Capítulo 16

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Estaba anocheciendo y no se veía mucho puesto que no había electricidad, ni había luminarias en la zona.

Harry se encontraba afuera, como siempre solía estar, apoyado sobre la pared.

Le dije que debíamos entrar adentro, porque ya era tarde y además se estaba poniendo frío otra vez.

—No. —Responde de forma cortante, su semblante ahora era diferente al de hace unas horas, ¿que había cambiado?

—¿Por qué no? Vamos. —Intento acercarme para tomar su mano, pero el me esquiva y se aleja.

Sale a relucir mi mejor cara de confusión, no podía entender el porqué de un momento a otro pasó de ser tierno y lindo conmigo a esquivarme de esa forma tan áspera.

—¿Qué pasa contigo? —Pregunto desconcertada.

—Se terminó. — Suelta friamente viendome serio. Lo que sea que signifique eso, lo dijo con una mirada tan gélida que puedo sentir como si hubiera un hueco en mi corazón. —El río ya bajó, tenemos que volver.

—¿Qué? —Pienso un momento. No sé que decir. —Entonces todo esto que pasó...

El me interrumpe. —Lo que pasó aquí fue algo momentáneo, que pasó por el solo hecho de estar aquí a solas contigo. Soy un hombre, Destiny, cualquier hombre habría querido intentar algo contigo en estas circunstancias. Apenas estemos en la ciudad volverás a ser Destiny Von Plessem, la niña rica para la que trabajo, y también la novia de mi mejor amigo. Asique vámonos de una vez y por el bien de todos, olvida que pasó algo.

Mis ojos empiezan a aguarse, no sé porque... ¿Por qué me importa tanto? Apenas si lo conozco, no debería ser tan importante.

 La forma en la que dice las cosas, como si no le importara nada de lo que pasó me duele un poco... Aunque en el fondo sé que tiene razón, que esto era irreal y me pregunto en que diablos estaba pensando. 

Harrison se sube al auto, yo busco las cosas que debo llevar, cierro la casa y hago lo mismo. El viaje es totalmente incómodo. Si antes no podía estar con el porque me caía mal, ahora no podía estar con el sabiendo que sentía algo por él, y mucho peor, que quizás todo lo que me dijo haya sido todo mentira para enredarme y así acostarse conmigo. 

En todo el camino no volteó su vista hacia mi, y yo lo imité. Me sentía mal, usada, tonta, y mala persona por haber engañado a Chad con alguien que quizás solo estaba jugando con mi estúpido corazón.

Faltando poca distancia para llegar a casa hablé. Pero solo para decirle:

—Llévame al departamento de Chad. Quiero ver a mi novio. —Dije esto ultimo con la intención de recordar que yo ya tenía a alguien.

Me miró fijamente con esos ojos grises que denotaban frialdad. 

Se veía algo molesto. 

Esperé que me dijera que no, que dijera alguna excusa tonta de que no podía llevarme, pero no dijo nada.

Me llevó al departamento de Chad y para mi sorpresa, cuando me bajé, se fue. Tantas veces diciéndome que no podía dejarme sola ni para tomar aire porque ese era su trabajo y ahora solo me dejaba y se iba.

Traté de restarle importancia. Subí al edificio y toqué la puerta de mi novio.

Ver a Chad en este momento era lo que menos quería, pero ya estaba aquí.

Me sentía una verdadera hipocrita y yo no era así. Yo nunca fui así, antes de que Harrison apareciera en mi vida jamás, jamás había engañado a Chad. 

Jamás me interesó tener nada con nadie más, por que con Chad me bastaba a pesar de que a veces me sentía sola.

¿Qué estaba haciendo? ¿Y por qué llegué hasta este punto? 

—Destiny. —Me mira Chad extrañado por mi repentina aparición sin aviso previo.

—Chad. —Hablo y procedo a abrazarlo fuertemente para disimular, tragándome el nudo en la garganta y sintiéndome horrible por la culpa.

