Capítulo 72

4.7K 262 30
                                    

Narra Destiny.

Llego a casa y lo primero que hago es salir al jardín donde está mi bebé con la niñera. 

Está a punto de cumplir un añito, y no puedo creer que haya crecido tanto.

En todo este año han pasado tantas cosas. 

Me mudé a la casa que era de mi abuelo porque ahora que tenía mi propia familia no podía seguir viviendo con papá, el necesitaba su espacio y yo el mío.

Aunque claro que el no quería que me fuera, incluso me rogó que no lo hiciera, pero para mi esto es lo correcto. 

Además seguimos viviendo cerca.

Y por supuesto que él se encargó de dejarme este lugar incluso más lujoso y cómodo que nuestra propia casa, no quería que nos faltara nada.

Logró que este sea mi nuevo lugar ideal. Además, la tranquilidad que hay en este sitio es todo lo que quiero para ver a mi hijo crecer.

Carter quiso seguir saliendo conmigo incluso luego de saber que estaba embarazada, lo cual no me sorprende mucho porque es obvio que le encanta salir en portadas y noticias. 

Vio la oportunidad de que lo nombraran en todos lados diciendo que tuvo un hijo conmigo y la tomó, sin siquiera importarle que no es de él.

En fin, ocultarlo , dejarlo así y simular que éramos una familia los tres nos benefició a ambos, asique no puedo quejarme.

A pesar de eso, le tomé cariño, asique de verdad empezamos a salir. 

De todas formas, casi siempre estoy sola, porque el vive de gira, dando conciertos por todos lados.

Mientras tanto, yo decidí quedarme un tiempo en la ciudad, para no estar tanto tiempo lejos de mi bebé y para no llevarlo por todas partes sin un lugar fijo, no quiero estresarlo.

Estoy trabajando con marcas locales, lo cual no es lo ideal para mi carrera pero si para mi vida en este momento.

Mi bebé es feliz cerca de su abuelo, porque lo viene a visitar todos los días. Lo ama incluso más de lo que me ama a mi. 

—¿Durmió algo? — Le pregunto a la niñera.

—No, señorita. Debe estar con sueño, ¿quiere que lo lleve a dormir?

—No, no. Puedes irte, ya estoy libre. —Le hago saber.

—Bien, cualquier cosa ya sabe, solo hábleme. —Comenta simpáticamente.

La acompaño hasta afuera de la casa y veo que mi bebé no para de bostezar y empieza a llorar.

—Uh, ¿tienes mucho sueño, verdad? —Le doy un besito en su cabecita mientras voy hacia la habitación.

Le pongo su chupón, se recuesta sobre mi hombro y en unos segundos ya se queda completamente dormido.

Intento acostarlo en su cuna con cuidado para no despertarlo y lo miro completamente enamorada mientras acaricio su cabello.

Tiene poco cabello y de color negro oscuro, esta vez es claro que predominaron los genes de su padre.

Y justamente por eso, es lo más perfecto que pude imaginar.

Cuando nació, nació con unos ojos azules, y pensé que serían así, aunque no tenía sentido puesto que nadie tenía ojos azules. 

Luego se le pusieron grises, bien grises... Hasta el día de hoy los tiene grises. 

A veces siento que es el recordatorio eterno de su papá.

Porque es idéntico. Es como tener un mini Harrison, y aunque suene raro, eso siempre me volvió un poquito más loca de amor.

ERES MIA, ENTERATE. (+18) / 𝐂𝐨𝐦𝐩𝐥𝐞𝐭𝐚 / 𝗘𝗗𝗜𝗧𝗔𝗡𝗗𝗢***Donde viven las historias. Descúbrelo ahora