ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***

Capítulo 59

Narra Harrison.

Lo que Jana me había dicho había quedado rondando en mi cabeza.

Ella tenía razón en algunas cosas.

No iba a regalarle mi afecto a cualquiera, eso lo tenía claro.

Aunque la idea de tener una mujer exclusiva para mi no era tan mala.

De casualidad, en mi equipo hay una promotora muy linda que llamó mi atención.

Por supuesto, solo me interesó para una vez y nada más. Pero ahora y bajo otra perspectiva, tal vez podría invitarla a salir y tratarla como un ser humano y no como un pedazo de carne.

Hablar con ella y quedar fue aburridamente sencillo, solo tuve que decirle "hola, Sophie", el resto lo hizo ella, al final terminé siendo invitado yo a tomar algo.

Espero no arrepentirme de esto.

~

Pensé que iríamos a tomar algo a un bar o algo así, pero quiso venir a esta discoteca.

La observo detenidamente, y se ve bonita.

Sophie es linda. Ahora está mucho más linda.

Tiene claro el concepto de arreglarse para verse con alguien. Si pudiera ahora mismo le arrancaría ese vestido.

No, no voy a follármela... Todavía no.

<No es un trozo de carne, recuerda.>

Sophie tiene el pelo castaño, y unos ojos tan verdes que aunque no quiera termino comparándolos con los de algun felino.

Y es promotora, obviamente tiene un cuerpo de infarto.

A pesar de verse como la personificación de la lujuria y de todas las perversiones, su carácter es todo lo contrario.

Es dulce y hasta un poco tímida, lo que me desconcierta un poco.

-Voy a buscar un trago, ¿quieres? - Le pregunto.

-No, gracias, no bebo. -Responde inocentemente.

¿Cómo que no bebe?

¿Entonces por qué el plan era " ir a tomar algo"?

-Ya vuelvo. -Agregué, aún sorprendido.

Ella no beberá, pero yo si.

Volviendo hacia Sophie, alguien me empuja haciéndome derramar todo mi trago. Voy a matarl...

-¡Ay, perdón! - Grita chillonamente.

Oh, mierda.

-Tenías que ser tú. -Digo queriendo no haberla visto.

Y no soy el único, porque su cara también refleja incomodidad y desagrado.

-Que casualidad verte, de nuevo.

-¡¿Lo conoces?! - Grita alguien detrás de ella.

Ah, es el cantantucho... Entonces parece que los rumores son ciertos.

<Si están juntos.>

-Que lindo novio el tuyo, es patético. -Suelto sin pensar.

-¡Vete a la mierda, Harrison!

¿Acaso tenía la mirada perdida cuando me hablaba?

Sujeto su cara y la volteo de nuevo hacia mi.

Intentar ver bien su rostro es difícil con la oscuridad y las luces estroboscópicas de este lugar.