No importa lo que suceda, siempre estaré junto a ti.
-Serie de OneShots sin relación alguna-
-Derechos a los respectivos artistas del artwork utilizado-
Au: Underfell versión humano. Notas: Imagínense como si tuviesen influencia en la gente, ya sea por algún puesto o simple presencia social.
💙 V I Ñ E T A 💙
Llevaba ya un largo rato dentro de esa habitación. Era molesto estar en ese lugar. No quería mantenerse ahí. Los monstruos la habían liado de nuevo. Al parecer no era suficiente encerrarlos bajo tierra, si no que ahora era conveniente apropiarse de los "humanos" y utilizarlos como simple decoración de hogares. Un cachorro sin voz ni voto. Era detestable reconocer que tan destrozado se encontraba su orgullo en esos instantes. Tener que esperar a que su "ama" llegara para entrenarlo y ser un títere. Tan despreciable que podría morir de la humillación.
—¿Podrías recordarme porqué estoy aquí? —Era complicado controlar su magia en ese punto. Lo único que deseaba era arrojarte lejos de la recámara.
—¿Necesitas recordar que has cambiado de dueño, Sans? —Tu tono le sonaba desagradable. Esa altanería que solo alteraba su alma.
—Eres una enferma, niña —Se estaba ganando unos buenos golpes, podía reconocerlo, sin embargo, no es como que le importase mucho lo que sucediese.
Las palabras no fueron correctas, pudo reconocerlo al ver un ligero cambio en tu expresión neutral. Dolor y frustración. Sí, no le importaba crear tales sentimientos en un monstruo como tú. Fue separado del pueblo, abandonó a muchos por culpa del rapto. Eso no era justo. Ni siquiera tuvo la oportunidad de elegir o tan siquiera despedirse de quienes fueron importantes para él. Todo era un juego despreciable. Tú eras despreciable.
—No quiero ser tu enemiga —Tus palabras provocaban un dolor de cabeza. Su alma misma parecía alborotarse. No quería seguir escuchándote.
—Te convertiste en una desde que conseguiste este estúpido collar —Un rojizo color adornaba su cuello. No le agradaba ser tratado como mascota sin valor.
—Sabes porque lo hice —Sí, él te conocía perfectamente. La humana que había caído por error al Subsuelo. La pequeña niña que ayudó a escapar tiempo atrás.
—Esta no es la manera, niña —No. Ser captura como pez y traído a un nuevo mundo donde ni siquiera reconocía quienes eran sus verdaderos aliados. Era doloroso.
—¿Entonces cuál es la manera...? —Golpeó una fibra sensible en ti. Podía reconocerlo por tu expresión—. ¡Eh! ¡Dime cual es la maldita manera!
—Rompe la barrera... —Esa era la solución que estuvo esperando en todo el viaje de regreso a tu hogar. Nunca esperó ser abandonado. Ahora ser capturado era ridículo.
—¿Crees que los humanos perdonen mi traición? —Él no podía más que ver cobardía en tu mirada. Reconocía tus razones, pero su enfado le impedía razonar.
—¿Crees que yo perdonaré tu traición? —Sans no iba callar sus pensamientos. Su pueblo no lo crío para ser un cobarde, al contrario, debía honrarlo.
—Es difícil, no puedo sola —Tenías un gran poder, el único problema es que no sabías manejarlo. Él podía ayudarte, y con ello, podría ayudarse.
—Ja... ¿Acaso me quieres sacrificar? —Ser obligado en aceptar toda esta farsa era molesto. Quería romperte cada hueso de tu cuerpo. Estaba furioso.
—¡No te hagas el imbécil! ¡Tú sabes porque te elegí a ti! —No contestó. Las palabras se borraron por un par de segundos al recordar el origen de su captura.
—Y por eso eres una niña enferma~ —Escupió sin cuidado. Por supuesto, no iba controlar su vocabulario, jamás lo había hecho con alguien.
No era la primera vez que mantenían un encuentro, sin embargo, si que era el estreno de una nueva técnica: Secuestró. Reconocía que no era de esa forma tan literal, sin embargo, ser comprado por quien consideraba la única que le había brindado la mano en ese mundo de oscuridad, era un golpe realmente duro. Ahora mismo, era imposible no reaccionar a la cercanía que mantenían, era como si el espacio personal hubiese sido olvidado.
—Tú eres el enfermo —Podía sentir tus labios chocar con los propios. Un tacto que no podía ser ignorado. Estaba tentándose gracias a tus descuidadas palabras.
—Eres contagiosa —Era imposible no caer ante tu juego—. Sacaremos a todos los humanos de ese maldito lugar claustrofóbico, ¿entiendes?
—No seas irrespetuoso —Esas palabras consiguieron que mordiese su propio labio. Tenía unas inmensas ganas de callarte. Hacerte llamarlo en desesperación.
—Lo siento ama —No tenia ningún sentimiento de arrepentimiento en su tono de voz. No, al contrario, solo estaba haciéndolo por el protocolo.
No hubo más palabras para intercambiar, al contrario, en este momento, lo único que podía proceder era el combate entre labios que parecía expresar mucho más que una emoción. La situación no era algo sencillo por ningún lado que se viese, y eso era algo que no se permitirían dejar abandonado. No importaba los problemas, o el resentimiento que ligeramente los invadiese. El desahogo y necesidad que mantenían entre sí debía ser resuelto de una buena vez. La diferencia de especie era lo de menos.
Ser una mascota no era tan mala idea si la recompensa era mayor.
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Es que ser secuestrado y usado como mascota cuando los monstruos y humanos andan en guerra, como que esta chido pero algo no cuadra(???? Gracias por leer, se agradece, que pasen bonito fin de semana uwu
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