Capítulo 15:la familia

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Charly
Julio

-¿Amor? Qué sucede?

Habían pasado varios meses de nuestro casamiento, nuestra pequeña hija tenía seis meses de edad y no podíamos estar más felices. Babeabamos por ella.

-Charly, se acabó mi felicidad.

La miré sin entender, estaba en la cama con ambas manos sobre su vientre, como si sufriese lo peor del mundo.

Me acerqué y coloqué mi mano en su frente, intentando saber que le pasaba.

-Amor, no te entiendo.

-Han pasado seis meses y ha vuelto mi periodo.

Me alejé de ella y suspiré, la miré mal y golpeé su hombro levemente.

-Me asustaste ¿qué no lo tenías antes mi amor?-le pregunté intentando calmarla

Ella se volteó para poder verme mejor y negó con su cabeza.

-Si, pero se fue durante mi embarazo y ahora, seis meses después a vuelto.

Pensé un poco, quizás necesitaba algo así que tenía que mimarla un poco

-Mm ¿necesitas helado?

Me acerqué más a ella masajeando su estómago dulcemente.

-Chocolate por favor-dijo cómo niña chiquita-y que me abraces un ratico.

Era una consentida, incluso más que nuestros hijos, los cuáles ya extrañabamos

Fui a la cocina por un paquete de chocolates y volví junto a ella, no sin antes revisar que todo estuviese bien con nuestra niña, ahora dormía mucho más y estaba algo más calmada.

-Te mi amor.

Me acosté a su lado y una vez la vi echarse un puñado de chocolates la abracé por atrás, dándole dulces besitos, jamás iba a cansarme de esto.

-Nunca tengo suficiente-dije sincero- no puedo vivir sin ti.

La sentí reír levemente, su pecho moviéndose al ritmo de la acción bajo mis brazos.

-Eres todo un romántico, yo tampoco puedo vivir sin ti.

Cada tanto la notaba sujetar su vientre con fuerza, y en algún que otro momento me empujaba o golpeaba, pero sabía que estaba sufriendo, sobre todo luego de no tenerlo por meses.

-Voy a traer a Aria, así no tienes que levantarte.

Me crucé a la habitación y sonreí al verla despierta, está se encontraba mirando el colgante de su cuna, como si fuese lo mejor del mundo.

-¿Dónde está la bebé de papá?

La sostuve en mis brazos, llenándola de besos por todas partes. Agradeciendo a Dios por vivir esto con la mujer que amo.

-Vamos a ver a mamá que está malita.

La cubrí con una delgada manta y me dirigí al cuarto, dejándola en el medio de ambos. Parecía que era capaz de curar todo, porqué Yeimy se encontraba alegre nuevamente y no paraba de hacerle pequeñas cosquillas, todo se le olvidaba.

-Es tan perfecta-dijó de pronto en un leve susurro-sus manos, tan pequeñitas ¿has visto sus pestañas?creo que tiene más que yo.

Tomé la pequeña manito y sonreí cuándo me sujetó el dedo con fuerza, habían altibajos pero lográbamos superarlos, calmamos el llanto o corríamos al hospital ante la mínima fiebre o resfrío.

-Es perfecta, cómo tú.

Mi hermosa esposa me abrazó por un costado llenándome de besos y tuve que separarme mientras reía, amaba esa faceta dulce y romántica de ella.

Yeimy

Había amanecido un poco mejor, aproveché que hoy no trabajaba  y llamé a Vane, hablamos durante un rato. Me contó sobre su relación con Pite.

-Hay días en que quiero matarlo.

Me dijo ella y me reí, porqué Charly yo queremos matarnos la mayor parte del día, pero logramos una buena comunicación y confianza.

Mi niña me contó que pese a todo siempre se apoyaban y estaban juntos para lo que sea, se veía feliz pero extrañaba a su padre, supuse que pronto viajaría a verla.

-Mi amor, te tengo una sorpresa.

Toqué dulcemente la mejilla de Charly hasta que despertó y entonces lo vi sonreír alegremente al ver la pantalla del computador

-¡Vane!

Se la pasaron hablando mientras yo preparaba a Aria, pasaríamos el día en casa de Irma y Eric, si, ya no era un departamento, habían comprado una bonita casa muy cerca de aquí y mejoraron su relación con él tiempo.

-¡Hay pero que niña más hermosa!

Peiné su cabello castaño, idéntico al mío de niña, lo único que tenía de su padre eran sus ojos y estaba feliz, porqué por fin uno de mis hijos se parecía a mí.

El temperamento era el mismo, terminaba enojandose la mayor parte del tiempo y Charly no paraba de repetir "es igual a la madre"

Una vez le coloqué los zapatos la acosté en su carriola de bebé y caminé a la salida, esperando a Charly, ahora que teníamos una bebé yo era mucho más rápida que él en arreglarme.

-Acá estoy mi amor, déjame te ayudo.

Charly tomó mi bolso y lo cargó hasta el auto, ahí me ayudó a guardar lo demás y salimos rumbo a la casa de nuestro hijo, el cuál estaba creciendo tan rápido que se me iba de las manos.

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-¿qué vos qué?-grité

-Shh mamá, que nos escucha.

-Perdón, perdón-dije mientras caminaba de un lado al otro.

Charly fijó su mirada en mí y me tomó de la mano para calmarme.

-Es grande mi amor, sabe lo que hace.

Eric nos había alejado a una esquina y decidió contarnos una idea.

Aprovecharía la gira que sería dentro de un mes para pedirle matrimonio a Irma, me había tomado por sorpresa, de eso no cabía duda.

-Es que mi bebé está muy grande-dije mientras acariciaba su mejilla-pero tienes mi apoyo.

-El mío también hijo-dijo Charly está vez abrazandolo.

-Los amo papás.

Hola, he vuelto.

Os quiero, pero me voy a mimir jejej

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