Camilo Madrigal x T/N

5: Atuendos y regalos

Apenas cerré la puerta, después de haberme despedido de Camilo y vi a mi hermano tras mío con el ceño frunció. Supe en seguida que me había metido en un lio. ¡¿Que son estas horas de llegar?!_ me preguntaba mientras apuntaba su reloj de bolsillo. Yo solo mire a mi abuelo esperando algún tipo de alianza, pero este solo se quedo viendo. Perdón, es que me entretuve y_ mi hermano me  interrumpió, impidiendo  que pueda  terminar mi  pequeña excusa_ "me entretuve" con que?_ respondió con una ceja levantada. Pues, con mis nuevos amigos_ dije levantando las manos con una sonrisa un tanto tímida. Amigos?, esa voz masculina.._ le interrumpí. Era mi nuevo amigo_ casi saltando de alegría por dentro. Hace mucho tiempo que no tenia un amigo y en el día de hoy había hecho dos. Pensé que mi hermano me lo perdonaría. Este solo frunció aun mas el ceño tras haberle indicado que estuve con un amigo. No puedes andar a altas horas de la noche con un chico. Levante una ceja, no entendía el porque de su castigo. Mi abuelo se levanto, apoyo su mano en el hombro de mi hermano indicándole con una sonrisa suave que no era motivo para enojarse. Cariño, se ve que la pasaste bien_ mi abuelo cambio rápidamente de tema.  a si fue abuelo. Hice dos amigos nuevos en el pueblo_ Le comentaba felizmente, era la primera vez en el día que me ponía a pensar en ello. Tenia nuevos amigos. ¿Conozco a tus nuevos amiguitos?_ Pregunto mi abuelo mientras, casi a la fuerza, hizo sentarse a mi hermano para que este no se inquietara. Seguramente los conoces abuelo. Conocí a Mirabel y Camilo Madrigal. Son muy encantadores y amables. Apenas mencione el apellido Madrigal y mi abuelo tenia una sonrisa de oreja a oreja. ¿Te hiciste amiga de los Madrigal?,. Que hermoso, esa familia es simplemente única_ decía mi abuelo, casi admirándolos tanto como yo. Mi hermano, un tanto confundido, nos miraba a ambos, esperando que alguno se atreviera a darle un contexto de quienes eran esa familia.  Samuel, ¿recuerdas la familia que el abuelo menciono en la carta?_ este solo asintió esperando mas información. Tenia toda la razón. Si tienen magia_ mi hermano abrió los ojos como plato y mie abuelo me miraba un tanto indignado, pues no le habíamos creído desde un principio. Son la Familia madrigal._ le continuaba contando_ Cada uno tiene un don especial otorgado por casita, que es una casa mágica. Esta es mantenida por una vela, pero no una vela normal, si no una mágica, y y y_ Mi abuelo me tomo de los hombros. Mas despacio mi niña_ estar con Mirabel me hizo un poco mal. Tu hermano apenas puede procesar cual es su nombre en estos momentos, mejor dale tiempo_ decía mi abuelo mientras señalaba a Samuel, quien estaba mirando por todos lados, intentando ingerir todo lo que le dije. Mi abuelo miro por la habitación, intentando volver a cambiar de tema, cuando sus ojos se detuvieron en mi vestido. ___ estas toda sucia_ dijo con la menor discreción. Es que estuve con mi amigo jugando y terminamos tirándonos al piso_ Mi hermano se levanto de repente. ¡¿Que hacían tirados en el piso?!_ mi abuelo solo reía al ver tan desorientado a Samuel_ Estábamos empujándonos y caímos al suelo. ¿en que piensas?_ le respondía con los ojos entre cerrados, esperando su respuesta. Esta noche estaba muy inquieto cada que le mencionada algo de Camilo. Mi hermano parecía estar a punto de responder, pero no dijo nada. Mejor ve a bañarte y cámbiate_ dijo mi hermano tras el comentario que había dicho el abuelo. Es que no tengo mas ropa_ respondí mientras recordaba todo lo que tenia guardado en mi mochila. Solo había un par de polleras y camisas arruinadas, por el largo viaje que habíamos hecho.  Solo tenia en buen estado el vestido que llevaba en ese momento y mi camisón blanco. Mi  abuelo y mi hermano se miraron con una pena en sus ojos. Personalmente no creo que sea el fin del mundo el no tener ropa, pero creo que el contexto del porque no me había quedado ropa, les daba un poco de amargura. ¿Sabes cariño?. Tu abuela dejo muchas prendas en esta casa que aun conservo, puedes usarlas  y si no, tengo unas prendas que ya no me entran. Tal vez puedas hacerte algo bonito con ello_ me indico mi abuelo mientras abría la puerta de su habitación. Yo asentí muy emocionada. La abuela vestía muy elegante siempre, incluso los días de limpieza, me sentiría muy honrada al poder usar una de sus prendas. Mi abuelo me cerro la puerta, dejándome privacidad. Abrí ese enorme ropero con millones de prendas, una mas bella que la otra. Al inspeccionar la zona donde estaban los vestidos de la abuela, me entro una inseguridad en todo el cuerpo. Cada vestido que veía era mas hermoso que el otro. No me sentía en el derecho de desperdiciarlos en mi. La abuela fue una mujer muy bella, elegante y era toda una dama, yo solo era lo contrario.  
