Capítulo 50

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Narra Harrison.

Desperté en el sofá, con un jodido dolor de espalda que me hacía sentir como anciano de 90 años.

Al ver la hora comprendí que había dormido demasiado y ya era mediodía.

Mi teléfono tenía llamadas perdidas del trabajo, de Cole y una de Destiny. 

Mierda, Cole, me olvidé de él. 

Las de la empresa me importaban un carajo, asique le devolví la llamada a mi novia primero que nada, después hablaría con mi amigo.

—¿Amor? —Hablé apenas atendió.

—Voy camino a tu casa. —Respondió friamente.

Me quedé congelado. —Bien, te espero.

Ok, eso no sonaba bien. En primer lugar, no se supone que ella supiera que estoy en casa, y carajo, todo estaba hecho un lío. 

¿Cómo dos personas pudimos hacer este desastre? 

A toda velocidad me pongo a limpiar, como si mi vida dependiera de ello, aunque así era realmente. 

Ni siquiera tuve tiempo de darme un baño, que el timbre sonó y sabía que era ella.

Al abrir no me encontré con la dulce cara que acostumbro a ver, esta vez lucía enojada.

Ella entró inspeccionándolo todo con la mirada, inclusive a mi.

-¿No vas a saludarme?

-No. Hueles como un borracho. No fuiste a trabajar, ¿porqué?

-Me quedé dormido.

-Si, veo porqué. -Me mira de pies a cabeza. - ¿No tienes nada que contarme?

-Estaba cansado ayer, lo admito, bebí, tal vez demasiado. -Intento sonar relajado.

-¿Solo? -Ella se ve como si lo supiera todo.

-¿Eh? -Me inquieto.

-¿Estuviste tomando tu solo?

-Con Cole. ¿Porqué preguntas?

-Que mentiroso de mierda eres... ¡No me mientas! -Responde tirando su bolso en el sofá violentamente.

Presiento que podría saber cosas que ni yo imagino que sabe, pero no quiero admitir nada porque si no es así la cagaría en vano. 

-¿De que hablas? - Sigo con mi papel de inocente.

-Aria me dijo que Cole te esperó y nunca llegaste. Fui a la empresa apenas llegué porque quería sorprenderte ¡y no fuiste en toda la mañana! ¿Quieres saber que más sé? Tu secretaria me dijo que anoche te fuiste con una "jovencita"

Siento que se me va a salir el corazón del pecho, claramente estoy en problemas.

-Se llama Jana. -Digo intentando calmar todo. - Pero no es lo que sea que pienses, ella es una amiga.

-¿Ah sí? ¿Una amiga? ¡Una amiga! ¿Que conoces desde cuando? -Grita molesta.

-Te lo juro, por favor confía en mi. La conocí hace poco, no es nadie tan importante como para haberte dicho. Amor, por favor. -Trato de acercarme.

-Suena más bien a que tratabas de ocultármela. Suena más a amante que a amiga.

 -No digas estupideces, Destiny, te lo juro, ella no es nadie.

-¡No es nadie, pero estuviste con ella anoche!

-Si quieres no la veré más, de hecho, desde ahora no la veré más. - Ella ríe con ironía.

-No querías que nadie se me acercara ni a hablarme y sin embargo tú te veías con alguien a escondidas... 

-No es lo mismo. ¡Dios! Solo perdóname por no haberte dicho. - Tomo su rostro haciendo que me mire.

Le doy un beso, que ella no corresponde. Destiny es muy terca, y cuando se enoja me cuesta solo un poco más convencerla, ella sabe que tengo el poder de ablandarla e intenta luchar contra mí.

Comienzo a darle más besos, y poco a poco va cediendo, hasta que por fin es ella la que busca mis labios. 

Me toma un instante pasar de los besos a la acción, y puedo decir que es mi mejor método para hacerla olvidar de nuestras discusiones. 

Llevándola agarrada de las caderas la dejo caer en aquel sofá de la sala. 

Mi pequeña Des, así como es de enojona es igual de caliente. 

Le quito todo lo que tenía puesto dandole caricias por todo su cuerpo, no puedo dejar que se enfríe esto. 

No hasta que me cerciore de haberla dejado exhausta y relajada como una sedita.

Me acomodo encima, y ella empuja mis caderas dándome a entender su urgencia porque entre, complacerla va a ser  un placer.

Esta es mi parte favorita de las peleas, lo que viene después siempre es sexo. Mi nena dulce y tranquila, acumula tanta rabia cuando peleamos que cuando tiene que follar conmigo lo hace con más intensidad y eso me encanta.

La sentí llegar al orgasmo dos veces. Adoro ver su cuerpo contraerse por cada orgasmo, más me pone saber que soy yo quién se los dió. 

La miro recuperando la respiración y con su cara colorada por el calor, quería que se relajara y hecho está. 

Me sirve para evadir el tema un buen rato.

-Voy a ducharme, ya vuelvo. - Le doy un beso en la frente.

Abro la ducha y dejo caer el agua, mientras pienso en que debo despedir a mi secretaria por metiche. 

Y todavía debo llamar a Cole, me siento mal por haber dejado esperando a mi amigo. 

Maldita Jana, es una mala influencia. No, ¿qué digo? Ella no es una mala influencia, ella solo me hace ser quien soy, por eso me hace sentir bien.

Termino de bañarme, y bajo con solo una toalla en la cintura.

Lo que me esperaba allá abajo era todavía peor que lo anterior. 

Destiny se había ido, pero no era muy difícil saber porqué.

La remera que Jana se quitó anoche estaba ahora en el sofá donde antes estaba Des, supongo que había quedado por ahí debajo y ella la encontró. ¡Puta mierda! ¿Justamente la tenía que encontrar ella?

¿Ahora que mierda se supone que le diga? No tengo nada que pueda salvarme de esto.

Pero esta vez no voy a dejar que una estupidez arruine todo.

~

-¿Quién es ella?- Pregunta Cole luego de contarle el porqué nunca llegué.

-Es... Solo es alguien que me ayuda a distraerme. 

-¿Te gusta? ¿Está buena? -Comienza con sus típicos interrogatorios.

-Es linda pero no me gusta. - Respondo hostilmente.

-¿Entonces nunca pasó nada? - El sospecha, y me conoce demasiado bien.

Bufo con cansancio. - Mierda, sí, yo... Anoche la besé, pero fue solo esa vez y jamás tuve intenciones de hacerlo.

-¡Lo sabía! - Comienza a reír. -De todas formas me lo esperaba, sé como eres... En toda tu vida mujer que veías mujer que tenías si o si... Ya te veía yo demasiado monógamo y me parecía raro.

-Parece una jodida maldición, te lo juro Cole, te juro que no quiero, desde lo más profundo de mi ser no quiero arruinar mi relación.

-Ya estás complicado hermano, no creo que se trague otra mentira más, la prueba era contundente.

-Aún así trataré... - Murmuro y el me da palmadas en la espalda.

Voy a ir a buscarla y así me cueste diez días, un mes o cuanto tiempo sea voy a convencerla de que todo en mi vida es con ella, o no es con nadie.











ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***Donde viven las historias. Descúbrelo ahora