Capítulo 68

5K 279 22
                                    

Narra Harrison.

Me sentía ansioso, preocupado, emocionado y asustado. Era una completa mezcla en mi interior.

No era religioso y sin embargo, ahora estaba pidiéndole al de arriba que me diera la oportunidad de verla.

Estaciono frente a su casa y como si la paciencia no existiera en este momento, voy rápidamente hacia la puerta, rogando que quien me abra sea ella.

—Harrison.—¿Qué te trae por aquí?—Pregunta extrañado Charles.

Normal, porque no se esperaba que yo viniera a preguntar por su hija, después de todo.

—Busco a Destiny.—Digo tratando de disimular mi ansiedad.

Charles me observa y me hace una mueca.—Ella se fue...—Mira su reloj.—Hace como una hora.

—¿A donde fue?—Pregunto con miedo.

—Al aeropuerto. Se va a Italia.—Responde viendome con atención.—Pero parece que tu eso ya lo sabías... Lo siento. —Pone una mano en mi hombro. —Luego puedes preguntarle donde está e ir a visitarla allá. —Propone como solución.

—Gracias, Charles. —Hablo con amargura.

Camino hacia mi auto, odiando al universo entero por hacerme esto, subo al auto y no puedo contenerme más...

De niño aprendí a no llorar. De grande jamás lloré por nada, ni por nadie, excepto por ella.

Y así estaba otra vez, dejando salir mis lágrimas por la impotencia. 

Apoyé mi cabeza contra el volante y solo me quedé ahí un buen rato, sin moverme, solo pensando.

Si podría ir a buscarla a Italia, pero si no quiere decirme donde está me será difícil encontrarla.

Haré lo imposible, aunque me tarde, estoy decidido a encontrarla. No voy a dejar que se me escape así nomas.

Como si el día no fuera suficientemente triste, comienza a llover y por los vidrios comienzan a deslizarse pequeñas gotitas.

Un auto pasa delante de mi y creo que estaciona pero no le presto atención, ni me interesa verlo, sigo con mi frente contra el volante sin querer hacer nada más. 

Luego siento el motor de aquel auto alejarse, y la lluvia comienza a hacerse más fuerte. 

No voy a quedarme aquí para siempre, pero no tengo ganas de conducir hasta casa y quedarme ahí solo, pensando en todo lo que no pude hacer.

Era todo una jodida mierda. 

Ni siquiera estaba pensando en que, probablemente, no me llamen nunca más para competir por haberme ido dejándolos colgados a horas de la competición. 

Solamente me interesaba encontrarla y saber si era cierto. 

Nada me importaba más que eso.

Unos golpecitos en mi ventanilla me hacen levantar la cabeza.

Bajo el vidrio que está todo empañado y no me deja ver bien quién es.

—¿Qué haces aquí?—Pregunta Destiny empapándose.

Me quedo viéndola porque sentía que estaba alucinando.

—Estás aquí... —Susurro—¿No te habías ido?—Pregunto con mi corazón volviendo a latir con fuerza.

Salgo del auto, dejando que la lluvia caiga sobre mi también.

—Sí. ¿Tu no debías estar en Daytona? 

ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***Donde viven las historias. Descúbrelo ahora