6.

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Capítulo 6.

Sábado, 12 de Marzo 2017.

Aria

La ausencia de bloqueador solar ha dejado mis pómulos y nariz con tonalidades rojizas y bastante dolorosas. Siempre he sido la clase de persona que cuida su piel, pero estando aquí lo olvidé completamente.
Tomando mi neceser camino afuera de la habitación, aun es temprano así que no me importa salir en mi camisón de tirantes.
Mirándome en el espejo del baño noto que mis ojos están menos tristes. Puede que brillen un poquito debido a lo que pasó anoche.
Sé que es una locura, pero no puedo ignorar el hecho de que podría haber ocurrido algo si yo hubiese querido. Ellos lo querían.
Algunas tontas fantasías cruzan mi mente, pero las esfumo tan rápido como puedo. Aria, basta.

Como aun no me atrevo a dejar mi cepillo de dientes junto a los demás, lo busco entre mis útiles de aseo personal junto con el dentífrico que me traje de Atenas, me pregunto si aquí lo venderán. Cuando vaya al pueblo, debo pasar por una farmacia.
Perezosamente comienzo a lavarme los dientes, después de algunos segundos ya parezco a la niña del exorcista echando espuma por la boca.
Sonrío mirando mi semblante en el espejo hasta que me cruzo con esos dos grandes ojos azules tan oscuros como el mar.

La sonrisa desaparece de mi rostro e inmediatamente me inclino para enjuagar mi boca. Niall entra en el baño y sus ojos se encuentran con los míos a través del espejo. Acercándose al recipiente de cepillos toma el que debe ser el suyo y alcanza mi dentífrico. Quiero decirle que es el único que me he traído de Atenas y no sé si aquí venden más, ya que no es una marca irlandesa y es el único que puedo utilizar. Pero decido guardar silencio y observa como se lava los dientes.

Llevándome el cepillo a la boca otra vez, lo observo apoyarse en la pared de baldosas, detrás de mí. Mis ojos recorren su pecho desnudo, su abdomen y la forma en que sus pantalones de chándal cuelgan de sus caderas, dejando a la vista no solo una V definida, si no también esa pequeña hilera de vellos oscuros que se pierden más abajo del dobladillo del pantalón.
Soy plenamente consciente de que sabe que estoy mirándolo.

Ellos piensan que yo no puedo jugar este juego que ambos iniciaron. Pero no me conocen, creen hacerlo, pero no es así.
Anoche cuando terminó la película escapé tan rápido como pude. Y sí, me sentí tan tonta. Solo les di en el gusto de ponerme nerviosa y con las ideas confusas en mi cabeza.
Pero ahora pienso que también puedo jugar con ellos. ¿Que es lo peor que podría pasar? Puedo jugar con fuego y solo si yo deseo puedo quemarme.

Sabiendo perfectamente que también está mirándome, me inclino sobre el lavado para enjuagarme la boca. Mi camisón es corto y estoy segura que tiene la mejor vista de mis muslos y quizás un poco más.
Por el rabillo del ojo puedo notar como lentamente se acerca. Mierda, esta maniobra suya no me la esperaba.
Las yemas de sus dedos se deslizan por la piel expuesta de mi muslo, provocado que todo mi cuerpo se tense y el corazón se me dispare bajo el pecho.

-Oye —Susurro e intento incorporar mi cuerpo, pero su otra mano se apoya en mi espalda baja y me obliga a permanecer inclinada —Niall -Susurro mirándolo a través del espejo, pero él no está mirándome.

Su mano sube lentamente por mi costado alzando hacia arriba mi camisón. Mis bragas negras y de encaje quedan expuestas y él acaricia la tela suavemente con su dedo pulgar mientras envuelve mi glúteo. Por una fracción de segundos pienso que los enganchará y deslizará hacia abajo por mis piernas, pero no lo hace. Me observa el trasero y luego sus ojos se encuentran con los míos.
Puedo notar que sus pupilas están dilatadas. Mi respiración se vuelve superficial a medida que espero su siguiente movimiento, pero él no lo hace. Solo observa mi pequeña ropa interior y luego vuelve acomodar mi camisón y retira su mano de mi espalda.

𝐄𝐅Í𝐌𝐄𝐑𝐎 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora