Capítulo 13:La Fontana di Trevi

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Roma-Italia

Yeimy

Caminamos por las calles de roma disfrutando de la noche tan hermosa que era.

Nos detuvimos en un puesto de helados ya que llevaba pidiéndole uno a Charly. Llevaba mi pequeña Aria en una carriola así que el se acercó a comprarlos.

-buona notte, cosa vuoi?-dijo un vendedor bastante alegre

(buenas noches ¿qué van a querer?)

-non parlo italiano-contestó Charly.

(no habló italiano )

Tuve que reírme, seguramente solo se había aprendido esa frase en Italiano.

Le dejé la carriola a mi marido y me acerque yo.

-buona notte, due gelati al cioccolato, per favore-dije con mi mejor acento

(buenas noches, dos helados de chocolate, por favor)

-Divertirsi

(Disfrute)

Me acerqué a mi amor y le pasé el helado, caminamos hasta unas mesas que habían, Charly empujaba la carriola con una mano y yo con la otra, estaba más que feliz, no me molestaba ir con mi niña, solo bastaba estar junto a Charly para ser feliz.

-¿Dónde aprendiste a hablar Italiano?-preguntó de golpe

-Aprendí por mis colaboraciones con varios artistas, si queres te enseño.

-Por favor-dijo como niño chiquito-estive una semana aprendiendo esa frase.

Oh sí, eso era muy Charly.

-ti amo, amore mío.

-Eso si lo entendí-dijo orgulloso-te amo mi pastelito.

Pegó sus labios a los míos en un dulce beso, no podía pedir más, estaba con el hombre que amaba disfrutando de un helado en Italia y quién sabe a dónde iríamos luego.

-Tengo que mostrarte algo.

Tomo mi mano y caminamos durante bastante tiempo hasta dar con un lugar precioso.

-Wow ¿qué es esto Charly?

-La Fontana di Trevi

Lo miré sorprendida pero el sonrió.

-Acabo de leerlo para poder decirlo, es la fuente más hermosa y el lugar más romántico de roma.

Me acerqué a la fuente y sonreí al ver monedas en ella.

-Hay una tradición, te pones de espaldas y lanzas tres monedas con ka mano derecha sobre el hombro izquierdo, así podrás casarte con el amor de tu vida.

-Oh, entonces tengo que hacerlo.

La mirada que me dio Charly me obligó a ocultar una carcajada.

-¿Y yo que soy?-preguntó indignado.

-Mi marido, mi amor, mi todo.

Le di un dulce besito y me senté a la orilla de la fuente con Aria en brazos, disfrutando de esos ojos azul cielo que no solo los tenía mi charly, si no que mis dos hijos también.

-Yeimy Montoya, eres malvada.

¿En serio había logrado ser feliz?no todo era fácil, algunas veces recurriamos a mi tan ansiada doctora Olga, claro que la mayoría de peleas se terminaron con el nacimiento de Aria, mis hormonas estaban más tranquilas y me era más fácil escucharlo.

Zulma decía que me desconocía y Cata, pues ella dijo que siempre lo había sabido, que algo pasaba entre ambos.

Digamos que yo había sido la última en darme cuenta de lo que  sentía por este guapo hombre a mi lado.

-No tienes pinta de Italiano Charly Flow.

-Y tu tienes pinta de bruja, despeinada.

Pasó su mano por mi cabello, logrando que los mechones calleran desaliñadamente.

-Voy a asesinarte hijueputa.

Le lancé con el bolso lográndo darle en su mejilla derecha, el lo sujetó entre sus manos sorprendido.

-Loca ¡casi me matas!

Se acercó con toda intención de agarrarme pero me levanté justo a tiempo logrando que casi cayera a la fuente, sus manos hasta su codo estaban empapadas, debíamos volver al hotel.

-Vamos príncipe azul o vas a enfermarte.

El caminó a mi lado con ganas de querer matarme y yo solo podía disfrutarlo, me daba demasiada ternura verlo así.

-Guapo, cuida nuestra niña, voy a ducharme.

Me encerré en el baño y suspiré, pueden imaginarme en una nube, disfrutando de lo que vivía a su lado.

Me quité la ropa y me reí al verme, madre santa. Ignorando los dos o tres kilos de más gracias a mi embarazo, lo que más resaltaban eran las marcas, si, estaban las de mis atentados, pese a eso, las importantes eran otras.

Sus dedos marcados en mi cintura, debido a su fuerte agarre, las mil mordidas que adornaban mi cuerpo. Mis glúteos se llevaban las peores.

Oficialmente debía recuperarme, me costaba levantar la pierna incluso para ingresar en la ducha, pero todo valía la jodida pena.

Fue una ducha rápida, tampoco quería aprovecharme, ambos estábamos agotados, recorrimos la mayor parte de Roma durante el día, era un lugar sensacional.

-Mi amor ¿qué haces aquí?

La puerta se había abierto de golpe dándo paso a Charly.

-Aria está dormida, pero necesitaba un baño urgente, me bebí dos botellas de agua.

Me reí cuándo tuve que moverme para darle lugar en el excusado, me lavé los dientes y no me podía creer el nivel de confianza que habíamos creado.

-Perdón mi vida, pero me has visto con menos ropa.

Tiró del agua y me reí, dios cuánto lo amaba.

-No me molesta, en serio.

Dejé un beso con mucho ruido en sus labios y salí a ver mi pequeño monstruito, milagrosamente estaba dormida, no iba a moverla de ahí, no hasta que despertara.

-Pastelito, en otros momentos me hubiese gustado hacer muchas cosas con vos, pero veamos una pelicula ¿te parece?

Me senté en sus piernas melosa y lo abracé cubriendonos con la manta mientras conectabamos la computadora, al menos que quisiese ver una película en italiano.

Charly dejó un besito en mi nariz y se acomodó para ver la película, así eramos nosotros, disfrutábamos de nuestra compañía de todas las formas posibles, incluso en el baño como hace unos momentos.

Hola, capitulo dedicado a Fabiola que siempre dice que le encanta mi historia.


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