No importa lo que suceda, siempre estaré junto a ti.
-Serie de OneShots sin relación alguna-
-Derechos a los respectivos artistas del artwork utilizado-
Refunfuño. Era frustrante no tener un poco de privacidad. Con esfuerzos logró convencer a su hermano de otorgarle unos minutos solo, como para tener que soportarte aún cuando no sabía quien rayos eras. Ni siquiera estaba de humor para amenazarte con su cuchillo. Asriel lo regañaría si volvía al camino genocida.
—¿Qué es lo que quieres? —Volteó a verte—. Habla rápido, no tenemos todo el día.
Por supuesto, su intención no era ser grosero, pero en serio quería tener un poco de tiempo para sí mismo. Solo quería terminar con todo. Por supuesto no creyó lo que tus labios habían soltado. Parecía ser una broma, una muy extraña para su retorcido gusto. No, nadie en su sano juicio iba a pedirle algo como lo que hiciste justo ahora.
Estaba jugando contigo, pero cuando vio que no reías y que al contrario, mantenías esa determinación en tus ojos, fue que se dio cuenta que todo estaba jodido. Si, en definitiva, su vida solitaria estaba completamente jodida. No entendía, tus motivos eran extraños, y graciosamente, eso despertaba un poco de curiosidad en él.
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Situación: Es un egocéntrico, tu rey.
—¡Vamos! ¡Corre más rápido o no podrás protegerme!
Estaban jugando al rey y el vasallo. Asriel no podía jugar debido a que había atrapado un resfriado, así que tuviste que remplazar su lugar, es decir, ser la esclava de Chara. Algo que le parecía muy gracioso, ya que reaccionabas muy diferente a su hermano. Molestarte era recientemente su entretenimiento.
—¿Por qué esa cara? —Preguntó al sentir que le maldecían por la espalda—. ¿Estás agotada?
A comparación de Asriel, tu condición física era deplorable. Eso provocaba que te agotaras por la más mínima cosa, y eso, evitaba que no lograses argumentarle, dándole la victoria. Sí, le gustaba tener poder sobre ti, pero eso no significaba que te quisiera enfurruñada el resto del juego. Eso no sería muy divertido.
—Hey —Tenía que ser serio—. ¿Qué tal esto? Te promuevo de vasalla a reina.
Le parecía una idea increíble. Recientemente consideraba que eras muy bonita, lo suficiente para ser una reina. Él era un rey, era perfecto. Asriel los serviría y así, los tres vivirían felices comiendo chocolate el resto de sus vidas. Sí, era genial, cuando su hermano despertara le contaría. No prestó atención a tu rubor. Una nueva expresión.
