Camilo Madrigal x T/N

1: Todo un hombrecito (Temporada 2)

El bullicio del lugar no me dejaba escuchar lo que Samuel me quería decir.
¿Que?_ proteste en voz alta, esperando que repitiera lo que me estaba diciendo.

¡DECIA QUE!. ¿Dónde se metió tu noviecito?_ me repitió mi hermano, protestando por la ausencia de Camilo. Mire a mi alrededor, buscándolo con la mirada inútilmente. Había muchas personas  en la casa Madrigal, era imposible encontrar a alguien entre tanta gente.

No lo se, supongo que ya vendrá. Es su cumpleaños, es imposible que se lo llegue a perder_ afirme a mi hermano. Desde inicios de la noche estaba protestando, el hecho de tener que asistir a una fiesta solo por su cuñado, no era algo que lo emocionara mucho.

Aparte, seguro viene a verte solo para comerte enfrente mío_ me subieron los cachetes a un tono rojo, Samuel a veces se pasaba de la raya. Le di un codazo fuerte para que cerrara el pico de una vez.
AUCH, pero si es verdad. No dejan de comerse a besos siempre que se ven, aparte con esa tonta cosa suya de no besarse hasta que Camilo cumpla años, van a devorarse sin piedad delante de mis inocentes ojos_ seguía protestando Samuel mientras reflejaba en su rostro una expresión de asco. Yo solo rodee los ojos, era un insoportable cuando se trataba de Camilo y yo.

Empecé a ignorar por completo sus comentarios y me concentre en mis pensamientos. "Ya voy a poder besarlo". Pensaba con alegría, desde que yo cumplí 18 años hace unas semanas, Camilo empezó a fastidiarme con que era muy mayor. Como venganza, decidí establecer que hasta que el no cumpliera los 18, no lo besaría. Mi "venganza" fue cruel tanto para el como para mi, no había creído que se lo tomara tan en serio. Entonces, estaba muy entusiasmada de que su cumpleaños terminara para por fin volver a sentir sus labios.

Dios, estas pensando en el ahora mismo_ afirmo Samuel con asco al verme volando por las nubes.

¿Que?, no, claro que no_ proteste avergonzada a que mi hermano notara mi escape de su charla para pensar en mi novio.

Si, claro que si. Dios, que cursis que son ustedes dos_ Samuel se encogió de hombros y saco su lengua indicando espanto en su cara.

Cuando por fin te atrevas a hablar con Luisa y sean pareja, voy a ser yo quien ande molestándote de lo pegote que estas con ella_ le devolvía la protesta. Mi hermano no dejaba de tener como amada a la joven Luisa Madrigal, pero era un pavote que no podía ni decirle "hola" sin trabarse. Samuel se quedo callado mientras sus cachetes se volvían rojizos, había tocado su ego.

Ash_ se empezó a alejar para ir a la mesa de bebidas y bocadillos. Yo me quede en medio del salón de casita, aun buscando con la mirada a mi querido Camilo. "¿Donde te metiste ricitos?". Mientras Samuel volvía a acercarse a mi, con un vaso de vino en sus manos, las luces empezaron a bajar.
¿Ahora que?_ pregunto al notar la falta de iluminación en el salón. Si que nadie pudiera decir nada, el señor Agustín, empezó a tocar junto a los músicos una melodía algo coqueta, por así describirla. Los instrumentos sonaban bajos, casi como tímidos. Como si empezaran a demostrar su puestos en la melodías. El violín daba la base, el piano punteaba y una pequeña trompeta parecía afinarse.

¿Saben que pasa?_ escuche a la señora Julieta susurrarle a sus dos hermanos.

El dramático de tu sobrino_ respondió la señora Pepa con sus brazos entrelazados alzando la mirada a la escaleras. Al igual que ella, levante mi vista para arriba, donde un pequeño foco de luz hizo hincapié, alumbrando el centro del primer piso. La melodía paro repentinamente, dejando un silencio en el lugar. Todos los invitados levantaron su vista, viendo como el reflector apuntaba al joven cumpleañero. La música retumbo una vez mas, pero con sus tonos mas graves y fuertes, dejándole la entrada al Madrigal.