"Bella Traición" (Rocky Lynch y Tu) (HOT)

Capitulo 41: Noticias Interesantes

NARRAS TÚ:

Desperté bien temprano, y bien gustosa. Hoy, Scarlett me dejaría a mi pequeño sobrino. No tuve que esperar demasiado, me lo trajo a las nueve en punto, según mi reloj. Jugué con él un rato, le di su biberón cuando tuvo hambre, camino un poco por la sala y al final se quedó dormido en uno de los sofás.

- Hija – dijo mi madre entrando por la puerta principal - ¿Estas lista?

- ¿Para qué? – pregunte dudosa – La presentación es a las 8, todavía tengo tiempo

- No hija...iremos a ver a la modista, ¿Lo olvidaste?

Me quede helada

- ¡Dios! ¡Es cierto! ¿Cómo pude olvidarme de algo tan importante?

- Son las 12:30 tienes la cita a la 1

- Estaré lista – me levante del sofá – Pero... ¿Y Alex?

- Irma nos ayudara, Scarlett debe entendernos

- Sí, es importante

Mama, llamo a Irma y llevo al pequeño Alex a mi cuarto. Retoque mi maquillaje, y pronto estuvimos en el automóvil.

NARRA ROCKY:

Había tomado una ducha, con agua tibia. Era realmente relajador, me había rasurado y había cambiado mi ropa. Me veía como un hombre nuevo. Me pare frente al espejo del baño, tenía mucho de no verme así, de limpio. Solo tengo ese golpe que me han dejado, cerca del ojo. Lleve la caja de cartón a mi habitación, la deje delicadamente en mi cama, me senté a un lado de ella.

Comencé a sacar todas las cosas que había en ella. Todo lo que Scarlett me había regalado, pronto tuve en mis manos, aquellas fotografías las cuales, me hacían suspirar al solo verlas. Ella, la razón por la cual no me deje morir ahí dentro, prisionero. Acerque una de las fotografías a mi rostro.

- Te extraño _____ - bese su fotografía – Por ti, cambiare, te lo prometo. – pase mi mano por la fotografía – Buscare un trabajo, me superare... pero... sé que aunque cambie, ya no seré digno de ti...

Me recosté en la cama.

- Mi pequeña ____... ¿Qué estarás haciendo en estos momentos?

NARRAS TÚ:

Charlie, amablemente nos llevó hasta nuestro destino, aquella casa de modas, donde estaba una increíble modista, la cual, me haría el honor de diseñar y hacer el vestido de novia perfecto para mi boda.

- Maribel, ya he llegado a la prueba de vestido – dije gustosa hacia la modista

- ¡____! Estoy segura que te encantara el diseño, seguí todas las indicaciones de cómo lo querías – camino por el lugar – Solo falta ver que te quede si no debo de ajustarlo. Empezamos cuando quieras – me sonrió.

- ¡Claro! ¡Empecemos!

Salí del probador con mi vestido puesto, mi madre me veía asombrada. Maribel me ayudo a subir a un pequeño banquito para ver lo largo. Frente a mí, se encontraba un gran espejo. ¿Esa era yo? ¿Con un vestido blanco? ¿No es un sueño?

El vestido era magnifico aunque sencillo, el corset se amoldaba a mi cuerpo perfectamente, tenía solo un tirante hacia mi hombro derecho, y sobre este, llevaba una flor de tela blanca con aplicaciones en plateado. La falda comenzaba desde la cintura y caía en línea recta hasta el piso. Como dije, es magníficamente sencillo, pero igual, la tela con la que fue hecho, era de las más finas que pueda existir.