8.

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Capítulo 8.

Jueves, 18 de Marzo 2017.

Aria

No ha dejado de llover, desde el domingo. Se supone que es primavera. El clima en Grecia no traiciona, aquí todo termina traicionando.
No puedo lidiar con mis celos irracionales, no tiene sentido.
Estar atrapada dentro de la casa no ayuda. Tener que evitar a Niall se vuelve más difícil, sobre todo cuando se pasea delante de mí a propósito.
No debería sentirme molesta por lo que pasó ese día. Él puede meter a cualquier chica dentro de su habitación, así como lo hizo el sábado en la noche. Cuando decidió llevarse a la rubia de ojos grises.

-Aria, estoy hablándote —Se queja James desde el otro lado de la cocina. Alzo mis ojos hasta él —Café o té —Pregunta, pero antes de que pueda responder se acerca Niall y le entrega el té con canela, mi favorito desde que llegue.

-Café, por favor —Digo y observo rápidamente a Niall, quién me observa confundido. Él sabe que no tomo café.

Vuelvo mi vista al boceto casi terminado que tengo sobre la mesa de mármol. Si no estuviera con la cabeza en plutón, mi pintura estaría muy adelantada.
James deja delante de mí la taza con café, él olor es agradable.

-Recuerda que este sábado iremos al circuito.

-Lo sé —Vuelvo a mirarlo —No debería llover.

-Ojalá que no, de lo contrario correrán la fecha —Me explica —No es seguro para el Alfa Romeo, ni para mí.

-Espero que el asfalto esté lo suficientemente seco —Sonrío y él a mí.

James vuelve a sus quehaceres, que básicamente es hacer nada. La lluvia no nos deja salir al exterior, los caballos están calentitos en el establo y el huerto es bendecido por la lluvia.
Lo sigo con la mirada, él se sienta en el sofá frente al fuego de la chimenea y busca alguna serie en Netflix.

Vuelvo a concentrarme en mi boceto. Trazo las líneas mientras siento que él está aquí, mirando lo que hago.
Maura también aparece, ella baja con una maleta pequeña y suelto un suspiro.

-Mamá, recuerda traerme la camiseta —Le habla James desde el salón.

-Envíame un mensaje para recordarme, soy vieja y olvido todo —Responde ella acercándose al mesón —Aria, puedes llamarme si necesitas algo, estaré pendiente del teléfono.

-Estaremos bien —Le aseguro —Espero que pueda llegar a un acuerdo con los proveedores.

-Gracias, querida. No se duerman tan tarde.

-Mamá son apenas las 9. Hace años que dejé de dormir tan temprano —Se queja James —Además, soy tu primogénito.

Maura lo observa y sonríe con cariño.

-Que hayas nacido primero no significa que tendrás privilegios.

James se ríe.

Minutos más tarde, Maura esta cruzando el umbral de la puerta. El hombre del Uber la ayuda a cargar su maleta y después se despide.
Me hubiera gustado ir con ella a Dublín, para conocer la ciudad, pero lamentablemente va por temas de negocios. Mañana ya estará aquí.

𝐄𝐅Í𝐌𝐄𝐑𝐎 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora