Estando a tu lado - • Undertale x Lectora • -

Entusiasmo - • OneShot Asriel • -

Entusiasmo — • 💚 OneShot Asriel 💚 • —

- — - — - — - — - — - — - — - — - — - — - — - — -
"Tu sonrisa es lo que hace brillar mi vida"
- — - — - — - — - — - — - — - — - — - — - — - — -

Ya había pasado un tiempo desde que habías ingresado por tu voluntad al "Underground", y a pesar de todas las advertencias que recibiste de camino ahí, nada de eso te resultó lo suficientemente horrible como para dar media y vuelta y regresar.
Estabas herida por alguien que había resultado cercano en tu vida, familiar o amoroso, ya nada de eso te importaba. Solo querías desaparecer de ese lugar y no volver a pisarlo.
Así que fuiste al Monte Ebott, cerraste tus ojos y brincaste. No tenías que pensarlo. Era tu decisión.

—¿Te encuentras bien? Parece que estabas teniendo una pesadilla.

—Todo es pesadilla cuando no esta cerca tu bonita cara, mi niño precioso.

—¡N-No soy un niño!

Sí, justo ahora despertabas de tu siesta por la tarde. A tu lado, se encontraba "Asriel Dreemurr", el próximo gobernante en el Subsuelo. Al ingresar al Underground, sabías que no había vuelta atrás. Por ello, el ir preparada fue algo que habías planeado desde hace ya un par de días. Tu equipo de escalar -robado, no te harás la santa, igual ya te dabas por muerta-, provisiones alimenticias, caja de primeros auxilios, un arma como defensa y un cambio de ropa. Era una mochila pesada, pero si sobrevivías, sería tu fuente de supervivencia.

—No entiendo porque continuas durmiendo a estas horas si tienes pesadillas.

—¿Prefieres que no duerma? Quiero decir, en la noche soy igual.

—¡¿Y por qué no me has dicho antes!?

Al conseguir bajar de la montaña Ebott, no diste ni un par de pasos cuando ya habías sentido la presencia de alguien. Con disimulo habías sacado tu arma y estabas atenta. Si lograste bajar una montaña gigantesca como esta, por supuesto que ya podías contra cualquier cosa. Solo que había un pequeño problema: No sabías como quitarte todas esas cuerdas y protecciones que llevaba el equipo.

—¿Recuerdas cómo nos conocimos?

—Sí, estabas peleando con esas cuerdas extrañas y creí que alguien te estaba por atacar.

—Y yo creía que eras tú quien estaba por atacar.

—Lo supe cuando apuntaste esa cosa contra mi. Estaba tan asustado.

Era cierto. La primera vez que nos lo habíamos topado, fue justo en el momento en que había logrado bajar con seguridad a tierra firme. Estabas repasando las múltiples situaciones que pudieron haber sucedido en lo que ibas cuesta abajo, cuando el sonido de algo crujiendo entre la oscuridad había logrado distraerte de tus pensamientos.
En ese instante, agradeciste a tu yo del pasado por haberte sugerido el llevar contigo un bate.

—Y ahora míranos, viviendo en la misma casa.

—Mis papás están felices de tenerte aquí, aunque...

—Les recuerdo a Chara, ¿no?

—Lo siento...

Chara había sido el niño que había caído meses antes que mi, y que había fallecido. Al parecer, formó parte esencial dentro de esta familia. Llegué en un momento crucial, y eso era algo que podía verse a leguas. No tenías que conocerlos mucho como para no darte cuenta de esas miradas llenas de tristeza y nostalgia que se cargaban.
Era una situación crucial en la que habías aparecido.