18: Todos somos mas que un don

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Había pasado horas y nadie encontraba a Mirabel. Junto a Camilo nos habíamos acercado al pueblo para ver si había regresado. No estábamos abrazados como antes pero le sostenía de la mano mientras buscaba preocupado a su prima. En eso, una voz muy finita empezó a gritar por los alrededores mientras hacia sonar una taza con una cuchara
VOLVIO, VOLVIO. MIRABEL VOLVIO!_ gritaba. Mire a mi amigo y ambos logramos visualizar un caballo marrón en e que arriba estaba Mirabel, la señora alma y..
¡¿BRUNO?!_ grito Camilo al ver lo mismo. El salió corriendo hacia su casa y yo solté su mano para quedarme en el pueblo. El giro a verme.
¿No vienes?_ dijo saltando en el lugar con ansias de llegar a ver a su prima.-
Adelántate, te veo después_ El asintió y salió corriendo detrás del caballo. Yo me dirigí junto con el pueblo al centro de la plaza. Había oído hablar a unos señores de una  reunión con todo el pueblo y sospeche que seria sobre los Madrigal. Al llegar al centro, vi una muchedumbre hablando una encima de la otra. 
Debemos ayudar a los madrigal_
Pero ellos causaron problemas en el pueblo_
Hay grietas por todos lados_
Pero ellos siempre nos ayudaron_
Son unos monstruos_
Son unos héroes_
Todo era un bullicio, nadie estaba tomando el puesto de liderazgo. Sin la señora Alma presente, no tenían a quien seguir. Visualice a mi abuelo y hermano en una punta. Me acerque a ellos quienes parecían pensar lo mismo que yo.
Todo esto es solo un grupo de murmuros, nadie esta poniendo el pecho_ indicaba mi abuelo indignado. 
Necesitamos que alguien tome orden_ indico Samuel. Mi abuelo y yo nos miramos y luego a mi hermano.
¿Por qué no lo haces tu?_ le dije. El abrió los ojos como si dijera barbaridades.
Yo?!, no se nada de los Madrigal, apenas llegue al pueblo, porque me harían caso a mi?_ indico dando sus puntos en contra.
Porque al igual que tu padre, eres perseverante y cuando hablas, das inspiración Samuelito_ indico mi abuelo intentando animarlo.  
Yo te diré lo que tienes que saber de los Madrigal, ven_ lo empecé a empujar de la camisa para llevarlo a la fuente. Le explique que tenia que decir como base y los dos subimos arriba de la fuente para que todos nos vieran. Mi hermano empezó a llamarlos en voz baja inútilmente. Yo vi su torpeza y me entrometí pegando un grito para que todos nos vieran.
OIGAAAN!_ Todas las personas callaron dando silencio ante mi llamado. Samuel se aclaro la garganta y empezó a hablar fuerte y claro.
TENEMOS QUE AYUDAR. No podemos quedarnos reflexionando sobre si hacer o no. Es su pueblo, nuestro pueblo. Si algo se cae nosotros lo levantamos, no esperamos que una magia nos ayude_ todo el pueblo escuchaba a mi hermano. Algunos estaban sonriendo otros no se convencían mucho. Entre medio de la muchedumbre, un señor empezó a hablar. 
La familia Madrigal no deja de meternos en líos con sus magias. Ustedes que van a saber si apenas estuvieron. Desde que soy joven tuve que ver inmemorables desastres que formaron. Por mi que se vayan_ indicaba el viejo indignado por querer ayudar a los Madrigal. Mi hermano me miro buscando ayuda, yo me puse firme y empecé a responderle. 
Tiene razón, no somos cercanos al pueblo. Pero hemos visto en tan poco tiempo como gracias a ellos este pueblo sigue en pie._ empecé a señalar personas en busca de ayuda. 
Señor Rodríguez, cuantas veces Luisa ayudo a sus burros cuando se escaparon.  Oh señora Reynoso, sus cosechas siempre se ven tan bellas gracias a Pepa y Isabella. La señora Julia siempre ayudo a los heridos, el joven Antonio tan solo con cinco años, empezó a ayudar tan pronto obtuvo su don. Sus hermanos Camilo y Dolores dieron lo mejor de ellos por este pueblo. El señor Bruno intento ayudarlos, lo mejor que pudo y apenas su don no les fue de utilidad, este se fue_ mi comentario había dejado hasta el señor  callado. Mi hermano me sostuvo del hombro para continuar hablando.
No podemos ser una comunidad que vive en base a una familia y menos abandonarla apenas estas sean las que necesiten nuestra ayuda. La magia se fue pero aun seguiremos firmes. Tenemos que cambiar y ayudarnos entre todos. Todos tomen sus herramientas, escobas, incluso traigan comida. Vayamos a ayudar a los Madrigal._ se formo un silencio, nadie sabia que decir. Entre el pueblo un joven de mi edad, que nunca había visto, levanto su mano y empezó a gritar.
¡AYUDEMOS A LOS MADRIGAL!_ gracias a eso, el resto del pueblo le siguió. Todos empezaron a ir a sus casas en busca de algo para llevar y ayudar a la familia que siempre nos había dado una mano. Samuel, el abuelo y yo llevábamos herramientas de construcción. Todos los del pueblo salían de sus casas y empezábamos a caminar juntos hacia los Madrigal. Cuando estábamos cerca, escuchamos a Toñito gritar nuestra llegada a su familia. Todos empezaron a cantar mientras levantaban al ritmo de su melodía las palas que algunos traían. 
HAY SOLUCION, HAY SOLUCION. La ayuda ah llegado, la ayuda ya llego. No hay ningún don y somos muchos. Lo haremos juntos, con pasión.

Camilo Madrigal x T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora