Capítulo 12: la luna de miel

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Yeimy

Me desperté debido a algo húmedo que estaba sintiendo, cuál fue mi sorpresa al abrir los ojos, recién estaba amaneciendo, no debí dormir ni tres horas.

Un gritó abandonó mis labios cuándo sentí algo más fuerte, quité las sábanas y me encontré a Charly mordiendo y succionando mi clitoris.

-Dios, que buen despertar.

Me dolía todo pero quería seguir con este maratón de sexo que estábamos teniendo, luego podríamos disfrutar de nuestra hija.

-¿Cómo piensas saciarme estás ganas Charly Flow?

-Se me ocurren varias maneras

Lo vi abrir el cajón de la comoda para luego sacar un aparatito, no debía explicarme mucho.

-Charly...

-lo compré antes de nuestra boda, un regalito.

Charly lo prendió y comenzó a moverse, un vibrador, estábamos hechos unos pervertidos pero quería probar.

Lo acercó hasta mi sexo y lo introdujo poco a poco, noté que una parte estimulaba por dentro y la otra mi botón sensible.

Era abrumador, muy seguramente Charly lo estaba disfrutando también porque había puesto las vibraciones más altas

-¿Te gusta?-me preguntó al ver que no hablaba.

-Dios ¡Sí!

Siguió moviéndolo en mi interior, sentí como algo se acumulaba en mi vientre y me corrí.

-Necesito intentar algo.

Charly no paró el movimiento, al contrario aumentó la intensidad, quise decirle que era demasiado. Estaba revolcandome en la cama, la sensación era abrumadora, por un momento sentí en que iba a orinarme, tenía sentido no había ido al baño desde la noche
-Charly, voy a...

-Confía en mí, sea lo que sea, no lo reprimas.

Y así lo hice, me dejé llevar, corriendome como nunca antes lo había hecho. Charly apartó el aparato del demonio y me miró sonriente mientras intentaba recuperarme.

-¿Qué fue eso?-dije al borde del desmayo.

-Un squirt, es...

-Ya se lo que es-lo corté de golpe-dios, no pensé que alguna vez podía lograrlo, me duele todo. Voy al baño.

Me levanté corriendo y descargue todo el líquido contenido durante la noche, de paso me había tomado hasta el agua de los floreros en la fiesta.
Me higienise y me espanté al ver la cantidad de marcas que tenía, ni hablar de mi pobre trasero.

Estaba radiante eso era claro, pero se había encargado de dejarme invalida en verdad, porqué me costaba moverme.

Salí del baño y me encontré a Charly recostado sobre la cama completamente desnudo.

-Tenemos dos horas-dijo y palpó sus muslos.

No me hice de rogar. Pasé una pierna a cada lado y introduje su miembro nuevamente, ninguno de los dos nos agotabamos

-Movete mi amor.

Comencé a subir y bajar, el dolor que sentia luego de tanta fricción no me importaba, solo disfrutaba el estar ahí con mi marido.

Mis ojos no se despegaban de los suyos, siempre me sentía la mujer más hermosa en sus ojos

Lo vi tomar el vibrador nuevamente y quise matarlo cuando lo pegó a mi sexo.

-Dioss, no, no, apágalo.

Empezó a reír pero no lo sacó, aumentó la intensidad de todo y me dejé llevar, cuándo quise acordar estaba corriendome otra vez, sintiendo el placer abordarme. Charly me siguió y me llenó nuevamente.

Me salí hacía un costado provocando que toda su semilla bajara por mis piernas. Ahora si estábamos agotados por fin.

-Tengo que ducharme-dije y me paré como pude.

-Te ayudo, no haremos nada, lo prometo.

Asentí y me ayudó a entrar en la ducha, me reí suavemente al ver que comenzaba a enjuagarme el cabello mientras yo limpiaba mi cuerpo, las marcas seguían pero ya no me sentía pegajosa.

Terminó de lavarme el cabello y me ayudó a salir, una vez estuve en mi bata me abrazó con fuerza.

-Creo que vas a tener que descansar-dijo riéndose al ver mi estado.

-Te amo idiota.

-Yo a ti mi amor, ahora ve a cambiarte que voy a ducharme, luego te seco el cabello.

Se metió al baño sin dejarme hablar si quiera y sonreí, bobo grande.

Cumplió lo que me dijo y ahora estaba sentada mientras el pasaba el secador en mi cabello e intentaba desenredarmelo.

¿Ven porqué lo amo?

Te costó varios años aceptarlo, loca

Buen punto, pero ahora éramos felices, solo eso importaba.

Pese a haber tenido tal sección anteriormente no cambiaba el hecho de lo que eramos fuera de la cama, si había coqueteo y provocaciones, pero no parábamos de mimarnos y besarnos a cada rato.

-¿Preparada para tu luna de miel?

-Sí

Bueno, regalito de hoy, quizás no haya delicioso en varios capítulos ya que solo quiero mostrar su viaje y todo eso. Diafruten.

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