𝐄𝐅Í𝐌𝐄𝐑𝐎 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

30.

Capítulo 30.

Domingo, 26 de Abril, 2017

Aria

Atenas, Grecia.

Despierto al sentir un brusco movimiento. Mi cuerpo desnudo esta envuelvo en sábanas y brazos cálidos, los brazos de Niall quién me sostienen contra él mientras duerme. Se siente tan bien, se siente demasiado bien, es por eso que me acurruco a su lado con toda la intención de seguir durmiendo y quitarle importancia al motivo por el cuál desperté, pero aquél movimiento vuelve y mis ojos se abren de golpe.
Adormilada intento averiguar de dónde ha venido, pero apenas siento sus brazos tensos a mi alrededor y un quejido de sus labios, noto que es él. Es Niall.
Dándome la vuelta, noto sus ojos cerrados y su ceño fruncido, como si estuviera molesto ¿Está teniendo una pesadilla? Acercando mi mano a su pecho intento calmar sea lo que sea que esté dentro de su mente, pero nuevamente se remueve inquieto contra las almohadas.

-No... Papá... No... —Lo escucho balbucear y todo dentro de mí se detiene, es como si la sangre dejara de drenar mis venas.

Los vellos de mi piel se erizan. Oh santo cielo ¿Escuché bien? Él acaba de hablar, él acaba de emitir palabras suaves en sueños. Asombrada me quedo mirándolo, esperando y esperando que vuelva a decir algo más mientras lo observo, pero solo balbucea cosas incomprensibles. De todas maneras, no quita el hecho de que está hablando.
No lo puedo creer, guío nuevamente mi mano a su pecho y siento su corazón acelerado, sea lo que sea que esté soñando no esta siendo grato para él.

-Niall —Susurro acercándome a su mejilla. Si no fuera porque está pasándolo mal, seguiría esperando a escuchar su voz, su suave y dulce voz, oh santo cielo mis ojos se llenan de lágrimas —Niall, despierta —Contínuo susurrándole, con un nudo quemándome la garganta.

Pero al cabo de unos instantes dónde sus palabras son leves murmullos, su respiración se calma y los latidos de su corazón han disminuido tomando su ritmo habitual, sé que la pesadilla a terminado.
Apoyando mi cabeza en las almohadas me quedo mirándolo por varios minutos, asombrada, impactada y para qué negarlo, demasiado emocionada por haber escuchado su voz. Miles de preguntas inundan mi cabeza en este mismo instante, preguntas que me hacen tener esperanzas. Él no habla al estar despierto, pero las palabras están allí, están esperando en la punta de su lengua para ser pronunciadas.

¿Qué será lo que tanto le asusta? Sé que todo inició tras la muerte de su padre, sé que es todo relacionado al accidente... Santo cielo, ojalá tuviera las respuestas a todas las preguntas que existen dentro de mí, aún no lo puedo creer. Él nombró a su padre, él estaba soñando él ¿Quizás recordando lo que ocurrió aquél día en el lago? Toda aquella felicidad momentánea que sentía mi corazón tiende a desaparecer al caer en la cuenta del porqué él habló, del porqué él estaba inquieto.
James mencionó que Niall hasta el día de hoy se siente culpable por la muerte de su padre y no tengo dudas de que ese sentimientos es el que se apodera de él y lo hace tener estas pesadillas que no lo deja seguir adelante.

Acercando mi mano acaricio su mejilla, lo acaricio brevemente antes de levantarme.
Pronto despertará y quiero traer el desayuno para él, quiero mostrarle que no todo es horrible y que estoy aquí, con él.
Alcanzando una bata de mi walking closet, cubro mi cuerpo y salgo al pasillo.
Elora está paseándose por el living cuando me ve aparecer al bajar las escaleras.

-Buenos días señorita Aria —Me saluda con una cálida sonrisa que no dudo en devolver.

-Buenos días, Elora.