ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***

Capítulo 22

Me reúno con Aria, si hay alguien más a quien me sea importante contarle es a ella.

De hecho si hubiera sospechado que estaba embarazada ella habría sido la primera en saber, pero esto fue toda una sorpresa.

Aria se sienta sobre mi cama, al frente mío, cruzando ambas piernas y me mira algo preocupada.

—Estás rara hoy ¿pasó algo con el innombrable? —Indaga rapidamente.

Niego y suspiro. —Tengo algo que contarte, algo muy importante.

—¿Qué? ¡Dímelo de una vez! Sabes que no puedo con la intriga. —Responde inquieta.

—Hoy... me sentí mal... Me desmayé. —Hago una pausa y ella comienza a palidecer. —Chad me llevó al médico y resulta que estoy embarazada. —Termino de decirle y su mandíbula casi toca el suelo.

— ¿Es mentira, verdad? – Pregunta atónita. —Dime que es un chiste.

—Es verdad, mira tonta. — Afirmo extendiéndole los papeles de los análisis y ecografía que me realicé hace apenas unas horas atrás. Su cara sigue siendo de total asombro.

Ella se tapa la boca, mientras con su otra mano sostiene la ecografía. —No sé si abrazarte, llorar, alegrarme o querer matarte. —Abre sus ojos enormes y me mira con preocupación. —¡Ay no! ¡Destiny! ¿Es de Chad, o de Harrison?

—Es de Chad, lo tengo cien por ciento seguro. —Respondo como si nada.

—¿Cómo estás tan segura? – Pregunta inconforme.

— Supuestamente estoy de tres meses, o casi tres meses. —Agrego y esto termina por sorprenderla del todo.

Aria se deja caer de espaldas sobre mi cama dramáticamente. —Mierda, Destiny. ¿Tres meses y no te dabas cuenta? La regla, nauseas, sensibilidad, antojos, cansancio. ¡No sé, algo!

Niego también sorprendida porque no hubo nada diferente. —No lo sé, todo era normal, cansancio tuve siempre, sabes que amo dormir y antojos puede que sí porque he comido demasiado de más últimamente pero como iba a saber yo que era por esto.

—¿Vas a tenerlo? — Pregunta ella tomando mi mano.

Suspiro. —Creo que ya es un poco tarde como para decidir algo. Chad me mataría si supiera que no quiero. Él también tiene derecho. ¿No? —Pregunto sin entender.

—¡No! El no es el que cargaría meses con un crío en su vientre. La pregunta es ¿tu lo quieres tener? Si es no, pues... Averigüemos que podemos hacer. —Propone Aria intentando ayudar.

—No sé... No me veo teniendo un hijo todavía, pero no quiero pensar que elegí no tenerlo. ¿Ya viste la ecografía? Fue algo lindo verlo. —Hablo con tristeza. —Creo que inconscientemente ya lo acepté. —Miro mi vientre que aún está igual y pongo una mano sobre él. —Es mío y lo querré.

—Bien, es tu decisión. —Sonríe y abre sus brazos. —Ven aquí, ahora me has convertido en la tía borracha solterona. —Ríe y descomprime un poco la situación. —Sabes que te quiero tonta, y que estaré para ti y para esa cosa también. —Señala mi vientre y ambas reímos, ni ella ni yo somos amantes de los bebés.

—Te amo, A — Musito mientras nos abrazamos y ahora me siento un poco mejor. 

Las dos personas más importantes para mi, están apoyándome y mi padre se lo tomo mejor de lo esperado.

Esto iba bien, dentro de lo que cabe.

Narra Harrison.

—¿No sabes para que nos llamó Chad a esta hora? —Pregunta Cole a mi lado.