Mientras miraba los vestidos que colocaba sobre la cama, pensé en lo que dijo el abuelo /"tengo una prendas que ya no me entran. Tal vez puedas hacerte algo bonito con ello"\. Corrí al armario para ver las camisas del abuelo. Tal vez podría usar algo de la abuela sin verme extravagante.  En el armario me encontré con un saco enorme del abuelo, tenia una tela tan suave que parecía de camisón. También había una especie de bufanda un tanto trasparente, eran esos accesorios que las mujeres bellas llevaban en mi pueblo.  lo agarre combinándolo con un vestido. Este era completamente negro, era muy aburrido. Seguramente la abuela lo usaba para combinarlo con otros atuendos. Termine de colocar todo en la cama y me parecía bastante bello, aunque sentía que algo le faltaba. En eso veo los bordes del vestido en su zona de pollera. El negro total era completamente aburrido, pensé que le vendría bien que tuviera algún accesorio. Recordé los bordados del vestido de Mirabel y pensé que podría hacer lo mismo, no?.  
La noche paso volando en hilos y bordados. Era lento el proceso, pero se que valdría la pena al final. Podría lucir algo lindo después de tanto tiempo. Al terminar el día, me encontraba tirada en la mesa de la cocina con una taza de chocolatada caliente enfrente mío. Mi abuelo se había levantado y me había encontrado durmiendo en la mesa mientras aun sostenía el vestido entre mis manos.  Cuando abrí bien los ojos, encontré a mi abuelo cociendo las ultimas partes del vestido. Este al verme ya consiente, me mostro, con una sonrisa en sus ojos, el resultado de su trabajo. Era simplemente hermoso, cada parte del bordado era tan delicado y cuidadoso. Los dibujos de hojas que tenia, parecían una tela aparte que se había fusionado con el vestido. Definitivamente el abuelo no me ayudo, arreglo mi trabajo. Me gusta mas esta pollera con flores_ indico mi abuelo viendo con nostalgia la pollera de mi abuela. Su gesto me hizo recordar a una pequeña duda .  Abuelo, porque aun guardas la ropa de la abuela_ le pregunte, tenia esa pregunta guardada desde ayer. Para venderla, ¿para que mas?_ interrumpió Samuel, quien se encontraba atrás nuestro tomando una taza de café. Mi abuelo rio con melancolía mientras yo miraba a mi hermano, sus comentarios, siempre siendo tan inapropiados. No querido. Solo son cosas que guardo, porque aun no logro despegarme_ dijo mirando al vestido. Se escuchaba como el mismo admitía que apegarse a objetos nunca era algo bueno.  ¿Por que? ¿No que se habían divorciado apenas papa cumplió los 15?_ agregaba mi hermano, quien no tenia ni un poco de empatía cuando se trataba del amor. Si.., pero ame por muchos años a tu abuela y aun lo hago_ miraba a mi abuelo, quien era seguro ante su respuesta. No se notaba ni un poco de duda en  sus palabras. Agh, el amor a veces es bastante inentendible_ decía Samuel, intentando dar por terminada la charla. Tranquilo Samuelito, pronto te pasara a ti. Ya estas en edad hasta de casarte. Mi abuelo lo respondió lo mas inocente posible, aunque mi hermano termino escupiendo parte del café.  Los dos reímos ante la torpeza de mi hermano. Dios, no, jamás estaría con alguien. Respondía Samuel con indignación en su tono de voz.  Esperemos que así sea, porque pobre de la persona que salga contigo_ le respondí en un tono burlón mientras sacaba la lengua. Tu tampoco te quedas atrás ___. Seguramente consigas a alguien muy pronto también. Tras el comentario de mi abuelo, se volvió a escuchar como mi hermano escupía una vez mas, su café. Ella es muy joven para esas cosas, apenas tiene 15 años. No sabe ni como hacerse un peinado. Indico mi hermano mientras apuntaba todo mi rodete hecho un lio. Mi abuelo reía mientras yo peleaba con mi Samuel.  La mañana paso volando y yo solo quería terminar el desayuno para ponerme mi nuevo vestido y salir a mostrárselo a mis amigos. 

El conjunto era simplemente bello y cómodo a la vez. Me mire en el espejo antes de salir, realmente me sentía bonita el día de hoy.

