15: Apoyo sincero

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Estaba enfrente la puerta de Pepa. Quería entrar pero tenia miedo de causar malos momentos, aparte, ¿no seria descortés entrar a su habitación solo para hablar con su hijo?. Dude un segundo y cuando lo pensé mejor me di la vuelta. Apenas me alejaba, escuche gritar a Camilo y como debajo de la puerta, las luces de rayos aparecían. Me acerque corriendo al cuarto de Pepa. Primero toque fuerte, nadie contesto, así que abrí de golpe. Al entrar lo primero que vi fue a  Camilo tirado en el suelo golpeando el suelo con una mano torpemente mientras con la otra se tocaba la cabeza. Su madre estaba asustada sentada en una silla acobijada. 
¡¿Camilo?!_ Me tire al suelo, deslizando mis rodillas por el suelo para llegar a  mi amigo quien se veía muy dolorido. Coloque mis manos sobre sus hombros y este me miro con molestia en su cara . La voz quebrada de Pepa empezó a dirigirse a su hijo
Camilo, perdón hijito._ ella permanecía sentada pero sus manos se acercaban a su hijo. El sostuvo entre sus manos la de su madre, dibujando una sonrisa en su rostro dolorido.
Tranquila mami, estoy bien_ le ofrecí mi mano para que este se levantara. El la acepto y ahora el sostenía la mía. Vi su cara detenidamente, tenia unos mechones un poco quemados.
Camilo, tu pelo_ le indique, tocando sus rizos sin pensarlo dos veces. El intento mirarlos en vano con sus ojos viendo para arriba. Soltó una pequeña risa antes de sostener mis manos para que las bajara de sus rizos.

 Soltó una pequeña risa antes de sostener mis manos para que las bajara de sus rizos

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No te preocupes, pasa siempre._ estaba tomando una actitud muy calmada. Mire a Pepa quien estaba teniendo una actitud completamente contraria a su hijo y entendí que no era momento de preocuparla mas. Camilo soltó mi mano para ir con su mama.
Mami, voy al baño y vuelvo. Te dejo con ___, es mi amiga de la que habíamos hablado_ escuche como este le hablaba muy suavemente a su madre. Escuchar que hablo de mi me hacia demasiado feliz y mas cuando lo hizo con su mama, viendo lo importante que es para el. El se alejo para dirigirse a la puerta. Antes de salir me indico que el té la ayudaba a calmarse y después salió de la habitación. Estaba en ese cuarto sola con la madre de mi amigo. Ella no le importaba mi presencia, parecía que tenia un ataque de pánico mientras su nube tenia de vez en cuando uno que otro rayo. Me acerque despacio esperando que ningún rayo me saltara encima.
Señora Pepa, ¿desea algo?_ le pregunte, pero ella sonrió muy falsamente y volvió a su mundo con una cara de pavor.  Vi como su nube se agrandaba y achicaba, parecía no poder controlarlo muy bien. Ya mas preocupada, me agache para que ella me viera directamente a la cara.
¿Por qué no trata de sacar todo?_ le propuse con una sonrisa tímida. Ella no le pareció muy buena idea, sus ojos mas abiertos indican que no quería hacer eso 
Nono, porque si dejo lloviznar, se vuelve lluvia y luego truenos y-_ la interrumpí, su voz iba a un ritmo rápido y temblaba.  Me levante para servirle una taza de té como indico Camilo y volví a agacharme para dárselo. 
Sabe, mi madre siempre decía que cuando uno esta mal, lo mejor es dejar soltar todo, porque al final del día no tiene nada mas que guardar_ la señora Pepa solo miraba su taza aun temblando. Yo gire con delicadeza la cabeza.
Después de la lluvia sale el sol, usted lo debe saber mas que nadie_ la mujer parpadeo repetidamente ante mi comentario y luego se quedo viendo su taza con té. Pareció pensar mi propuesta. Respiro hondo antes de hablar.
Te puedo lastimar, aparte ya hay mucha lluvia cariño, mejor no debería_ ante su comentario, mire a mi alrededor y agarre un  pequeño paraguas que había en su cuarto junto al montón. Se lo di y volví a sentarme a su lado. 
A mi me gusta la lluvia_ le dije sonriendo. Pepa abrió los ojos y después se quedo un rato viendo a la nada, empezó a cerrar sus ojos y parecía trabarse sin saber como sacar todo lo que tenia acumulado. Me levante para intentar ayudarla
Todo lo que le haga enfadar, todo lo que la ponga triste o angustie, piense en eso y deje que llueva._ su cara paso de tensa a enojada, era la charla mas larga que tenia con la mama de mi amigo y ya la hice enojar, pero juro que eran con buenas intenciones. En eso, el cuarto entero se lleno de agua. La nube de Pepa estaba provocando una lluvia enorme que me dejo mas mojada de lo que estaba antes, pero no me importaba. La señora Pepa se enojo, luego lloro y después se quedo en silencio. La lluvia rápidamente bajo y se tranquilizo un poco. 
¿Puedes pasarme el te cariño?_ dijo después de un suspiro, yo afirme con la cabeza y le pase su té. Ella lo tomo, se asqueo y luego rio.
Creo que la lluvia lo arruino_ yo sostuve la taza y probé un poco para verificar que estaba asqueroso, ambas reímos mientras escuchábamos la puerta abrirse. Camilo nos vio a ambas y dibujo una sonrisa  con una expresión de ternura. 
¿Qué ocurrió aquí, charla de chicas?_ dijo apoyándose con picardía en el borde de la puerta. 
Un poco de lluvia no mas hijito_ dijo su madre quien aun tenia una nube gris en su cabeza pero una sonrisa liviana real. El sonrió y luego me vio a mi con gesto de aprobación. Yo me levante y agarre la tetera con la taza para colocarla sobre una bandeja.
Voy a intentar revivir esto_ indique para despedirme y dejarlos solos un rato mas. Salí de la habitación y baje para ir a la cocina.  Coloque en la pava agua y prendí el fuego. Mientras esperaba que el agua calentara, veía todo en el centro de la casa. Estaba la señora Alma reprochando a su yerno.
!Debiste decirme tan pronto tu viste la visión. Piensa en la familia¡_ decía la señora Alma.
¡Estaba pensando en mi hija!_ respondió el señor Agustín. "En toda tu cara" pensaba mientras presenciaba la discusión.  La señora Madrigal vio a Félix arriba en el balcón y se dirigió a el.
¡Félix, dile a Pepa que se calme, esta empezando a llover mas fuerte!_ el esposo de pepa parecía molesto ante la indicación de su suegra, era obvio que el era quien  mas entendía lo complicado que era para su mujer controlarse. La madre de Mirabel sostuvo la mano de su esposo y se dirigió a su madre.
Mama, siempre fuiste muy dura con Mirabel_ apenas dijo eso, la señora Alma vio una grieta formarse detrás suyo. Esta empezó a culpar a su nieta por las grietas, la conversación pareció parar cuando  la puerta sonó. Era el pueblo, parecían tener miedo ante la casa que estaba en caos. Cuando observe a todas esas personas preocupadas, pensé en mi abuelo y hermano. Espero que no estén angustiados porque  estuviera con la familia en estos momentos, era claro que lo estarían pero no puedo dejar que me alejen de casita ahora que tengo que ayudar a Mirabel. La pava hirviendo me saco de mi preocupación y me puse a terminar de preparar el té para Pepa. Cuando subí las escaleras, justo Camilo salía del cuarto de su madre.
¿Tu mama esta bien?_ le pregunte. Este asintió, nos encontrábamos en el pasillo.
Muchas gracias ___, lamento que tengas que ver nuestra familia en el peor momento_ parecía muy exhausto , puedo imaginar lo horrible que es ver a toda tu familia pelearse. Serví un poco de te en la taza que llevaba y se la ofrecí.
¿Un poco de té?_ el sonrió y tomo la taza
Ja, gracias_ sus labios tomaron con cuidado la bebida por si estaba muy caliente. Aun siendo cauteloso, se quemo un poco. Yo reí muy despacio y el solo sonrió con torpeza. Soplo un poco el té y empezó a tomarlo a sorbos mientras se sentaba  en el suelo. Yo hice lo mismo quedándome a su lado. 
Ahora me siento mejor_ Camilo indico con mucha tranquilidad en su voz mientras miraba directo al té.
Parece que es un té mágico este, eh?_ comentaba sarcásticamente, el no me acompaño, solo giro a verme. 
Hablaba de ti, me haces sentir mejor_ sus ojos se achicaron y sus mejillas se inflaron junto a su sonrisa que crecía. Esta vez no me sentía nerviosa ante su comentario, si me hizo muy feliz. Lo mire un segundo y luego con despacio, acerque mi mano detrás de su cabeza para inclinarlo con delicadeza sobre mi hombro. Este sin molestia alguna, se acostó y yo le empecé a hacer piojito. Estábamos en silencio los dos mientras la compañía eran truenos, gritos de su familia y el sonido de la casa desmoronándose. 

Camilo Madrigal x T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora