"Bella Traición" (Rocky Lynch y Tu) (HOT)

Capitulo 19: El sueño hecho realidad

NARRA SCARLETT:

Me había despedido de ____. Y a lo lejos la vi con su familia, siendo felicitada. No pude evitar derramar una lágrima. Acomode mi mochila en mi hombro y me dirigí a la puerta. Mientras lo hacía podía a ver a más gente con sus hijas. ¿Y mis padres?... Ellos se alejaron por trabajo y ni saben cómo estoy.

“Scarlett” oí a lo lejos.

Volteé rápidamente y mis ojos se sorprendieron de ver a mi amor platónico, dirigiéndose a mí con un ramo de rosas que creía que eran de su hermana.

-       Te he traído esto – sonrió y me dio el ramo.

-       Oh Eleazar - no pude evitar pegar el ramo y olor ese lindo aroma a rosas - No tenías que…

-       Claro que si…- me interrumpió - Debía traerle sus flores favoritas a una grandiosa chica…

Abrí mis ojos de golpe alejándome un poco del ramo para verlo directamente.

-       Espera… ¿Cómo has sabido que amo las rosas?

-       Tengo mis contactos - se rio - ¿Quieres ir a comer conmigo?

-       Pero - me mire.

-       Te llevo a tu casa si quieres cambiarte, pero no aceptare un no por respuesta

Sonreí tímidamente

-       De acuerdo

Me llevo a su automóvil, mientras miradas nos rodeaban. Eleazar era muy encantador, que cualquier tipa quisiera tenerlo a su lado. Menos _____ claro, ya que es su hermano. Juntos son los “hermanos encantadores”. Pronto llegamos a mi casa, me metí rápidamente a la ducha y comencé a arreglarme, mientras tanto había dejado a Eleazar en la sala viendo la televisión.

Decidí ponerme un vestido pegado color negro. Algo que combinara con la ropa de Eleazar sin que se notara mi propósito. Le di un poco de volumen a mi pelo y me maquille.

NARRAS TÚ:

Vi de lejos como el plan de Eleazar iba funcionando. Si, ayude a mi hermano para que saliera con alguien que valiera la pena. ¿Y quién mejor que mi mejor amiga? Sonreí al ver que efectivamente le había dado aquellas rosas que le fascinan. Mi madre recibo una llamada de mi padre, le pedía urgentemente su presencia en la empresa. Tal parece que hubo una falla en las líneas de producción de tela. Debían verificar que todo estuviera bien.

La verdad me sentía feliz que se fuera. Había tanto que decirnos Rocky y yo, cosas que no podría saber mi madre. Rocky metió mi mochila en la cajuela de su automóvil. Aquel automóvil negro que recuerdo que ha sido testigo de nuestras calentadas. En otras palabras menos feas, diría que ha sido testigo que Rocky y yo debíamos estar juntos. Ambos subimos al auto y nos encaminamos a un largo viaje.

-       Rocky ¿A dónde vamos? – pregunte curiosa.

-       No lo sé – miraba por el retrovisor – primero a llevarte a tomar algo.

-       ¿Qué tomaremos? – dije gustosa. Qué lindo detalle de su parte.

-       ¿Qué se te antoja?

-       ¿Qué tal si vamos por una malteada a la plaza?

Rocky me sonrió, tal parece que él tenía la misma idea. Disfrutaríamos muy bien este día. Los dos juntos, tal como lo hemos deseado. Llegamos rápidamente a una plaza frente a una iglesia, aquella iglesia que vio casarse a mis padres. Al frente de la iglesia pero después de cruzar la plaza, se encontraba un bello lugar para sentarte y tomar algo. Llegamos y pedimos gentilmente las malteadas.