¿Tengo que contar toda la historia? Pues creo que esa ya la saben, luego de mi gran venganza y mi hermosa vida feliz. El destino se hizo cargo de cobrarme cada una de las cosas malas que hice, pero....¿fueron con una buena razón no? Pese a todo eso...
Un golpe en la puerta me despertó por la madrugada, estaba abrazado a Yeimy así que me levanté con cuidado.
¿quién mierda era ahora?
Abrí la puerta que daba a las escaleras y observé a Juancho, abrí mis ojos sorprendido y se me fue el sueño de golpe.
¿Quién carajos lo había dejado pasar?
-¿Qué mierda haces acá?
-Tengo que hablar con mi mujer.
Éste necesitaba un loquero urgentemente.
-Numero uno ella no va a hablar con vos, número dos no es tu mujer.
-Abrase Charly ¿no se da cuenta que ella no lo ama?
Fingí reirme, pero la situación asustaba, cubrí más la puerta con mi cuerpo por si se le ocurría entrar.
-Andate de acá o llamo la policía.
-Esto no se va a quedar así.
Cerré la puerta de golpe echándole llave y atrancandola con una silla.
Me volteé y observé a Yeimy, el ruido la había despertado.
-Perdón, no quise despertarte.
Ella se acercó hasta dónde estaba y me abrazó con fuerza.
-Me asusta Charly.
-Lo se mi amor, a mi también.
La obligué a mirarme y recogí un pequeño mechón de cabello
-Todo va a estar bien, pero hay que mudarnos, no me quedo tranquilo con que sepa dónde estámos.
-Se supone que Juan se había ido unas semanas de Colombia.
-Seguro vio nuestra entrevista, contéstame lo otro
-Bien, podemos mudarnos
Yeimy solo tenía algunas cosas personales y ropa, lo demás Juan le había prohibido sacar, ya lo habíamos denunciado.
-Eso, ahora a dormir.
La arrastré al cuarto y me recosté junto a ella otra vez.
-Buenas noches pastelito.
-Buenas noches.
♡♡♡♡♡♡♡♡♡♡ Por la mañana preparamos juntos el desayuno, le enseñé a hacer wafles y terminamos enchastrados por todos lados.
-Ok, hay que ducharse luego.
Nos sentamos a desayunar.
-Tienes que comprarte el traje para el casamiento de tu hija y acompañarme a por un vestido, a Vane se le olvidó- dijo enumerando con sus dedos- y además hay que ver sobre ese campamento, ya le dije a eric que podían ir luego del casamiento.
-Bueno, podemos ir en la tarde a la tienda.
Ella asintió sonriente, no dejaba de mirarla, estaba ahí en mi cocina cubierta únicamente con mi camiseta, con una barriga que la hacía ver aún más hermosa.
-¿Cómo fue tu embarazo con Eric?
Quizás había sonado brusco pero no pide evitar preguntar.
Soltó los cubiertos y me miró unos segundos.
-Cuándo me enteré iba a darlo en adopción cuándo naciera.
Sus palabras me cayeron como un balde de agua fría y tuve que sujetarme a la encimera.
-Pero Charly, cuándo lo tuve en mis brazos después de negarme por tanto tiempo, sentí desfallecer, tan pequeño, tan perfecto, era idéntico a ti, aún así el era luz.
Yeimy había sujetado mi mano con fuerza.
-No, no me pidas perdón-dijo cuándo intenté hablar- todo ya pasó Charly, ahora tenemos a Eric, a Vanessa y a éste bebé.
-Me gustaría haber estado contigo- confesé y ella sonrió.
-Dios nos dio otra oportunidad Charly.
La abracé dejando un beso en su coronilla.
-¿Cómo era Eric de pequeño?
Quizás llevábamos una mala relación, pero siempre lo había visto de niño.
-Era todo un terremoto, se la pasaba de un lado a otro desde que aprendió a caminar, tomaba mi micrófono y gritaba por la sala, debí darme cuenta que quería ser cantante.
-Mi niño, talentoso desde chiquito.
-Usaba un gorro, como vos, dios, era idéntico y no me daba cuenta.
Una sonrisa se formó en sus labios y me besó con fuerza.
-No importa lo que haya pasado Charly, te amo, muchísimo.
Era difícil que Yeimy me confesara algo, pero cuándo lo hacía era capaz de alegrarme el día.
-Yo te amo más pastelito.
Sabía que le molestaba, pero en el fondo le gustaba.
-Charly...
-Mhm
-Hay una cucaracha en la mesada.
Me volteé a dónde señalaba, pero no veía nada. Ella se levantó y se acercó, la seguí y de pronto, la sentí gritar.
-¡Charly vuela! La tengo en el brazo, la tengo en el brazo.
Busque desesperadamente y cuándo la vi intenté quitarla pero se prendió a mi dedo, ahora quién gritaba era yo, terminé por tirarla al suelo y pisandola.
Me sacudí la mano y observé a Yeimy.
Bastaron cinco minutos para que ambos comenzaremos a reír.
-Dios mío, que asco
Me reí más y me agaché tomándola de las piernas para elevarla a mi altura fijando mis labios a los suyos.
-Ahora más que nunca debemos ducharnos.
La llevé hasta el baño recibiendo golpes de su parte, podría acostumbrarme a esto.
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Chicas si se acuerdan que esto me lo pidieron hace meses?jajaja pues bienvenida sea la cucaracha Por cierto puede ser que esto duré 50 capítulos