ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***

Capítulo 1

<<Anhelo y ansío tu ferocidad. Ilógico, irónico... La calma era lo más preciado que tenía y desde que llegaste solo deseo vivir en tu caos. No era lo que quería pero al final era lo que necesitaba, tenemos lo que al otro le falta o necesitaba. Mi querido huracán, prometo mostrarte como no embravecer tanto este mar, permíteme enseñarte que hay cosas que se tratan con fragilidad, porque ahora mi corazón es de tu propiedad.>>

Eso es algo que leí en mi libro favorito, una dramática historia romántica donde dos almas completamente opuestas son atraídas como si de imanes se tratara. 

Un amor intenso y verdadero. ¿A caso existe eso, o es pura ficción?

No sé, yo tengo un amor pero es normal, como el de todos. 

No quiero insinuar que es aburrido, pero...

Siempre me faltará eso, siempre desearé saber que se siente amar con locura o que me amen con locura. 

Aunque, quizás, me conformo con un poco de locura, en general. Quiero algo en mi vida que la haga un poco más emocionante.

El mundo en el que vivo pareciera haber sido diseñado minuciosamente para mi, para que todo sea perfecto siempre y no tenga preocupaciones.

¿Esperan que muera de aburrimiento antes de los treinta?

Hoy estoy cumpliendo 18 años. No podría quejarme de nada, en todos estos años fui la persona más consentida del mundo, todo es tan perfecto a mi alrededor que comienza a aburrir.

Tengo un padre que vive trabajando para dejarme viviendo como una reina, un novio perfecto con quien llevo dos años saliendo y una mejor amiga incondicional de toda la vida.

¿Entonces qué me falta? No lo sé, pero es algo, siento un vacío, como si me faltara algo para estar completa.

Pienso que probablemente solo me sienta así por aburrimiento y, en realidad, no estoy segura de querer algo diferente en mi vida.

Solo a veces, por momentos, me invade este deseo de algo nuevo y distinto, algo desconocido, algo que me mueva el piso.

O no, mejor no. Falta que manifieste un terremoto deseando eso.

<Bien, basta Destiny, deja de pensar idioteces y disfruta tu fiesta.>

—Hola, hermosa. —Dice mi novio, Chad, llegando a la casa de playa donde festejaré.

—Pensé que no vendrías. —Respondo mientras corro hacia el.

—¿Cómo iba a faltar a tu cumpleaños? —Habla llenándome de besos.

Chad era la persona más encantadora que podía existir, con su cabello rubio con rulos y sus ojos celestes cualquiera se enamoraría de él. 

Era algo así como mi príncipe encantador, pero en esta historia yo sí terminaría con él.

—¿Viniste solo? ¿No trajiste a nadie? —Pregunto con curiosidad.

El niega.—Vendrán dos amigos más tarde.

—¿Quienes? ¿Fred y Dustin? —Indago, el mueve la cabeza hacia los lados.

—Cole y Harrison. —Mi cara de desconcierto es notable porque no se quienes son. —Son unos viejos amigos, hace mucho no los veo, estaban en otro país y casualmente volvieron.

—Nunca me los nombraste. —Respondo.

—Te los habría presentado antes de haber podido, son como hermanos para mi. 

—Oh, ¿Cómo hermanos? ¿Tanto así? —Cuestiono.

—Sí, crecimos juntos y siempre fuimos unidos los tres. Ya verás, te caerán bien. —Dice sonriendo.

—Seguro que sí. —Hablo convencida. —Ya deseo conocerlos.

—Tú. —Me señala Aria, mi mejor amiga. —Espero que no te pases toda la noche con Chad y me dejes sola.

Aria es tan posesiva y celosa, pero así y todo igual la amo.

—A, el invitó unos amigos, asique no estará conmigo todo el tiempo.

—Bueno, mejor... —Hace una pausa. —Espera. ¿Cómo dices que dijiste? —Abre sus ojos de par en par con mucho interés. —Amigos, eh... ¿Y están buenos? ¿Se quedarán aquí en la casa?

—No los conozco, no sé quienes son. Pero, según me dijo Chad... parece que sí se quedarán unos días.

Aria es una diosa, cualquier ser humano caería a sus pies, ella es de esas que si les gusta algo no dudan en buscarlo y ganárselo, sin vergüenza, y con actitud.

La genética la bendijo con ojos verdes que le combinan con su cabello rubio dorado larguísimo y lacio, es alta y con unas piernas que si yo fuera hombre me arrodillaría a rezarle.

De las dos, ella es la que más impresiona.

Mientras que yo no tengo nada extraordinario, soy una chica normal, aunque dicen que mi sonrisa es linda, no sé que tan cierto sea. Algunos me dicen "enana", pero no lo soy.

Mido 1.60, malditos, es la medida estándar.

Mi pelo es castaño, con una extraña mezcla entre lacio y ondulado, a veces despierto con el cabello lacio, y a veces con muchas ondas (ni mi cabello sabe que quiere ser), tengo ojos color miel y un cuerpo con medidas ¿normales? supongo. 

Realmente no me interesa ser 90 - 60 - 90, soy todo lo opuesto a lo fitness, odio hacer ejercicio, me gusta comer como bestia y dormir todo el tiempo.

No engordo por el simple hecho de que, gracias a los genes, tengo buen metabolismo.

—Chad cuéntame como son... ¡Dime que no son empresarios aburridos, por favor! -Suplica mi amiga a mi novio.

—Ya verás, te sorprenderás. Ya deben estar llegando. —Responde riendo.

—¿Qué les parece si vamos por unos tragos? —Les pregunto a ambos mientras los arrastro de las manos hasta donde están los demás invitados bailando y les doy a cada uno una bebida. Sep, ser buena influencia no es lo mío.

Estábamos disfrutando a más no poder, literalmente el alcohol era el invitado principal y al menos en mi cuerpo estaba haciendo su trabajo. De repente Chad me tironea del brazo y me lleva con él para que lo acompañe afuera de la casa de playa.

No entendí realmente para qué, porque no logré escucharlo por la música.

Voy intentando caminar con presencia y coordinación, siguiendo a Chad y me detengo porque él se pone a hablar con unos chicos medios raros.

Entre mi visión difusa y mi poco entendimiento los analizo e inesperadamente no puedo negar que son bastante lindos aunque son algo raros, es decir son todo lo contrario a la gente de mi entorno, ellos están todos vestidos de negro y con muchísimos tatuajes.

Chad tiene algunos pocos tatuajes, pero estos están en otro nivel. 

¿Dejaron algún espacio de su piel sin tatuar?

No creo que ellos sean sus amigos... ¿O sí?