Camilo Madrigal x T/N

22: ¿la merezco?

Mañana, mañana, ¡MAÑANA!. No podía dejar de pensar en mañana. Todo estaba listo. El lugar, la ropa, los invitados, las bendiciones, el anillo y la novia. Solo faltaba...el buen esposo. 

No podía aun creerme todo, estaba por hacerlo, estaba por proponérselo, pero la duda me comía. ¿Seré el buen esposo que ella merece?. Temía con esa duda, sabia que me amaba y que jamás me rechazaría, pero no sabia si era lo que ella merecía. Rondaba por mi cuarto, de un lado al otro, sin saber que pensar. Miraba nuestras fotos y solo sentía que ella lo era todo y yo nada. Intente despejarme, yendo al pasillo de espejos, pero eso solo me acorralo. Me veía en todos lados y sentía que toda esa duda era mas grande. "¿La merezco, la merezco, la merezco?". 

"No, debería de irse con alguien mas"_ empezaba a murmurarme esa voz. Salí rápido de mi cuarto,  golpeando la puerta con fuerza para salir de ahí. Conocía perfectamente esa voz y sabia que una vez que empezaba a hablar, jamás pararía. Estando en el pasillo, intente tomar aire y relajarme. No quería discutir con esa vocecita, no estando tan cerca de mañana.  

Soleado, soleado_ murmuraba para mi mientras imitaba el gesto de mi madre, al tocarse el cabello para alivianarse. 
Que salga el sol, que salga ya..._ repetía mientras inhalaba y exhalaba

¿Camilo, esta todo bien?_ mi prima Mirabel, quien vio mi actuar, empezó a hablarme algo preocupada. La mire con sorpresa, no había notado que estaba ahí. Deje salir un largo suspiro para poder dibujar una sonrisa.  

Todo en orden Mirabel_ respondí levantando mi pulgar. Ella pareció dudar ante mi respuesta, pero no insistió.

O Camilo, Isabela quería verte. Es por las flores de mañana_ tras su aviso, mi prima bajo las escaleras, dejándome solo en el pasillo.  "Bien Cami, a distraerse de la propuesta, con cosas de la propuesta...". Pensé sin sentido. Despeje un poco mi mente y me acerque a la habitación de mi prima Isa. 

¡ISA!_ grite con fuerza en el inmenso cuarto, aunque no sabia si esa jungla se podría considerar un cuarto.

¡CAMILO, AHI BAJO!_ la voz provenía de arriba, mi prima Isabela, estaba en la cima de unos arboles. Hizo crecer unas regaderas a su alrededor, para ayudarla a bajar de la inmensa planta.
Ven, ve, ven. Tengo que mostrarte lo que tengo_ me decía con entusiasmo, luciendo como una niña pequeña.  Me jalo del brazo hasta el centro de su cuarto. Despejo con su don, algunas plantas, para dar superficie plana a nuestro alrededor. 
Pensé que mientras ustedes dos podrían estar allí, yo aguardaría desde esta distancia para cuando ___ de el "si". _ mientras hablaba, dibujo con flores y plantas, la figura de ___ y yo. Me quedaba atontado al ver la figura de mi novia. "Hasta en flores es hermosa.." Pensé mas con melancolía que felicidad.
Camilo, ¿estas bien?_ pregunto repentinamente Isabela, dejando todo lo que hacia para fijarse en mi. 

¿eh?, AH SI!, si, si. Estoy bien, ¿decías?_ respondí a secas, para no  molestarla.  Ella arrugo su cara, expresando no estar del todo satisfecha con mi respuesta. 

Bien, am. Decía que cuando diga ella el "si", yo podría rodearlos de melocotones y hacerlos llover en una hermosa lluvia de flores!_ me mostro con un ejemplo lo que decía, dejándome admirar como ella rodeaba la figura de ___ con flores de melocotón a su alrededor. 
¿Qué dices?_ no respondí a su pregunta, quede embobado, viendo la planta. "¿Por qué diría que si?". Empecé a pensar, volviendo a mi melancolía. 

"¿Por qué ella diría que si?"_ la voz volvía en forma de susurros. Sin percatarme, estaba escuchándola. 
"¿ De vedad vas a hacer esto?"_ me repetía la voz con mas fuerza. Estaba hundiéndome una vez mas, ese vacío de culpa. Hasta que unas flores, se estamparon en mi cara. Dejándome volver a la realidad.