Capítulo 51

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Era tarde para ponerse a llamar a los números de la lista que Jisoo le había dado, así que Lisa esperó hasta el día siguiente y a eso de las diez, llamó al primer teléfono del listado.

Había estado estudiando los números el día anterior y ninguno parecía ser más importante que los demás, así que mejor empezar de arriba a abajo.

―¿Sí, dígame?

―Hola, buenos días. ¿Está la señorita Kang?

―No, lo siento.

―¿Es usted su mamá?

―Sí.

―Quizá usted pueda ayudarme.

―¿En qué?

―¿Conoce usted a alguna Jennie?

―¿Por qué la pregunta?

―Ella me ha dado este teléfono. Según tengo entendido, tiene relación con ustedes.

―¿Con nosotros? ―La voz de la mujer sonó extrañada―. Ahora mismo solo me viene a la cabeza una Jennie, pero es mi sobrina y tiene tres años, así que dudo que le haya dado nuestro teléfono.

―Es un tema relacionado con el Banco Manoban―probó suerte Lisa.

―¿Có… cómo has dicho?

―Que es un tema relacionado con el Banco Manoban.

Por respuesta, Lisa oyó el insistente pitido de la línea. ¡La señora había colgado!

Durante unos segundos miró el teléfono, incrédula, y después decidió probar suerte con el siguiente número, pues probablemente la mujer ni se dignaría a descolgar de nuevo.

En aquella ocasión, decidió cambiar de estrategia.

―¿Quién habla? ―contestó un hombre.

―Hola, me llamo Lalisa y le llamo por un tema relacionado con Banco Manoban.

―¿Que llamas del Banco Manoban?

―Sí, señor.

―¿No querrás ofrecerme un producto?

―Pues n…..

El hombre no la dejó terminar.

―Atajo de ladrones son todos los del Banco. Hasta la coronilla estoy de ustedes. Me rio yo ahora de su jefe que va a ir a la cárcel. Ladrón de cuarta. Bien merecido tiene todo lo que le pase.

―Pero…..

―¡Ni peros ni nada! Ojalá pague bien caro en la cárcel, que bien a gusto se ha quedado quitándole a todos sus bienes.

Y ese señor le colgó.

Bueno, bueno, ¡Cómo estaba el panorama!

Difícil veía sacar algo en claro de todas aquellas llamadas.

¿Capáz le habría dado Jisoo aquella lista para quitársela de encima y reírse un rato de ella?

¿Sería su propia venganza por perseguirla hasta encontrarla?
«¡Toma, escucha lo que las clientas y sus familias piensan de tu padre».

Porque si tras aquellas dos llamadas tenía algo claro, era que las chicas de aquella lista habían sido clientas del Banco Manoban y sus familias estaban muy, pero que muy insatisfechas.

Decidió que en lugar de llamar por teléfono, iría a las casas de las dueñas de los números.

Se arriesgaba a salir linchada, pero quizá cara a cara podría hacer uso de su encanto personal y de su labia.

Derritiendo el Frío Corazón de Hielo (Adaptación Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora