Camilo Madrigal x T/N

8: Un intento mas

me encontraba  en mi habitación, sin saber que hacer. Estaba pasando la semana mas deprimente de todas, no tenia ganas de absolutamente nada. Estaba tirado sobre mi cama, escuchando con el gramófono de mama la misma canción una y otra vez. Aumentando las ganas de querer pegarme un corchazo.  La puerta empezó a sonar, advirtiendo que alguien entraría a mi cuarto.

¿Camilo?_ empecé a escuchar la voz de Dolores. Parecía estar diciendo algo mas, pero la música tapaba su voz tan bajita.

♪AYER TUVE UN AMOR QUE HOY ME ABANDONO PORQUE NO ME QUERIA♫_ era lo único que escuchaba proviniendo del gramófono.  Mi hermana se asomo y apago la música, para que la escuchara.

HEY, era la mejor parte_ protestaba desde la cama. Mi hermana empezó a acercarse a mi.

¿Camilo, esta todo bien?_ pregunto ella, sabiendo perfectamente que no. 

Extraño a ___._ proteste mientras abrazaba el peluche de camaleón que me había regalado. Mi hermana dejo salir un suspiro antes de acariciar mis rulos con dulzura. 

¿Aún sigue con el plan de las citas?_ asentí aun abrazando el peluche. No quería ni recordar que mi novia tenia que estar en una cita con alguien que no era yo
Y su abuela no quiere ni verte cerca de ella, ¿no?_ volvía a asentir. Mi hermana sabia perfectamente todo lo que pasaba. Empezó a agacharse con cuidado para darme un abrazo. Yo me acomode bien, para no lastimar su panza. 

Quiero verla_ protestaba como niño chiquito. Dolores acariciaba mis rulos mientras parecía pensar que decirme.

Podrías ir a verla cuando su abuela no este_ me intentaba dar alguna solución.

Ya lo intente. La bruja esta con ella las 24 horas y si no esta, es porque la dejo en una cita. Maldita sea-_ empezaba a maldecir en voz baja, aunque era claro, que Dolores me escuchaba.  Mi hermana  coloco su mano sobre su pera, poniéndose a pensar con mas seriedad alguna idea.

Tal vez, podrías ser su cita_ su comentario me ilumino. "¿COMO NO LO PENSE ANTES?"-. 

¡Dolores, eres una genio!_ le di un beso en la mejilla y salte de mi cama, dirigiéndome a mi armario. En el, tenia fotografías de personas del pueblo. La abuela me las había dado hace tiempo para practicar mi don. Tome unas tijeras y empeche a recortar partes de las fotografías.

¿Qué tienes en mente?_ pregunto mi hermana, asomándose a ver que estaba planeando.

Creo que le pediré al tío Bruno, que me de esas clases de actuación_ indique, alzando una ruana color roja. 
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No puede ser que no salgas con nadie fuera del restaurante. Tienes que avanzar mas, así no conseguirás a nadie_ protestaba mi abuela al ver como la cita numero 16 fallaba como las demás. Estuve haciendo la misma rutina en todas estas semanas. Cuando ella se alejaba, era directa con los jóvenes y les comentaba la situación. Supongo que tarde o temprano, empezaría a sospechar. 
Mas te vale que el siguiente, por lo menos, lo saque fuera de aquí_ indicaba, refiriéndose al restaurante. La Mujer quería que avanzara si o si. "Tendré que buscarme algo nuevo, para que no empiece a sospechas tanto".  Mi abuela miro el reloj con ansiedad, supongo que estaba esperando a otro "pretendiente". Tambaleaba mis dedos en la mesa con aburrimiento, todo esto era completamente cansador. Mas cuando tocaba comer con personas completamente idiotas. 

¿Puedo pedir algo para comer?_ pregunte desesperada. No había desayunado, por estar vistiéndome para esta tontería.

No, espera a que el joven llegue_ indico, mientras seguía ansiosa viendo el reloj y la puerta del lugar. Deje salir un suspiro. Empecé a recorrer el restaurante con la mirada por novena vez en el día. Mi mirada  paro al ver al joven Joshua Celi en la zona de reservación. "¿Desde cuando el trabaja ahí?". Me preguntaba mientras lo observaba de arriba a bajo. En eso, veo como un joven entra al lugar y Joshua le atiende. 

O mucho gusto señor Carlos_ dijo el joven, dejándole pasar. Mi abuela se puso de pie ante el muchacho. "seguramente el sea quien esperaba". Mire al chico, observando cada detalle de el. Todo de el me parecía familiar y a la vez sentía que era un desconocido. Tenia los ojos de un color marrón rojizo. El pelo lizo y corrido a un costado. Vestía una ruana roja con una camisa morada debajo y al sonreír, lucia un enorme lunar que había en su cachete. "¿de donde saca estos tipos esta mujer?". Pensaba al no lograr reconocer a ese chico.