𝐄𝐅Í𝐌𝐄𝐑𝐎 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

64.

Capítulo 64.

Lunes, 6 de Julio, 2017.

Niall

19 días han pasado desde que ese hijo de puta intentó asesinar a la mujer que amo. 19 días que no han sido fáciles. La recuperación de Aria es lenta, demasiado lenta. La he visto llorar por las noches a causa del dolor, y quejarse como un pequeño ser moribundo. Los fármacos ayudan, pero hay ocasiones en que no es suficiente y hemos tenido que acudir al hospital.
Sin embargo, estos últimos días hemos visto mejorías, tanto en su salud como en su estado de ánimo. Le hace feliz escucharme hablar y leer.  Es por eso que lo hago constantemente, incluso cuando no tengo ánimos de hacerlo, porque sé que ella estará feliz.

Mientras ella trabaja en su mejoría física, yo hago exactamente lo mismo en el habla. Durante las noches nos acurrucamos en la cama y leo para ella. El mundo de la lectura me transporta a un mundo diferente, donde no da espacios para pensar en otra cosa que no sea lo que estoy leyendo. Mi hermano tenía razón sobre sus búsquedas en Internet, ya que he podido avanzar demasiado gracias a esta técnica.

Aún me resulta asombroso como todo sucedió. En como las palabras fluyeron sin darme cuenta que lo hacía. Cuando vi a Aria herida, el dolor en mi pecho por la perdida de mi padre tocó una parte de mí, donde me vi obligado a soltar. Fue como desprenderme de una atadura que no me dejaba avanzar, y que me enviaba una y otra vez a una terrible oscuridad.
Quizás nunca encuentre una respuesta certera de como mis miedos y temores se desvanecieron al ver a la persona que tanto amo en un estado donde su vida corría peligro. Pero de alguna manera, quizás esto es lo que necesitaba para poder seguir adelante.

Aria también lo cree así. Dice que el costo ha sido alto, pero es totalmente necesario. Me hubiera encantado que hubiera sido diferente, y que todo ocurriera en otras circunstancias, pero como dice ella, el destino así lo ha querido. Es demasiado optimista, incluso conmigo. Por ella acepté retomar las terapias, insiste en que la especialista podrá ayudarme a entender del porqué un trauma logró sanar otro. Yo intento dar vuelta la página y verlo como un milagro que cayó directamente del cielo, pero una vez más, ella insiste en que debería obtener una opinión de un profesional. Así que, me tiene exactamente donde quiere, porque por ella puedo hacer cualquier cosa.

—¿Hoy leerás para mi? —Me pregunta, mientras se acurruca a mi lado y sonríe, esperando como siempre que le diga que sí, pero esta vez niego lentamente, evitando sonreír, ella frunce el ceño —¿Porqué? Todas las noches y durante el día lo haces, y nos hemos quedado en una parte interesante de la historia —Me encojo de hombros, solo para verla confundida —Hablame, ya no tienes excusas ¿Qué pasa?

—Quiero ser un... perezoso.

Ella se ríe.

—No puedes ser un perezoso. No puedes dejarme atrás en esto —Me recuerda —Me prometiste que el día en que sanara completamente, tú estarías hablando sin dificultades.

—Sí.

—¿Sí qué? —Sonríe acercándose a mis labios —Dime algo más que un monosílabo —Sonrío, niego y beso sus labios —Vale, definitivamente hoy no quieres hablar.

—Estoy acostumbrado... a no hablar.

Y es la verdad. Si bien ahora puedo comunicarme con ellos mediante las palabras, no estoy acostumbrado a responder. Llevo muchos años viviendo un estilo de vida diferente, a permanecer en silencio, a dejar que ellos deduzcan que es lo que quiero, que es lo que necesito. Y que si bien ahora cambió, no quiero perder ese tipo de comunicación.
Sé que es por puro capricho, pero mamá al menos ya entendió que no necesita escucharme hablar para saber que es lo que necesito. Nadie en realidad, ni Aria, ni James. Siento que en ese sentido las cosas no han cambiado. Hablar, no hablar, ellos me conocen lo bastante como para conocer mis necesidades.