Una historia donde protagonizas en esta. Entrando en el rol de una nueva integrante en el pueblo el Encanto.
"Junto a mi hermano mayor, llegamos a este nuevo lugar, esperando empezar una vida nueva y mejor.
Hice nuevos amigos. Ellos parecen ser pe...
Estaba junto a Camilo en una pequeña cafetería. Va, aunque, eso decía el cartel de afuera. Este lugar luce como una taberna, incluso mas grande diría. No podía creerme que ese enorme espacio era solo una "cafetería".
Hay cosas tan raras en este menú_ decía Cami, mientras veía la carta. ¿Segura que es una cafetería?_ me reía ante su sigilo para hablar, teniendo a la mesera alado nuestro.
Tu pide lo que mas te llame la atención_ mi esposo volvió a fijar su vista en la carta, parándola en algo que pareció llamarle muchísimo la atención.
Disculpe, ¿esto es verdad?_ le pregunto a la mesera apuntando algo.
Así es señor_ afirmo ella con delicadeza. "Puedo ver como se le infla una vena y sin embargo es muy amable, que elegante la gente de ciudad".
O por dios, entonces pediremos ¡dos submarinos!_ dijo Camilo con toda la emoción del mundo. La mesera giro hacia mi, en busca de una confirmación al pedido plural de mi esposo.
y unas facturas por favor_ agregue, devolviéndole la carta. Ella asintió y se retiro. No creí que pedirías submarino con tanta emoción._ El giro a verme con bruteza y vi en su cara la expresión de un niño emocionado.
¿Estas bromeando?, ____ venden submarinos aquí, ¡SUBMARINOS!_ me reía ante sus palabras, creo que no entendió que había pedido. Aparte puedo pedir ¡dos!, traeré a toda la familia para pedir uno para cada miembro. _ antes que pudiera decirle algo, la mesera volvió con los "submarinos", dejando sobre nuestra mesa, unas dos tazas con leche y una barra de chocolate alado de esta.
Provecho_ dijo ella antes de alejarse. Mientras yo empezaba a revolver un poco la leche, vi la expresión mas grafica del termino "decepción".
¿Camilo?_ pregunte al verlo tan tieso.
Esto no es un submarino..._ dijo con seriedad, dejando completamente de lado esa actitud infantil de recién.
No, es como una chocolatada_ respondí intentado aliviarlo, pero su cara se arrugaba mas.
¡¿POR QUÉ LE DICEN SUBMARINO?!_ tome la barra de chocolate y la abrí para hundirla en la taza de Camilo.
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Por esto, es como si el chocolate fuera un submarino_ mi demostración, amargo toda la cara de mi esposo, dejándolo con la mirada perdida en su pedido.
Ya no tengo hambre.._ dijo alejando la taza con despacio y entrecerrándose de brazos.
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La peor cafetería del mundo_ me seguía quejando, mientras caminábamos por las calles.
Vamos Cami, ya paso. El día recién empieza. ¿Qué mas había en tu lista?_ pregunto ella, refiriéndose a todos mis planes para hacer en la ciudad. Empecé a recordar un poco la lista. " Cafetería, listo. Ahora nos tocaría.."
