Capítulo 15

14.6K 648 42
                                    

Al día siguiente, aún en la casa que era de mi abuelo, seguimos esperando que la tormenta pare... 

O no, porque que eso pase significa que volvemos a nuestra vida normal, en donde el es mi guardaespaldas, amigo de Chad, y bueno yo... 

¡Tengo novio! Intento repetirme eso mil veces, pero algo ha comenzado a forjarse en mi interior cuando pienso en Harrison, haciendo que me olvide de todo lo demás.

Nos estamos llevando bien, ahora no me trata como antes, después de lo que me dijo en la noche su forma de ser es otra... Yo por mi parte todavía no procesé bien todo aquello, es decir, lo escuché atentamente y todo eso aun sigue en mi cabeza, pero no puede ser cierto.

 ¿Cómo va a sentir cosas por mi?

Todavía es temprano y aunque ya paró de llover, el rio no ha bajado todavía y no tenemos nada, dormimos juntos para darnos calor porque en esta casa no quedó ni una cobija para abrigarnos.

Por suerte la ropa se secó y pudimos volver a vestirnos, porque está algo fresco y seguramente ya me habría enfermado. 

Pero lo más importante de todo, es lo que tampoco hay, comida. Y estoy empezando a tener muchísima hambre. 

Harrison piensa salir a ver que puede conseguir por ahí, está pensando en salir de cacería, ya está planeando cosas de supervivencia. 

A mi no me gusta eso de cazar animales, pero dado que mis tripas rugen desesperadas pidiéndome comida, no me niego a la idea. 

Cuando Harrison va camino a la puerta para salir, alguien toca.

—Buenas, vivo a unos metros de aquí, salí a ver como se encontraba el camino, y noté que había un auto en la casa que era de Don Manel. Supuse que necesitarían algo.

—Hola.¿Cómo le va? —Respondo yo, Harrison solo escucha a mi lado —Si, estamos aquí desde ayer y no hemos podido volver. Eh, esta es la casa que era de mi abuelo. —Le sonrío con timidez. —Y la verdad que está deshabitada desde años, asique no hay absolutamente nada. 

El señor se sorprende y me mira alegremente. —No me digas que tu eres su nieta. ¿La hija de Charles? —Pregunta el hombre emocionado y yo asiento. —La ultima vez que te vi fue cuando eras de este tamaño. —Dice poniendo la mano a la altura de su cintura. —Me alegra verte por aquí, dime en que puedo ayudarles, por favor. Pueden venir a mi casa si quieren.

El hombre era un vecino de mi abuelo, aunque las casas estaban ubicadas a mucha distancia entre sí, la gente de aquí sabe que no es una zona muy turística, y no es normal que hubiera un coche estacionado en la casa casi abandonada de Don Manel, mi abuelo, quién por cierto era muy sociable y era amigo de todo el mundo.

No me quedó de otra que ser caradura, y pedirle todo lo que de verdad necesitábamos; alimento algo de abrigo y cobijas. 

El señor no tuvo reparo en darnos todo, nos ofreció incluso ir a su casa, pero ya era demasiado descaro, traté de pedirle cosas básicas, y así con lo que nos dio estaríamos bien, de todos modos pronto volveríamos a casa.

—Haré algo a la parrilla, hoy vas a probar lo que es una comida de verdad. —Dice Harrison guiñándome un ojo. 

—¿Sí sabes cocinar? —Le pregunto incrédula. 

—Sé hacer muchas cosas. —Termina de decir eso con una pizca de picardía en sus ojos.

—¿Qué cosas? —Pregunto por impulso, aunque dada la reacción de él creo que fue una mala idea. 

Inmediatamente termino de decirle eso y el se gira sonriéndome de una manera muy sexy. 

—De verdad quisiera poder mostrarte todo. Sólo tendrías que dejarte. —Susurra a centímetros de mi.

ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***Donde viven las historias. Descúbrelo ahora