𝐄𝐅Í𝐌𝐄𝐑𝐎 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇 🥀

54.

Capítulo 54.

Viernes, 15 de Julio, 2017.

Aria.

La muerte de mis padres podría haberme enviado por un abismo, podría haberme hecho perder la cabeza y terminar en cuatro paredes blancas y acolchadas, pero no fue así. Si bien los extraño con todo mi corazón, tengo a las mejores personas del mundo rodeándome. Ellos me hacen sentir amada, protegida y feliz.
Después de semanas, he vuelto a trabajar en mis lienzos. Aquél sentimiento de tristeza por la cancelación de mi matrícula ha sanado. La resignación ayudó bastante, y por supuesto las palabras de las personas que más amo.

Elizabeth es mucho más testaruda por supuesto, e insiste en que debería tomar acciones legales. Sin embargo, no le encuentro sentido hacer algo así. Mientras aquellas editoriales no se retracten de sus dichos hacia mí, seguirán creyendo que soy quién planeó la muerte de mis padres. Ridículo, pero es lo que es. De todas formas, si aunque me dejaran volver y reincorporárme, no creo que lo haga. Tengo dignidad, y como dice James, ellos se lo pierden.

—Y entonces ¿Qué es lo que harás cuando ya no estés bajo la tutela de Maura? ¿Volverás a Grecia? —Me pregunta Rosie mientras observamos algunas camisetas en la tienda de Magaly.

—Todavía no lo sé. Se suponía que este otro año iniciaría en la universidad de Atenas, pero como ya sabes, creen que maté a mis padres.

—Que imbéciles. ¿Cómo se supone que una chica de 17 años, haya planeado todo aquello? Además, fue un accidente automovilístico, un accidente.

—Lamentablemente existe gente muy cruel, Rosie.

Ella asiente. Hace un par de días, mientras estábamos en el lago, decidí hablarle sobre mi vida en Atenas, sobre mis padres y lo famosos que eran, y que por supuesto eso también me incluía. Le enseñé las revistas que James guardó como recuerdo de nuestra estadía en Atenas y los escándalos en los cuales nos vimos envueltos.
No hablé sobre mi patrimonio, pero no fue difícil para ella deducir que mis padres me dejaron como herencia una enorme fortuna.
Al principio me sentí aterrada, porque la fortuna de mis padres fue el motivo por el cuál yo nunca logré tener amistades reales. Y que cada una de las chicas que un día se acercaron a mí, era solo por interés.

Pero Rosie resultó ser diferente. No me deja pagar la cuenta sin que ella haya pagado la mitad, me acepta los obsequios haciéndole prometer que será el último, y sobre todo, no me hace preguntas como las que solía recibir de aquellas que buscaban ropa, joyas o viajes gratis. Rosie es realmente una gran amiga. Y ahora que está saliendo oficialmente con James, soy demasiado feliz.
Ese día en el lago, sentía que algo había pasado entre ellos, esas miradas y sonrisitas no eran porque sí. Me llevó solo un segundo deducir que habían confesado sus sentimientos, y la confirmación llegó al finalizar la tarde, cuando los vi besándose e intentando que no nos diéramos cuenta. Fue realmente gracioso de ver.

—¿No es raro para ti, comprar en una tienda de segunda mano? —Me pregunta Rosie cuando nos acercamos al área de blusas y Jeans.

—No, de hecho casi toda mi ropa la he comprado aquí. Bueno, salvo en algunas ocasiones que he ido a Dublín y he visitado el centro comercial ¿Porqué lo preguntas?

—Bueno, por lo obvio —Se ríe mirándome desde el otro lado del perchero —Tu vida es diferente en Grecia.

—Oh —Sonrío entendiendo que quiso decir —Es verdad, la vida que he vivido en Grecia es totalmente diferente. Sin embargo, es aquí donde me siento yo misma. No significa que allá lo haya pasado mal, claro que no. Mis padres siempre fueron complacientes conmigo, eran felices con las cosas que a mí me hacían feliz, pero no fue hasta que llegué a Irlanda que encontré lo que realmente me hacía sentir feliz.