Charly
Julio-¿Amor? Qué sucede?
Habían pasado varios meses de nuestro casamiento, nuestra pequeña hija tenía seis meses de edad y no podíamos estar más felices. Babeabamos por ella.
-Charly, se acabó mi felicidad.
La miré sin entender, estaba en la cama con ambas manos sobre su vientre, como si sufriese lo peor del mundo.
Me acerqué y coloqué mi mano en su frente, intentando saber que le pasaba.
-Amor, no te entiendo.
-Han pasado seis meses y ha vuelto mi periodo.
Me alejé de ella y suspiré, la miré mal y golpeé su hombro levemente.
-Me asustaste ¿qué no lo tenías antes mi amor?-le pregunté intentando calmarla
Ella se volteó para poder verme mejor y negó con su cabeza.
-Si, pero se fue durante mi embarazo y ahora, seis meses después a vuelto.
Pensé un poco, quizás necesitaba algo así que tenía que mimarla un poco
-Mm ¿necesitas helado?
Me acerqué más a ella masajeando su estómago dulcemente.
-Chocolate por favor-dijo cómo niña chiquita-y que me abraces un ratico.
Era una consentida, incluso más que nuestros hijos, los cuáles ya extrañabamos
Fui a la cocina por un paquete de chocolates y volví junto a ella, no sin antes revisar que todo estuviese bien con nuestra niña, ahora dormía mucho más y estaba algo más calmada.
-Te mi amor.
Me acosté a su lado y una vez la vi echarse un puñado de chocolates la abracé por atrás, dándole dulces besitos, jamás iba a cansarme de esto.
-Nunca tengo suficiente-dije sincero- no puedo vivir sin ti.
La sentí reír levemente, su pecho moviéndose al ritmo de la acción bajo mis brazos.
-Eres todo un romántico, yo tampoco puedo vivir sin ti.
Cada tanto la notaba sujetar su vientre con fuerza, y en algún que otro momento me empujaba o golpeaba, pero sabía que estaba sufriendo, sobre todo luego de no tenerlo por meses.
-Voy a traer a Aria, así no tienes que levantarte.
Me crucé a la habitación y sonreí al verla despierta, está se encontraba mirando el colgante de su cuna, como si fuese lo mejor del mundo.
-¿Dónde está la bebé de papá?
La sostuve en mis brazos, llenándola de besos por todas partes. Agradeciendo a Dios por vivir esto con la mujer que amo.
-Vamos a ver a mamá que está malita.
La cubrí con una delgada manta y me dirigí al cuarto, dejándola en el medio de ambos. Parecía que era capaz de curar todo, porqué Yeimy se encontraba alegre nuevamente y no paraba de hacerle pequeñas cosquillas, todo se le olvidaba.
-Es tan perfecta-dijó de pronto en un leve susurro-sus manos, tan pequeñitas ¿has visto sus pestañas?creo que tiene más que yo.
Tomé la pequeña manito y sonreí cuándo me sujetó el dedo con fuerza, habían altibajos pero lográbamos superarlos, calmamos el llanto o corríamos al hospital ante la mínima fiebre o resfrío.
-Es perfecta, cómo tú.
Mi hermosa esposa me abrazó por un costado llenándome de besos y tuve que separarme mientras reía, amaba esa faceta dulce y romántica de ella.
Yeimy
Había amanecido un poco mejor, aproveché que hoy no trabajaba y llamé a Vane, hablamos durante un rato. Me contó sobre su relación con Pite.
-Hay días en que quiero matarlo.
Me dijo ella y me reí, porqué Charly yo queremos matarnos la mayor parte del día, pero logramos una buena comunicación y confianza.
Mi niña me contó que pese a todo siempre se apoyaban y estaban juntos para lo que sea, se veía feliz pero extrañaba a su padre, supuse que pronto viajaría a verla.
-Mi amor, te tengo una sorpresa.
Toqué dulcemente la mejilla de Charly hasta que despertó y entonces lo vi sonreír alegremente al ver la pantalla del computador
-¡Vane!
Se la pasaron hablando mientras yo preparaba a Aria, pasaríamos el día en casa de Irma y Eric, si, ya no era un departamento, habían comprado una bonita casa muy cerca de aquí y mejoraron su relación con él tiempo.
-¡Hay pero que niña más hermosa!
Peiné su cabello castaño, idéntico al mío de niña, lo único que tenía de su padre eran sus ojos y estaba feliz, porqué por fin uno de mis hijos se parecía a mí.
El temperamento era el mismo, terminaba enojandose la mayor parte del tiempo y Charly no paraba de repetir "es igual a la madre"
Una vez le coloqué los zapatos la acosté en su carriola de bebé y caminé a la salida, esperando a Charly, ahora que teníamos una bebé yo era mucho más rápida que él en arreglarme.
-Acá estoy mi amor, déjame te ayudo.
Charly tomó mi bolso y lo cargó hasta el auto, ahí me ayudó a guardar lo demás y salimos rumbo a la casa de nuestro hijo, el cuál estaba creciendo tan rápido que se me iba de las manos.
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-¿qué vos qué?-grité
-Shh mamá, que nos escucha.
-Perdón, perdón-dije mientras caminaba de un lado al otro.
Charly fijó su mirada en mí y me tomó de la mano para calmarme.
-Es grande mi amor, sabe lo que hace.
Eric nos había alejado a una esquina y decidió contarnos una idea.
Aprovecharía la gira que sería dentro de un mes para pedirle matrimonio a Irma, me había tomado por sorpresa, de eso no cabía duda.
-Es que mi bebé está muy grande-dije mientras acariciaba su mejilla-pero tienes mi apoyo.
-El mío también hijo-dijo Charly está vez abrazandolo.
-Los amo papás.
Hola, he vuelto.
Os quiero, pero me voy a mimir jejej
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Único Amor
Fanfiction¿Tengo que contar toda la historia? Pues creo que esa ya la saben, luego de mi gran venganza y mi hermosa vida feliz. El destino se hizo cargo de cobrarme cada una de las cosas malas que hice, pero....¿fueron con una buena razón no? Pese a todo eso...