y por qué le dijiste algo así? Si lo eres, exijo saberlo. Hay muchas cosas que dependen de ti en esta empresa.
Claro, y si le decía la verdad que era gay ya no sería válida para asumir todas las responsabilidades con las que ahora cargaba, ¿No? ¡Menudo homófobo! Y su hijo, el que se creía sanador de chicas, era igual de idiota.
Y ni uno ni otro la sorprendían por su actitud, aunque sus razonamientos carecieran de lógica para ella.
―Señor fué lo único que se me ocurrió para que dejara de intentar ligar conmigo ―dijo Jennie―. Fue un simple error, me di cuenta enseguida, pero era eso o decirle que usted lo prohíbe.
―Entonces no eres homosexual.
―No, señor.
―Menos mal. Mi hijo lleva toda la mañana intentando convencerme de que te despida porque no podíamos tener a alguien así en un puesto tan importante como el tuyo.
¿Que qué? ¿Nick había intentado que la despidieran solo por tener gustos diferentes? Y eso que no iba a hacer nada contra ella si la cosa no funcionaba. Idiota completo.
―No tiene de qué preocuparse, señor.
Marco pareció tomárselo a bien, ya que sonrió.
―Por cierto Jennie, ¿Cómo dijiste que se había roto mi hijo la nariz?Jennie lo miró nerviosa. Seguía sin haberse puesto de acuerdo con Nick en qué historia se suponía que iban a contar.
―Se golpeó con el volante.
―¿Y por qué dijiste que frenó?
―Un carro.
―Es curioso, porque él dice que fue por un peatón que se le cruzó.
―¿Ah, sí? Pues debe ser que con el golpe se le han liado las cosas un poco en la cabeza, porque estoy segura de que fue un carro.
―De acuerdo, puedes marcharte Jennie. Pero antes llama a casa y pásame el teléfono, después puedes irte un rato a tomar café o algo.
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Derritiendo el Frío Corazón de Hielo (Adaptación Jenlisa G!P)
FanfictionLalisa Manoban es la "oveja blanca" de su familia porque tiene una Organización Social en lugar de trabajar en la empresa de su familia, el Banco Manoban. Ahora está de vuelta en su hogar porque necesita financiación para su proyecto y quiere que su...