Único Amor

Capítulo 50:Único amor

Yeimy

14 de febrero

Charly me había dicho que mi regalo de San Valentín lo vería en la cena, aún así me dio un hermoso ramo de flores.

Le entregué mi regalo.

-No puede ser ¡me encanta!

Era un kit musical de última edición, además una sudadera con una foto familiar.

-La voy a usar todos los días.

Me reí, era un bobo grande.

-Feliz San Valentín.

-Feliz San Valentín mi amor.

Besó mis labios con dulzura, pero nos tuvimos que separar gracias a un balbuceó.

Tenía a Aria sobre mis piernas y estan celosa de mamá, muy celosa.

Su cabello era castaño, tenía los ojos de su padre pero era idéntica a mí y eso me encantaba.

-Bebé de mamá.

La levanté y llené su regordeta mejilla de besos.

-La mimada de la mamá ¿no?

Asentí sonriente, no, no era mimada, la cuidaba muchísimo, aún así sabía que no iba a comprarle todo lo que quisiera o hacer lo que ella dijera, pero luego de tanto sufrimiento con Eric y ahora poder cuidar mi princesa me encantaba pasar horas y horas con ella.

-Mirá, nos va a salir cantante.

Si, ella se calmaba al escuchar música, pero no la de niños, no, las que tenían ritmo, le poníamos Tini y le encantaba.

-Pastelito, que te parece si tu te duchas y yo cambio a Aria.

-Gracias mi amor.

Le pasé la bebé y subí a buscar la ropa y ducharme, debía ser rápida l comenzaría a llorar.

Me lavé el cabello y me depile las piernas.
Observé mi cuerpo, aún habían secuelas del embarazo, me daban muy igual, Charly me amaba y solo eso importaba.

Sentí un ladrido mientras me cambiaba, seguramente Tammy jugaba con Aria, ya estaba grande pero era de todos menos peligrosa.

Incluso, la última vez había salvado a Vanessa de un delincuente. Asique era quién nos cuidaba a todos.

-¿Todo bien por acá?

Bajé en bata y observé a Charly con Aria en brazos, está vez estaba más calmada con él.

La tuvo las dos siguientes horas, era bueno que la pequeña se acostumbrará a él o lloraría con todos.

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Me observé en el espejo, llevaba una blusa y unos pantalones de color negro, me había puesto sandalias algo altas, llevaba tiempo sin usarlas.

Bajé las escaleras y sonreí al ver a Ligia y Botero.

-Gracias, por cuidarla- dije mientras besaba a Aria.

-Sabes que nos encanta, salimos a almorzar juntos, es turno de que salgan ustedes.

Le di unas indicaciones y salí encontrándome con Charly que me tendió la mano. Estaba más lindo de lo normal.

Durante el camino nos dedicamos a ir con nuestras manos entrelazadas, solo eso.

Al llegar noté el ruido de las olas, estábamos en la playa.

-Tengo que taparte los ojos pastelito, confía en mi.