—Ven, estaba por pedir algo de comida. —Dice pasando su brazo sobre mis hombros y adentrándome a su hogar.

Mientras cenamos le comento todo lo que ha sucedido, todo, menos la parte en la que estuve con su mejor amigo, claramente.

 Vimos una película abrazados y luego me dormí, todavía seguía muy cansada.

—Como duermes amor, cada vez duermes más. —Se ríe de mi y de mi don de tener mucho sueño siempre.

—No puede ser, perdón. —Digo levantándome de la cama, sabiendo que me dormí en el sofá y probablemente el me trajo hasta aquí.

—Ten, te hice el desayuno. Desayuna conmigo, que luego me tengo que ir. —Dice acercando a la cama una bandeja con el desayuno para ambos.

—¿Ya te vas a trabajo? —Pregunto suspirando mientras me acerco para devorar todo. Sí, tengo hambre.

—Sí, amor. —Responde mientras acaricia mi pelo. —Siento trabajar tanto, pero en serio quiero tener una buena posición en la empresa, por mi mismo, podría conseguirlo fácil ya que soy el hijo del dueño, pero quiero ganármelo, y así algún día te casaras conmigo y mis hijos tendrán un buen ejemplo.

Me ahogo con el jugo de naranja. —¿Casarte? ¿Hijos? —Pregunto tosiendo aún.

—¿Que? ¿No quieres esas cosas conmigo? —Pregunta confuso.

—No, sí...  Es solo que nunca pensé en esas cosas. —Respondo y me quedo mirando a la nada.

—Pues deberías, porque yo te quiero para siempre, quiero hacerte 7 hijos mínimo.  —Dice como si fuera  en serio y mi cara de horror es indescriptible.

Terminamos de desayunar y Chad va a dejarme en casa antes de irse a su trabajo, aunque esperaba evitar la pregunta, antes de que me baje del auto y me despida, él pregunta:

—Amor ¿Qué no sé supone que Harry tiene que estar siempre contigo? —Pregunta extrañado y no sé que cara poner , o que mentira inventar. —¿Qué hiciste para que te dejara ir a verme?

—La verdad, le rogué para que me entendiera y me dejara estar contigo a solas, y para mi sorpresa si lo hizo. —Sonrío fingiendo alegría.

Chad no parece muy convencido pero aún así sonríe. —Que raro, tendré que agradecerle entonces. Bien, cuídate, te amo. —Me saluda dándome un beso y se va.

Luego de entrar a la casa, noto que solo está Aldo. Bueno, no es que espere ver a nadie más, pero es raro que Harrison no esté.

—Hola Aldito. —Lo saludo con un beso en la mejilla.

—Srita Destiny, hasta que al fin vuelve. — Me saluda Aldo con alegría.

—Hubiera vuelto antes de no ser porqu —Fui interrumpida.

—Porque el puente se inundó, sí, el muchacho nos mantenía al tanto de todo. Tranquila. Por suerte, yo estaba de día libre, sino, me habría tocado a mi quedarme ahí.  —Comenta riéndose.

Me río también brevemente con él, y luego me quedo pensando en lo que dijo.

"El muchacho nos mantenía al tanto de todo".

—Oye Aldo, ¿Harrison dónde está? —Pregunto haciéndome la tonta.

—¿Oh, usted no sabía? —Niego con la cabeza, no se de que habla. —Su padre le dijo que ya no es necesario que siga siendo su guardaespaldas, ya solucionó todo asique vuelve todo a la normalidad, ya puede ponerse contenta. —Termina de contarme y yo finjo una sonrisa para no hacerlo raro.

No, no me ponía contenta.

Sí, lo estaba odiando hace unas horas... Pero una pequeña parte de mi sabe que aún sigo sintiendo cosas por el y que esperaba verlo, como todos los días...

ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***Donde viven las historias. Descúbrelo ahora