"Bella Traición" (Rocky Lynch y Tu) (HOT)

Capitulo 52: Amigas Inseparables

Llegue a casa, todavía sin creer lo que me había confesado, mi querida amiga Scarlett. ¿Podré seguir diciéndole así? No, claro que no, me ha mentido, al igual que Rocky. ¿Por qué todos los que me rodean tienen que mentirme? ¿Cuál es la necesidad?

Primero, enterarme que papá, se veía con otra mujer, que para colmo, se trataba de "una amiga" que no era tan querida. Pero, ella también había traicionado mi confianza.

Segundo, Rocky no había estudiado artes marciales, para ser un guardaespaldas como hacía creer. Si no, que el utilizaba esas técnicas para su verdadero trabajo, ser un secuestrador con años de experiencia; lo único que hizo, fue que el cariño que le tenía, se transformara en un amor enfermizo, hasta llegar a un punto donde hacia cada cosa que él quería.

Tercera, mi mejor amiga, había tenido contacto con él, ella iba a visitarlo, mientras yo estaba en un terrible trance por culpa de él. ¿Qué más me tiene que pasar? ¿Quién más me tiene que mentir? ¿Qué más podré aguantar?

Saque mi teléfono, y comencé a teclear el número, de la persona que logro sacarme de mi trauma, un amigo fiel que no teme decir lo que piensa.

- ¿Diga? – respondieron al otro lado de la bocina.

- ¿Arturo? ¿Estas ocupado?

- No, acabo de salir del consultorio, ¿Necesitas algo?

Suspire.

- ¿Podrías venir a verme? – dije, mientras la voz se me quebraba.

- ¿Estás bien?

- Necesito hablar con alguien.

- Está bien, iré para allá

- Gracias

Trague saliva, tras sentarme en el sofá. Me sentía realmente confundida, ¿Qué sería de mí ahora? ¿En quién podre confiar? ¿En quién no? Irma, me trajo un Té, al ver que me encontraba completamente callada, mirando hacia la nada. Claramente, en los empleados puedo encontrar un buen cariño, siempre se preocupan en atenderme. Debo de recompensarlos. Tome un poco de la taza que me ha traído Irma, respire hondo, mientras las ideas paseaban de un lado a otro, en mi cabeza.

- ______

Gire mi vista hacia mi lado derecho, Arturo había llegado en cuestión de minutos y no habia notado su presencia.

- Perdona, no te había visto –dije dejando un beso en su mejilla.

- Reconozco tu mirada de preocupación –dijo sentándose a mi lado- Vine lo más rápido que pude tras oír tu llamada. ¿Qué ha pasado?

- No se por dónde empezar –dije dejando la taza en la mesita de centro- Necesito terapia de una hora –me reí levemente.

Sonrío.

- Aquí me tienes, podemos tardar el tiempo que necesites. Vamos –me animo- Respira y cuéntamelo todo.

- Yo...-suspire lentamente mientras buscaba las palabras correctas- Lo he visto de nuevo.

- ¿A quién? –pregunto confundido, mirándome fijamente.

- Rocky... -dije sin pensarlo dos veces.

Él se quedó callado, analizando mis palabras. Tal vez, recordando todo lo que le había platicado, desde que me dio terapias.

- ¿Qué? –dijo de pronto- ¿Cómo es posible?