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Me encontraba en el pueblo desde muy temprano. La familia, como siempre, se fue a sus puestos para ayudar a la comunidad, mientras me dejaban a un lado sin saber que hacer para ayudar. El que no tuviera un don me ponía muy  enojada y triste. Pero el día de hoy no tenia tiempo para mis melodramas. Hoy estoy dispuesta a encontrar a alguien quien pueda ayudar de verdad y no solo hablarles de mi familia. Mientras caminaba en busca de ayuda, pude visualizar a ___ quien se veía bastante bella. No lo dude ni un segundo y salí corriendo para verle. ¡___!_ le dije de repente, haciendo que esta diera un salto y me mirara con palidez. Mirabel!, hola_ me respondió con una sonrisa. Hey, hoy te ves muy linda_ le dije mientras apuntaba el atuendo que llevaba puesto. Muchas gracias_ me respondió entre una risa y un rubor que subía de tono. Mi abuelo le hizo estos bordados hermosos_ me mostraba ella con orgullo. Yo me arrodille para verlos con mas detalle. Wow, son muy bellos y están muy prolijos. Me levante mientras veía como aun tenia una sonrisa en su rostro, realmente se nota que es una chica agradable. ¿Qué estabas haciendo Mirabel?_ me pregunto ___. Pues, buscando algo para hacer. Mi familia esta todo el día ayudando al pueblo con sus dones y quería darles una mano. ___ me miro con algo de pena. no te dejan ayudar porque no tienes un don, ¿verdad?. Fue muy directo de su parte, pero era verdad. Suspire un tanto exhausta, pero no quería demostrarle debilidad, así que tome aire y respondí con una sonrisa. Bueno, pero no te preocupes. Siempre hay algo que hacer y puedo ayudar con o sin don_ Ella sonrió otra vez, parecía que mi entusiasmo le resultaba contagioso.  En ese caso, voy a ayudarte. Veamos si podemos encontrar algún trabajo por el pueblo_ Me dijo mientras me sujeto de los codos. Suena bien, así también conocerás el Encanto a mas profundidad. Ella asintió y empezamos a recorrer todo el pueblo. El camino empezó a resumirse en gente presentándose con ___ para después rechazar nuestra ayuda.  Ambas estábamos frustradas, no estábamos logrando encontrar algún trabajo que hacer para ayudar. Estábamos las dos sentadas en el puente mirando al rio tras nuestro fracaso. Podríamos cuidar a los niños del pueblo, soy buena con los pequeños_ menciono ___ intentando encontrar soluciones.  No, de eso ya se encarga Camilo. Le respondí mientras aun miraba cabizbajo al rio. Podríamos ayudarlo, no?_ Ella parecía insistir, era la verdad tierno que quisiera buscar soluciones. Si, pero Antonio ya lo ayuda. Hasta Antonio aun sin un don esta ayudando al pueblo_ suspire, pues era frustrante el sentir que no encajaba. ¿Antonio aun no tiene su don?. ___ tenia preguntas cada que mencionaba a mi familia. No, su entrega va a ser dentro de una semana. Ella empezó a mirar por todos lados. Podríamos.... hacerle un regalo para su entrega?_ Respondió mientras yo miraba a un señor a lo lejos que cruzaba por el pueblo con un bollo de tela enorme. Se.., SEE, podríamos hacerle el regalo de su vida_ le dije entusiasmada. Si no teníamos algún trabajo, podríamos auto darnos uno. Se que no ayudaremos a la comunidad, pero podremos hacer feliz a mi primito_ le dije a ___ mientras extendía mi mano para hacerla levantarse. Volví a mirar la tela y pensé en lo que le podría gustar a Toñito. A el le gustan mucho los animales y siempre anda por la habitación jugando con sus peluches. Sabes cocer, verdad?_ le preguntaba a mi nueva amiga. Esta respondió con un gesto de "maso menos" mientras tambaleaba sus manos de lado a lado. Bueno, entonces, puedes encargarte de la tela y materiales. Yo me ocupare de cocer. Le indicaba, ella solo esperaba que le dijera de que se trataría el regalo. Haremos unos peluches de animales para Toñito, si somos dos, podremos hacerlo sin problema alguno. Las dos nos sostuvimos de los hombros para dirigirnos al pueblo y empezar con nuestro pequeño obsequio para mi primo.
Le encargue a ___ que fuera a  ver a los López, quienes vendían las mejores telas. También que fuera a comprar relleno y un poco de hilo. Yo mientras tanto, me iría a casita a hacer las plantillas para el regalo de Toñito. Cuando  iba en dirección a mi cuarto, pensé en que el gesto de que ___ me ayudara con un regalo de mi primo, fue muy amable de su parte. No lo había notado, pero había conseguido una buena amiga. Mientras pensaba felizmente en ello, entre a mi cuarto y vi por la ventana el pueblo, esperando que ___ no vaya a tener algún problema con el encargo.