Especial cumpleaños parte 2

700 32 6
                                    

Charly

Al subirse al auto tuve que fingir que no estaba nervioso, estuvimos en carretera cómo por veinte minutos, Eric traía a Vane siguiéndonos.

El viaje fue algo ruidoso, nuestros dos terremotos cantaban a todo pulmón atrás y Yeimy les hacía el corito.

-Hemos llegado, pero antes necesito un favor-digo volteandome hacía ella.

-Mmm depende mi amor-dice con una sonrisita.

-Que te cubras los ojos, es un lugar sorpresa.

Nuestras hijas terminaron por convencerla logrando que por fin se coloqué la venda color rosa que le habíamos traído.

Ambas pequeñas tomaron sus manos guiándola por el gran restaurante abandonado que habíamos decorado especialmente para ella durante las últimas semanas.

-1...2...3-susurre en su oído quitando la venda-¡Feliz cumpleaños!

Ahí estaban, Pite con Vanesa, Eric con Irma y sus hijos. Nuestros nietos que tanto amábamos. Mi mamá estaba de viaje con Botero así que no tuvieron oportunidad de estar.

-Charly, yo...wow.

Yeimy se volteó robándome un beso, dejándome sorprendido, luego alzó a nuestras hijas y se acercó a los demás. Mimando a Eric y Vanessa. Tambien a su nuera y yerno respectivamente.

-Feliz cumpleaños esposa mía, preparamos esto entre todos nuestros hijos, nietos, nuera y yerno.

Ella se acerca a mi abrazándome por la cintura, aún con los años sigue siendo mi reina, tan preciosa como siempre.

-Me ha encantado, vamos a sentarnos.

Y eso hicimos, cenamos en familia como habíamos acostumbrado a hacer, podíamos pelear, morirnos de celos y más, pero siempre estábamos juntos, después de seis años de matrimonio solo podíamos ser felices.

Yeimy

Abrí cada uno de los regalos, Charly ya me había dado dos por la mañana, un desayuno precioso y un vestido que quería hace ya un tiempo en tono Salmón.

-El último regalo, te lo doy más tardesito-susurro en mi oído picaramente.

Negué riendo, con las mejillas encendidas, aún me ponía nerviosa.

Ya eran pasadas las dos de la mañana, así que nuestros hijos iban a volverse. No Dylan, Alexander, Aria y Olivia morían del sueño, así que Eric junto a Vane iban a llevárselos.

-No se preocupen, les dejamos la noche libre asi no trauman nuestros hijos y hermanos.

Golpee el hombro de Eric y Vanessa soltó una carcajada.

-¡Adios!no rompan nada-advirtió antes de salir corriendo.

Solo pudo recordarme a Zulma seis años atrás, cuándo Charly y yo por fin nos estábamos dando una oportunidad.

-Bien mi amor, mi mujer, mi todo, estamos solitos.

Charly se pegó a mi cintura desde atrás, besando mi cuello. Nada había cambiado, la pasión seguía al límite, una sola mirada y eramos capaz de quemarnos.

-Me tenías una sorpresa ¿o no?

-Así es, no hay cama, así que tendrá que ser al aire libre.

Una risotada abandonó mis labios, pero cambió a una expresión de dulzura al ver una zona con almohadas y mantas con unas telas que cubrían todo, era al aire libre pero parecía una casita de acampar.

-Es preciosa-murmure

-Y perfecta para no partirse la espalda.

Me sobresalté cuándo Charly me levantó sobre sus brazos, tuve que sujetarme de su cintura con mis piernas y pasé mis mano por su cuello.

Lo besé con hambre, como si no hubiésemos estado juntos la noche anterior, como si no lleváramos seis años casados, simplemente cómo unos adolescentes deseando se.

Charly sujetó mis glúteos cómo tanto le gustaba y un gemido se ahogó en sus labios, éste sin lugar alguna era mi otro regalo.

Volvio a dejarme en el piso pero solo para quitar mi ropa, prenda por prenda hasta dejarme desnuda, a su merced. Yo hice lo mismo, ambos estábamos ahí, bajo las estrellas por entregarnos el uno al otro cómo solo el y yo podíamos hacerlo.

Me recostó en las almohadas y tuve que sujetarme con fuerza a una cuándo comenzó a estimularme, tocaba mi sexo de arriba a abajo, entreteniendose con mis pliegues y ese botoncito de placer torturandome a cada minutos que pasaba.

-No te detengas, no lo hagas-gemí con fuerza, tomándome libertades ya que no había nadie cerca.

-Eso es, disfru princesa.

Bajo sus labios desde mi cuello, pasando por las claviculas y deteniéndose en mis pechos, con su mano libre estimulaba uno, apretandolo con firmeza y sus labios trabajaron el que quedaba libre.

Primero lamia enviando pequeños espasmos a mi sexo, luego chupaba y mordia alternando entre uno y el otro llevándome al límite.

Bajó por mi abdomen sin dejar de apretar uno de mis senos y cuando llegó a mi sexo, se prendió de él cómo tanto le gustaba, yo ya no podía más, mis manos sujetaban su cabello con fuerza.

Su lengua me torturaba, lamiendo mi botón de placer en círculos, aumentando las sensaciones, cuándo no pide contenerlo más me corrí.

-Dios, Charly, no puedo más.

El levantó su vista sonriéndome malisiosamente sin dejar de estimularme, me retorcía en mi lugar consumida por el placer, entonces sin esperarlo lo sentí llenarme, moviéndose rítmicamente en un movimiento frenético.

-No puedo cansarme de esto-casi gruño en mi oído.

Clavé mis uñas en su espalda cuándo aumentó los embates, sentía un nudo en el vientre que crecía poco a poco, hasta que por fin volví a liberarme. Charly volteó, quedándo está vez yo arriba, moviéndome como tanto me gustaba.

Charly acompañaba mis movimientos, de arriba a abajo e incluso en círculos, lo sentía tocar el fondo de mi canal, estimulando lo necesario para volverme loca.

-Juntos-murmuro en mi boca.

Y yo solo pude asentir dejándome llevar, sentí su semilla llenarme y me desvanecí en sus brazos en un tercer orgasmos.

-El mejor...regalo de cumpleaños-dije cómo pude tomando bocanadas de aire.

Charly me hizo a un lado para que nos pudiéramos abrazar. No podía dejar de mirarlo.

-Duerme mi amor.

Bueno Bueno, no se si haré algun otro extra más adelante, pero espero les guste

Único AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora